Economia

España y sus empresas ‘canijas’: nacen como las europeas pero luego no crecen

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  • Publishednoviembre 16, 2025



El día del parto, todos los padres buscamos lo mismo: que el niño esté sano. Y sí, eso es importante. Pero todas las familias también saben que su trabajo no termina ahí. Para que el niño crezca fuerte y sano hay que alimentarlo bien, evitar infecciones, en ocasiones darle un suplemento vitamínico, enseñarle a llevar una vida saludable, hacer deporte… La genética es importante, pero no lo es todo. Por eso, por ejemplo, los niños españoles son mucho más altos ahora que sus abuelos nacidos en los años cincuenta: eso también es una consecuencia del crecimiento económico.

No estiraremos la metáfora más de lo debido. Pero podríamos decir que Algo similar ocurre con las empresas.. La genética (la idea, el modelo de negocio, el producto) es importante. Pero también es relevante lo que se haga después con esas letras iniciales.

Bueno entonces, En el caso de la economía española algo está fallando. Nuestras empresas nacen sanas (al menos tan sanas como sus competidores europeos). Las tasas de creación de nuevas empresas, mantenimiento a lo largo de los años, etc. tampoco son muy diferentes de la media de la UE. Pero por alguna razón no crecen. se quedan canijas. Si tuvieran abuelas, estarían en casa todo el día, con yogur y bistec, insistiendo en que el niño comiera más. Aunque en este caso el problema no es de alimentación ni de estándares. Por el contrario, en esta materia parece que lo que sobra son obligaciones.

la crianza

Esta semana, el Banco de España publicó un informe muy interesante relacionado con estos temas: «El tamaño sí importa. El reto del crecimiento para las empresas españolas», por Beatriz González y Eduardo Gutiérrez. Tras analizar todos los datos, la conclusión de los autores es bastante desalentadora: «Las empresas españolas crecen menos que las europeas. De nacimiento son parecidas, pero con el paso del tiempo la diferencia de tamaño aumenta». Aunque también es cierto que podríamos mirarlo desde otro punto de vista: si no hay diferencias de salida; y si logramos igualar el entorno en el que se encuentran unos y otros; Quizás no sería tan complicado igualar también el desarrollo de nuestras empresas y las de los países más ricos de Europa.

Este problema de tamaño de empresa Casi nunca está en el debate público, pero es fundamental. Para empezar, porque a mayor tamaño, más economías de escala, productividad, innovación, capacidad de seguir creciendo… en definitiva: competitividad, algo que falta mucho en nuestra economía. Porque, además, Las grandes empresas también pagan mejortienen empleos más estables, gastan más en formación, tienen mejores condiciones laborales, etc.

Es cierto que los expertos discuten a veces si las grandes empresas (con muchas decenas de miles de empleados) pueden acabar sufriendo los mismos problemas burocráticos que el sector público. Pero aquí no estamos en ese debate. Cuando se habla de tamaño, la clave no es tanto si pasar de 1.000 a 10.000 y luego a 100.000; Lo realmente importante es permitir que las pymes y micropymes con posibilidades crezcan. Lo que hace mucho más productiva una economía es que esa empresa de 20-22 trabajadores que tiene un producto novedoso pueda seguir desarrollándose, en 4-5 años ya estará por encima de los 100 y en una década rondará los 300. Ahí es donde España fracasa estrepitosamente.

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En este primer gráfico vemos como el peso del empleo de las micropymes (inferiores a 5 empleados) es muy superior en España a la media de la UE. Y ocurre lo contrario con las grandes empresas: hay un porcentaje menor de trabajadores en este tipo de empresas. Sólo con cerrar este diferencial de tamaño de las empresas veríamos mejoras muy importantes en productividad y salarios.

Podríamos pensar que el problema está en los sectores predominantes de la economía española: más servicios que en otros países. Pero ni una cosa ni la otra.

Por ejemplo, en cuanto a nuestra capacidad para lanzar proyectos empresariales, los autores nos explican que la diferencia de tamaño no se explica por «falta de dinamismo empresariales decir, el ritmo de creación y destrucción de empresas. España está en línea con la media europea: en nuestro país se crean empresas a un ritmo similar (9,4% anual frente al 8,7% en la UE en empresas con asalariados), lo mismo ocurre con la destrucción de empresas: un 9,3% desaparece anualmente en España y un 8% en la UE.

Y tampoco por la especialización en sectores con mayor tendencia hacia las micropymes. Sí, es cierto que el sector servicios suele tener empresas de menor tamaño, pero la diferencia entre España y otros países europeos se da en todos los sectores: «La estructura sectorial no parece ser la causa principal. La diferencia en el tamaño de las empresas se produce en la mayoría de los sectores. En el caso del sector servicios, la empresa media en España tiene 8,3 empleados, frente a los casi 11 de la UE. En el sector manufacturero, la brecha es aún más pronunciada: 10,6 frente a 15,9 en promedio; más de 5 empleados de diferencia».

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El problema parece estar más bien en el desarrollo de las empresas. Al nacer no hay tantas diferencias, pero a medida que van sumando años de vida es más normal que las españolas se estanquen y sigan teniendo pocos empleados. Y aquí estamos comparando con la media de la UE: si miráramos sólo la composición de las empresas de los países más ricos (Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia…) veríamos que la diferencia es aún más pronunciada.

Restricciones

¿Por qué ocurre este fenómeno? Bueno, podemos mirar en muchas direcciones: desde un mercado laboral que impone muchas restricciones (y costos) a la contratación hasta la regulación. En las propuestas de los autores para «facilitar» el crecimiento también podemos encontrar parte de la respuesta. Así, el Banco de España habla de «la capacidad, especialmente para las pymes, de acceder a financiación adecuada y atraer talento» y de «la reducción o superación de obstáculos regulatorios y administrativos que limitan su expansión».

Y un último apunte, algo más optimista. En la última década, En España se ha reducido el peso de las micropymes del empleo total un 6,4% (frente al 2,8% en la UE). Por supuesto, uno podría preguntarse si esto se debe a que están creciendo o simplemente a que están desapareciendo (por ejemplo, las pequeñas empresas). En un caso sería muy buena noticia; en el otro, no tanto.



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