Me gustan mucho las resinas, supongo que por ese aroma balsámico que me recuerda a mi niñez, a los pinares del pueblo de mis padres, y me conecta con buenas sensaciones



Visualiza una persona creadora de perfumes y cosméticos naturales. Quizá la imaginas muy sabia, porque tiene que conocer los secretos de las plantas, dotada de una nariz privilegiada, trabajadora incansable en su laboratorio repleto de pequeños frascos con aceites esenciales y otras sustancias naturales que combina de la manera más precisa para desarrollar los aromas y las propiedades que buscamos en los cosméticos.
Esa persona que imaginas es Enrique Sanz Bascuñana, el gran pionero de la perfumería y la cosmética naturales en España, que ha concedido una entrevista a Cuerpomente donde nos transmite su visión personal y profunda del mundo de la cosmética, además de algunas fórmulas magistrales.
Enrique Sanz tiene 61 años y comenzó a trabajar hace 40, «cuando la perfumería era una sociedad secreta sólo para iniciados y la cosmética natural era algo muy incipiente». Se formó con otro gran pionero, Idili Lizcano, y continuó con libros y experimentos en casa, como los legendarios alquimistas.
Entre 1992 y 2010 estuvo al frente de un laboratorio artesanal y desde hace 15 años se dedica a la formación y la asesoría técnica. En 2014 le concedieron el Diploma de Maestro Artesano fabricante de perfumes y cosméticos de la Generalitat de Cataluña.
Las ventajas de los ingredientes naturales
-¿Usa únicamente ingredientes cien por cien naturales? ¿Por qué?
Porque considero que son más equilibrados y sanos que los artificiales. Siempre hay excepciones: los enemigos de lo natural siempre las esgrimen, pero son eso, excepciones, tanto en el caso de los naturales como de los artificiales. Por filosofía de vida, me decanto hacia aquello que tiene mayor perfección, en este caso, los extractos aromáticos de plantas como aceites esenciales, absolutos, tinturas, etc.
-¿Por qué recomienda los perfumes y la cosmética natural?
La cosmética natural es una opción que no tiene mucho sentido para quien ama las fragancias sintéticas, la parte más superficial del cuidado personal y que busca ante todo sofisticación y resultados inmediatos. Un perfume –que también es un cosmético– natural, desde mi punto de vista, no tiene ningún sentido si no lleva aparejado el concepto de «salud» y el de «armonía». Eso quita de la ecuación cualquier perfume o cosmético que no tenga ninguna utilidad, que sea perjudicial para la salud o que contenga ingredientes completamente innecesarios y que sólo están ahí para vender mejor el producto.
Abogo por una cosmética sencilla, simple y lo más pura posible para borrar de un plumazo todo el exceso de químicos innecesarios
-¿Qué ingredientes de la cosmética convencional le preocupan más? ¿Cuáles debemos rechazar a toda costa?
Pues me inspiran poca confianza los ingredientes «nano», y menos aún todo el arsenal de fragancias sintéticas y nuevas fragancias supuestamente «naturales» que no son obtenidas directamente de las plantas, sino que se producen mediante determinados procesos tecnológicos mucho más sofisticados que una simple destilación al vapor o una maceración en aceite o alcohol.
Desde mi punto de vista, no deberíamos usar transgénicos, disruptores endocrinos, etc. Realmente la lista es cada día más larga. Por eso abogo por una cosmética sencilla, simple y lo más pura posible, con pocos ingredientes muy bien seleccionados y muy potentes, precisamente para borrar de un plumazo todo el exceso de químicos innecesarios que bombardean al organismo cada vez en mayor volumen.
-¿Qué opina de los aromas sintéticos, de la perfumería convencional?
Estéticamente no tengo nada que decir. La perfumería es un arte, y en la perfumería convencional hay auténticas obras de arte aromáticas que requieren de un gran talento y sensibilidad. Pero yo prefiero los aromas naturales. Cada vez soporto menos los sintéticos, mi cuerpo los rechaza.
-¿Está justificado lo que pagamos por perfumes de marcas de alta perfumería?
Lanzar un perfume al mercado requiere de una inversión millonaria, para empezar. Y después, las empresas están hechas para ganar dinero, no para perderlo. Dependiendo de las materias primas que empleen y de su coste, puede estar justificado si es un perfume de alta calidad. Pero si lo que estamos pagando es, básicamente, márketing, en mi opinión no estaría justificado ese alto precio.
El riesgo de los aceites esenciales
-¿Los consumidores pueden fiarse de lo que se presenta como natural?
A veces sí, a veces no. Igual que hay empresas muy serias y comprometidas, también hay muchas fraudulentas y sin escrúpulos. Desgraciadamente hay más de las segundas que de las primeras.
-¿Por qué dice que lo natural no siempre es saludable?
Porque es cierto. Un veneno vegetal es natural, y no es saludable. Un aceite esencial mal empleado, ingerido, sin medida ni necesidad ni control, no es saludable… Esto se lleva a cualquier planta medicinal que se use en exceso o innecesariamente: siempre lo digo a mis alumnos: hay que usar tanto las plantas como los aceites esenciales cuando son necesarios, no por capricho y nunca en exceso.
-Si buscamos productos naturales seguros para la salud, ¿son una garantía total las certificaciones tipo Cosmos o Cosmebio, Ecocert?
Deberían serlo en gran medida, pero lo de «total» me parece exigirles demasiado. No hay riesgo cero en nada, ni tenemos el conocimiento completo de todas las cosas, por lo que siempre hay que asumir algún tipo de riesgos.
Los aceites esenciales mal prescritos para su ingesta oral son muy peligrosos
-Los aceites esenciales están de moda, pero, ¿los estamos usando bien?
Lamentablemente, en muchos casos no. Siempre hay que acotar lo que decimos, porque las generalizaciones suelen ser inexactas e injustas muchas veces. Yo soy un enemigo de las modas, lo confieso, me da igual cuáles sean, pero en el caso de los aceites esenciales, que conozco un poco más que otras cosas, es muy lamentable el uso generalizado y las malas prescripciones que se están dando, especialmente en cuanto a la ingesta por vía oral. Ahí son especialmente peligrosos para la salud si se usan mal. Cuando se utilizan de forma tradicional, a través de la piel o el aparato respiratorio, pueden dar problemas por mal uso, pero nunca pueden llegar al nivel de riesgo de ingerirlos.
-¿Cómo podemos saber que un aceite esencial es de calidad?
¡Esta es la pregunta del millón de dólares! La respuesta es rápida y clara: no podemos saberlo si no tenemos mucho conocimiento y técnicas de análisis sofisticadas para determinar su pureza. Esto no se puede hacer en casa: todos esos trucos que circulan por ahí sólo sirven para unos pocos tipos de adulteraciones y de forma muy limitada. Estamos hablando de sustancias de precios muy altos, de miles de euros el kilogramo en algunos casos, y, por tanto, fácilmente susceptibles de ser falsificadas. Lamentablemente es así. Por eso dependemos del conocimiento técnico y de la honestidad de nuestros proveedores para poder saber si un aceite esencial es o no de calidad.
Mis tres aceites esenciales preferidos son el jara, el de naranja dulce y el de cedro de Virginia
-¿Cuáles son sus aceites esenciales preferidos? ¿Puede recomendarnos tres y sus usos preferidos?
Es muy difícil para mí determinar eso. Me gustan mucho los cítricos, las maderas y los herbales aromáticos, pero también hay otros de otras familias que me encantan. Si tengo que elegir tres, sin duda alguna me decanto por la jara, la naranja dulce y el cedro de Virginia. El primero lo usamos como un cicatrizante excepcional, y a mí me gusta para mi perfumería personal. Los otros dos, también por su aroma tan agradable para mi gusto, puros o preparados de distintos modos, en olfacción o en cosmética personalizada.
Cosmética natural casera
-¿Puedo hacerme mi perfume en casa? ¿Por dónde empiezo, qué necesito?
Sí, claro, cualquiera con un mínimo conocimiento puede hacerlo. Hacen falta aceites esenciales, algunas botellitas vacías, alcohol etílico, pipetas y probetas para medir y poca cosa más. Para hacer un perfume no hace falta un gran laboratorio, pero sí hace falta mucha paciencia y mucha constancia, porque se basa en pruebas, ensayos y errores. Como los aceites esenciales tienen un precio medio alto o alto, y para perfumería hacen falta muchos, por lo primero que hay que comenzar es por aprender los fundamentos y rudimentos, así uno se ahorra mucho dinero y tiempo.
-¿Puede ponerme un ejemplo de fórmula personal, una que utilice usted mismo o su pareja, por ejemplo?
Yo no suelo tener fórmulas cerradas para mi uso: me gusta ir ensayando y probando cosas nuevas, pero una fórmula muy sencilla y eficaz como tónico facial e hidratante sería una mezcla de hidrolato de rosas y glicerina vegetal, a partes iguales. Funciona de maravilla. Para las personas de pieles secas o sensibles, poner un 20% de glicerina vegetal y un 80 % de agua de rosas.
Una fragancia personalizada, que uno mismo se hace, es una extensión para comunicarse con los demás
El poder de los aromas
-La fragancia que elegimos, ¿nos define?
Sí claro, tiene mucho que ver con nuestra personalidad. Lo difícil es ponerle el cascabel al gato y definir claramente las fragancias y las personas. Todos los clasificadores que conozco son parciales y más o menos inexactos. Todas las personas somos diferentes, mal que le pese a algunos, y una fragancia personalizada que uno mismo se hace no deja de ser una extensión más para comunicarse con los demás, de igual modo que puede serlo un peinado, la ropa que vestimos, la forma de movernos y de hablar, etc.
-Si quiero elaborar mi propio perfume, ¿debo seguir mi intuición o necesito información sobre las propiedades tanto químicas como «psicológicas» de cada aceite?
Puedes elaborar tu propio perfume desde la intuición, pero si no tienes un poco de experiencia y de práctica, es difícil que te salga algo bien a la primera. Hay que hacer muchas pruebas. Las propiedades químicas no sirven para nada para este tipo de cosas, desde mi punto de vista y las «psicológicas» son extremadamente variables y relativas según cada persona, por lo que, en mi caso, yo no aplico ese tipo de criterios para elaborarlos.
-Le gustan mucho las resinas, ¿por qué?
Bueno, eso es algo personal. Yo no sé por qué me gustan, sinceramente, supongo que ese aroma balsámico y expectorante que suelen tener me recuerda a mi niñez en los pinares del pueblo de mis padres y me conecta con buenas sensaciones.
Las resinas de incienso y mirra son regeneradoras
-¿Qué resinas utiliza y cuáles son las propiedades de cada una?
Desde siempre uso mucho la mirra y el incienso en mis cosméticos por sus grandes propiedades cicatrizantes y regeneradoras. Aparte de eso, el aroma del incienso es especialmente reconfortante para mí. También uso a veces el bálsamo de Perú y el de Tolú como notas aromáticas avainilladas naturales. Las resina de pino (trementina) tiene propiedades antiparasitarias muy potentes y desconocidas, incluso criticadas, pero las tiene. Y las resinas suelen ser expectorantes y balsámicas también, así que, en preparados de aplicación externa sobre el pecho y la espalda, pueden ayudar a respirar mejor.
-Si quiero crear mi perfume en casa, ¿puedo usar una resina?
Sí, pero tendrás que prepararla. Las resinas se disuelven muy bien en alcohol etílico, pero fatal en agua. Por lo tanto, tendrás que hacer una tintura de dicha resina para poder incorporarla como un ingrediente más en un perfume, que suele tener una base de agua y alcohol.
-¿Cuáles son las peticiones más frecuentes qué recibe? ¿Le piden perfumes para seducir, para impresionar?
Generalmente, son «caprichos» basados en afinidades, gustos o ideas. Sobre el tema de la seducción, no es un ámbito de mi agrado, lo considero una manipulación, así que intento explicar a la persona que es muy difícil que alguien quede seducido sólo por el aroma natural de los aceites esenciales, si no hay algo mucho más profundo y real en quien pretende dicha seducción.
Los aromas procedentes de raíces y maderas dan «misterio» y profundidad a los perfumes de mujer
-¿Pero no hay aceites esenciales u otros ingredientes que le resulten seductores en una mujer?
Bueno, yo hablo desde mi experiencia en perfumería antigua, no en perfumería actual, que no es de mi interés. En ese tipo de perfumería, hay perfumes para mujeres y para hombres. Los perfumes de mujer están muy caracterizados por las flores (rosa, azahar, jazmín, etc.), pero lo que da «misterio» y profundidad son las raíces y maderas, y en algunos casos, las esencias animales (ámbar gris, almizcle, civeto). Después, ha de tenerse en cuenta que la fragancia o perfume se va a mezclar con la fragancia natural de la persona: esto puede potenciar el buen aroma o puede cargárselo directamente… Así que un buen perfume femenino va a destacar y ampliar los aspectos atractivos de esa mujer, para que los negativos se noten menos.
-¿Y en un hombre?
En la perfumería antigua, las fragancias masculinas son menos sofisticadas que las femeninas. De igual forma, intentan destacar y ampliar la fuerza, valentía, arrojo… Ciertos aromas como los cítricos combinados con herbales y especias y con un buen fondo de maderas y raíces lo pueden comunicar con cierta facilidad.
-Si me permite, ¿ha probado, aprovechado, esos efectos seductores?
No, nunca, pero si he sufrido los efectos de joven de sentirme muy atraído por una mujer sólo por el aroma que exhalaba.
-¿Y a qué olía esa mujer?
A campo de trigo recién segado. ¡Era el olor de su piel, no era ningún perfume!
-Habrá intentado recrear ese perfume en su laboratorio, ¿lo ha conseguido?
No, no, ¡eso no es posible!
Los aromas de menta piperita y de romero pueden servir para concentrarse mejor
-¿Qué aroma sirve para mantenernos calmados y concentrados?
Eso siempre ha de pasar el filtro personal: se habla mucho de la lavanda, pero no a todo el mundo le encaja como relajante o calmante. Yo soy más de cítricos para eso. En cuanto a concentración, sin duda mis preferidos son la menta piperita y el romero.
-¿Qué aromas son sus preferidos por los efectos a nivel emocional o psicológico?
Todos los aceites esenciales pueden tener encaje ahí, porque en mi sistema de trabajo, es el cliente el que elige el aceite esencial para su necesidad, no se lo puedo imponer yo desde mis preferencias.
-¿Cuál es la fragancia que ha creado de la que está más orgulloso?
Bueno, me siento orgulloso cuando les preparo aguas de colonia sencillas a mis nietas y me vuelven a pedir más porque se les han acabado.
-¿Hay fragancias para el márketing?
Si, por supuesto, cada vez más. El márketing olfativo (aromarketing) es una tendencia al alza. Lamentablemente (desde mi punto de vista) por costes, la mayor parte es a base de fragancias sintéticas. Yo he dado alguna formación en márketing olfativo natural.
-¿Si perfumamos un local, venderemos más?
Sí, si el mensaje del perfumado encaja con lo que ese negocio quiere transmitir, si tiene coherencia con todo lo demás (luz, decoración, colores, etc.), seguro que va a vender más porque el impacto sensorial sobre el cliente es mucho más integral. Pero si nos equivocamos en el perfumado, es fácil también conseguir el efecto contrario: el público se va a marchar o no va a entrar. Hay estudios que demuestran un incremento de casi el 15 % en del deseo de consumo y casi un 16% más en cuanto a permanencia de los consumidores.
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