El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya ha ultimado un plan para instaurar el servicio militar voluntario que, según la prensa francesa, puede ser anunciado en los próximos díasincluido el próximo jueves una visita a una base militar en Varces (Isère).

Treinta años después de que Jacques Chirac pusiera fin al servicio militar obligatorio, Emmanuel Macron está pensando en restablecerlo, según reveló L’Opinion hace unos días. El presidente planea implementar un servicio nacional voluntario para permitir a los jóvenes participar de una manera diferente al Servicio Nacional Universal (SNU), cuya implementación generalizada parece haber sido abandonada, informa La Depeche.

Lanzado en 2019 por el Palacio del Eliseo, el UNS (Servicio Nacional Universal) será oficialmente abolido el 1 de enero de 2026, en medio de un esfuerzo por racionalizar el gasto público. Según un informe crítico del Tribunal de Cuentas, publicado en diciembre de 2024, se gastaron entre 3.500 y 5.000 millones de euros en este experimento, cuyos resultados eran inciertos y cuyas ambiciones nunca se cumplieron.

La ministra delegada de Defensa, Alice Rufo, reconoció este domingo en la radio France Info que Se está trabajando en la creación de ese servicio.aunque señaló que aún no hay decisiones concretas tomadas.

Macron lleva meses advirtiendo de la necesidad de que Francia refuerce sus fuerzas armadas ante la creciente amenaza externa, que tiene como objetivo a Rusia.

La última advertencia en este sentido la lanzó este fin de semana durante la cumbre del G20 en Sudáfrica, donde afirmó que «Francia debe seguir siendo una nación fuerte, con un ejército fuerte, pero también con capacidad de movimiento colectivo», informa Efe.

Unas palabras que formaban parte de la cerrada defensa que hizo de su jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Fabien Mandon, quien unos días antes había asegurado que ante el aumento de la amenaza internacional, el país debe estar preparado para «aceptar perder a sus hijos», palabras que generaron una gran polémica en el país pero que dejaban entrever la existencia de este programa de reanudación del servicio militar, que fue abolido por Chirac en 1997.

Según diversos medios, la medida estaría dirigida a entre 10.000 y 50.000 jóvenes en un primer momento, fijado en 2030.

Para entonces, la programación militar francesa prevé que va más allá de los 200.000 soldados y 47.000 reservistas actuales, a 210.000 militares y 80.000 tropas de reserva.

La medida cuenta con el apoyo de los partidos de derecha y de extrema derecha, mientras que la izquierda se muestra más reticente.

El portavoz del grupo socialista en el Senado, Patrick Kenner, se mostró «prudente» y apostó por un ejército profesional pero no cerró la puerta a admitir el alistamiento voluntario de jóvenes.

Las fuentes sugieren que, además de aumentar la masa militar del país, el establecimiento del servicio militar voluntario también beneficiaría la cohesión nacional.