Un encapuchado se acerca a la terraza, se apoya en la barandilla, estira el brazo hacia el tendedero y se mete un puñado de bragas en el bolsillo. Esta acción se ha repetido más de 30 veces. el ladrón de bragas de barcelonaalgo por lo que ya ha sido detenido una vez, pero que no le ha impedido seguir yendo a intimidar a Abril y Laia en su propia casa.

abril guillemUna de las dos víctimas, dijo a Más Vale Tarde que han colocado una cámara en el balcón para poder mostrar el acoso que están sufriendo. Algo que, según cuenta, disfruta: «Al principio todo empezó con el simple robo de ropa interior. Pero vimos, cuando pusimos las cámaras, que Parece que le gusta recoger nuestra ropa interior. Los huele, pasando la lengua por su paladar como si estuvieran deliciosos y estuviera deseando hacerlo. Estas son imágenes realmente desgarradoras.. Y no sólo la intimidación, los golpes en la ventana de nuestras habitaciones, el forcejeo en la puerta. «Nos sentimos realmente muy inseguros».

«Antes era simplemente un robo y ahora es una intimidación constante. Cada vez que viene se hace notar a través de golpes y ruidos. Le gusta que sepamos que está aquí», añadió.

Ante esta situación, ambos han presentado una orden de alejamiento que se encuentra en tramitación: «Hemos solicitado una orden de alejamiento, pero hasta que no la acepten estamos muy desprotegidos. Nos piden tener más pruebas para acelerar el proceso, pero eso significa ponernos en peligro. «No quiero ponerme en peligro, creo que hay suficientes imágenes para demostrar que esto no es sólo un robo sino un acoso sexual en toda regla».

Tras haberle grabado, ambos explican que no es nadie de su entorno, pero que podrían reconocerle por la calle por las veces que ha salido a su balcón: «No tenemos ni idea de quién es. Es un completo desconocido para nosotros, aunque ahora sabemos quién es. Si le vemos por la calle podríamos identificarle perfectamente por las veces que ha venido». «Debió haber venido más de 30 veces y robar más de 100 prendas de ropa interior»..

Debido a este acoso constante, el hombre ha sido detenido, pero Abril ha desvelado que sigue viniendo: «Vino el 30 de octubre y los Mossos pudieron detenerle. Estuvo detenido 24 horas y este lunes regresó. Nos hemos vuelto casi paranoicos. Los comportamientos ocurren aproximadamente a las mismas horas. Los días son totalmente aleatorios, pero viene tres o cuatro días a la semana y siempre llega a las 3:30. Excepto, casualmente, este lunes, que es el único día que tenemos imágenes, que llegó a las 5:20. «Entendemos que se debe a que le confiscaron el scooter que utilizaba y su horario cambió como resultado de esto».

«Vivimos con ansiedad y miedo. Ya no tendimos la ropa aquí, pero espero que el sistema me dé la solución. Nadie me va a quitar el miedo de repente. Sólo espero que se tomen medidas y se le dé importancia al acoso sexual», finalizó denunciando.

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