TURISMO EN ESPAÑA | Pablo Carrington (Marugal): “Nos hemos cargado el turismo de clase media en España”
La tarifa que los hoteles cobran a sus clientes ascendía en septiembre de media a 131 euros por habitación y noche, un 5% más que hace un año y un 40% más que antes de la pandemia. Estos datos responden a un aumento generalizado del precio de los hoteles, que amenaza al turismo de clase media en España, según el consejero delegado del grupo Marugal, Pablo Carrington.
[–>[–>[–>“Nos hemos cargado el turismo de clase media en el vacacional español porque todo el mundo ha subido los precios”, afirma en una entrevista con EL PERIÓDICO. Carrington explica que lo que ha ocurrido es que muchos hoteles han subido sus precios «apuntándose al carro de otros que se han reformado y han mejorado sus servicios». «Y no puede ser, tiene que haber de todo. Tiene que haber hoteles de 150 euros, hoteles de 250 euros y hoteles de 800 euros», defiende este gestor.
[–> [–>[–>Para quien los principales perjudicados de esta práctica son «los bares y restaurantes» que han sufrido una pérdida de clientes. “El hotel que antes cobraba 150 euros y que ahora se ha subido a la parra y cobra 350 euros sin hacer ninguna reforma lo que hace es ahuyentar a sus clientes. Y quienes sufren son los bares y restaurantes de alrededor porque son los que se alimentaban de esos clientes», agrega Carrington.
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Este gestor, especializado en hoteles de 4 y 5 estrellas, cuenta con un total de 14 establecimientos y 954 habitaciones entre España, Suiza, Francia y Portugal bajo el paraguas del grupo Marugal. Se trata de establecimientos independientes que se caracterizan por tener cada uno su propio sello, como la fortaleza militar de Cap Rocat en Mallorca; el agroturismo de Torralbenc en Menorca; un edificio de finales del siglo XIX en Madrid (Urso) o el hotel ‘Michelín’ Akelarre en San Sebastián.
[–>[–>[–>Y a ellas hay que sumar tres más, desde este año, uno en Tavira (Portugal) y otros dos en París y el Valle del Loira, ambos en Francia.
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La compañía no tiene “todavía” ningún establecimiento en Catalunya, a pesar de ser esta la principal comunidad receptora de turistas, tanto nacionales como internacionales, debido a que “no ha surgido la oportunidad”. “No me lo han ofrecido. Y se me ocurren un par de hoteles que ojalá me llamasen y me dijesen, te damos la gestión, porque los cogería encantado. Pero no ha surgido aún la oportunidad”, reconoce Carrington, sin desvelar el nombre de esos dos establecimientos.
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[–>El gestor pone siempre tres condiciones para echar el anzuelo a un hotel: tamaño (nunca muy grandes), ubicación (accesible) y diferenciación (algo que los haga únicos). El objetivo último es alcanzar lo que él mismo describe como el lujo diferencial, que separa del lujo estándar de establecimientos de grandes marcas como Four Seasons o Ritz Carlton y mucho más todavía de otras enseñas más pequeñas como Meliá o Riu, que han apostado en los últimos años por reposicionar sus hoteles en la gama más alta.
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“El cliente está dispuesto a pagar un prémium por algo que que le recuerde que ha estado en Madrid y no que mire alrededor y diga no sé si estoy en Turín, Manchester o en Lisboa», explica. Carrington huye, así, del “lujo estándar” y del “lujo masificado” y se dirige hacia un concepto que define como “la antiestandarización”. La fórmula que ha encontrado es hacerse con hoteles independientes que son diferentes entre sí, pero tienen en común su capacidad para diferenciarse sin necesidad de apoyarse en ninguna marca.
[–>[–>[–>El gestor se muestra rotundo cuando se le pregunta por una hipotética unión con una marca grande. “Jamás”, afirma. “Yo entiendo que un hotel de 400 habitaciones necesita una marca, porque la mitad del hotel lo va a llenar gente motivada porque es miembro de programas de fidelización como Bonvoy, de Marriott, o de Hilton Honors. Pero cuando bajas a un hotel de 80 habitaciones o de 30 el factor de fidelización importa menos y los clientes vienen al hotel simplemente porque les gusta”, explica.
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En este sentido, Carrington reconoce que el inversor tiene hoy «menos miedo» a operar un hotel independiente gracias a plataformas como «Booking y a la inteligencia artificial que permite que cualquier cliente pueda acceder a esa oferta, cosa que antes no ocurría». «Eso hace que la hotelería independiente cobre más fuerza”, afirma. De hecho, los hoteles del grupo Marugal están “muy bien posicionados” y en algunos mercados incluso se sitúan por delante de grandes trasatlánticos como Ritz Carlton.
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“Sabemos posicionarnos y competir de igual a igual porque hemos entendido que sobre la base del tamaño, la localización y el nivel de diferenciación podemos competir de manera fuerte”, presume. Tras las tres nuevas aperturas de este año, el foco del grupo está en una “nueva ola” de destinos menos turísticos como Extremadura, Galicia, Castilla y León o La Rioja. “Ahora hay un vuelo a Nueva York desde Bilbao, pues al final La Rioja está a 45 minutos de Bilbao, está más cerca Haro que San Sebastián”, afirma Carrington, quien subraya la gastronomía, los países y la cultura “increíble” que hay en esta comunidad.
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“Es el turno de todos esos lugares. Claramente, queremos ir hacia ahí y luego también seguir creciendo un poco en Europa, donde hay una oportunidad clara”, añade.
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