Me temblaba la mano al coger el teléfono
- Publisheddiciembre 5, 2025
Haimar Etxeberría Todavía habla con la ilusión de quien no puede creer lo que está viviendo. No hace mucho celebraba sus victorias con croquetas en el bar del pueblo y hoy se prepara para compartir el maillot con personalidades del ciclismo mundial en un equipo que muchos comparan con el el verdadero madrid de este deporte.
Su salto al WorldTour es vertiginoso, pero mantiene la misma brújula: aprender, trabajar y no perder la esencia que le trajo hasta aquí. “Lo que no quiero es dejar de lucrar”, repite. No le tiembla la voz cuando sueña: Lieja, Flecha y, un día, ganar delante de su puerta, en San Sebastián. El piloto atendió a MARCA en pleno Gran Canaria 365
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P. ¿Cómo van estas semanas? ¿Cómo se vivió este fichaje?
R. Como dicen, ha sido una auténtica locura. Desde que gané en Castilla y León y llevé un mes de muy buenos resultados, mi manager, Álex Carrera, y Beñat empezaron a ver opciones reales de dar el salto al WorldTour. Había equipos interesados. Todo parecía ir hacia Jaico, pero tuve una conversación con Red Bull en la que percibí una sensación especial desde el primer minuto; Entendieron mis objetivos y cómo querían trabajar conmigo. No tuve ninguna duda a la hora de firmar con ellos para dar el paso.
P. ¿Ni siquiera la opción de Movistar, siendo el gran equipo español, le hizo dudar?
R. Movistar me gusta mucho y lo he seguido siempre, porque es un equipo español y a cualquier corredor nacional le gustaría competir allí. Pero Red Bull es un equipo al que también sigo desde los tiempos de Peter Sagan. Empecé a enamorarme del ciclismo cuando revolucionó el deporte. Además, fue casualidad que llegara Remco Evenepoel, mi gran referente. Todo salió bien y decidí irme a Red Bull.
P. ¿Era el eslovaco su gran ídolo de la infancia?
R. Sí. Fue Sagan quien me hizo querer convertirme en ciclista profesional. Siempre he admirado a Contador y a Valverde, pero buscaba un espejo que se correspondiera más con mi forma de correr, y él lo representaba: un ciclismo diferente, moderno, espectacular, con caballitos y un estilo único. Lo seguí desde que estaba en Liquigas.
P. Se ha convertido en uno de los nombres del futuro del ciclismo español. ¿Sientes esto?
R. Puede parecer, pero soy aficionado desde hace tres años; En realidad dos, porque casi me pierdo uno debido a una fractura de clavícula y un accidente automovilístico. Llegar al WorldTour con sólo 22 años, después de haber ganado ya con 21, dice mucho del trabajo realizado desde cero. Kern Pharma me dio oportunidades cuando las merecía y Finisher es una filial que trata muy bien a los pilotos. Eso marca la diferencia.
P. ¿Kern Pharma es hoy el gran trampolín hacia el WorldTour?
R. Podemos llamarlo así. Este es el equipo de moda: basta con mirar a los corredores que han progresado en los últimos años. Hace muy bien cosas sencillas, que a veces olvidamos. El trabajo de Juanjo es espectacular. No pone barreras a quienes están dispuestos a crecer, entiende lo que significa dar el paso y deja que los corredores evolucionen.
P. ¿Cómo fue el paso a Red Bull?
R. Fue un sueño. Red Bull me llamó y no me lo esperaba. Kern Pharma no ha puesto ningún obstáculo, lo ha entendido todo. Juanjo es una hermosa persona y sigue siendo alguien en quien confío. Hablamos hoy. Estos son vínculos que no se pueden romper.
P. ¿Impresiona llegar a un equipo con nombres como Evenepoel, Hindley o Roglic?
R. Este es un gran paso adelante. Ya pasé de amateur a profesional y ahora aquí hay otro aún más grande. Pero estoy motivado. Estoy trabajando duro y creo que el equipo me ayudará a adaptarme. Sé en lo que me estoy metiendo y lo afronto con ilusión.
P. ¿Qué tipo de corredor te imaginas llegar a ser en el equipo?
R. Aún es una incógnita, pero espero poder aportar desde el primer día. Una vez que me adapte al WorldTour y a la forma de trabajar de Red Bull, veremos dónde puedo desarrollarme.
P. ¿Qué carreras le atraen especialmente?
R. Me encantan las Ardenas. Sueño con ganar algún día la Lieja-Bastogne-Lieja o la Flecha Valona, las carreras que más amo. Y también la Clásica de San Sebastián, porque soy vasco y prácticamente sale de mi casa.
P. ¿Por qué tanta devoción por las Ardenas?
R. Desde los tiempos de Valverde parecía que ganarles era fácil. Hoy, Evenepoel y otros lo hacen con enorme autoridad. Es el ciclismo lo que inspira. Me encantaría obtener un buen resultado allí algún día.
P. Su fichaje tuvo una enorme repercusión mediática. ¿Cómo se gestiona esto?
R. Mi nombre es conocido en todo el mundo. Es como fichar por el Real Madrid del ciclismo. Hay que saber usarlo. Soy una persona sencilla; Estoy con mi familia, mi pareja y mis amigos. No quiero cambiar y no lo haré. Ser ciclista profesional es disfrutar y trabajar, sin perder la esencia.
P. ¿Cómo reaccionó su entorno inmediato?
R. Mis amigos todavía están en shock. Nadie esperaba que fuera Red Bull. Cuando jugó Jaico, todos insistieron y yo me quedé en silencio. Esta llamada fue un momento inolvidable. Me temblaba la mano. Sigo siendo una persona popular y quiero mantener esa línea.
P. ¿Cuál es el gran objetivo para 2026?
R. Aprende. Hoy los resultados cuentan, pero mi prioridad es absorber todo lo posible: del cuerpo técnico, del cuerpo técnico, de mis compañeros. Tengo el privilegio de tener esta oportunidad. Cada consejo irá directamente al cuaderno.
P. ¿Qué es lo que más te sorprendió del equipo?
R. La estructura. Somos 29 corredores y más de 200 personas que trabajan a nuestro alrededor. Todos están especializados y cualquier problema se resuelve al instante. Es otro mundo.
P. ¿Cómo empezaste?
R. Empecé con las pruebas. Luego mis amigos me llevaron a dar paseos en bicicleta por la ciudad. Tenía una bicicleta blanca, sin marca, con las marchas en el cuadro. Medía 1,70 metros y pesaba 82 kilos. Era un velocista. La vida ha cambiado mucho.
P. ¿Qué está cambiando en tu vida?
R. Antes celebrábamos las carreras con croquetas en el bar del pueblo. Si las cosas salieran mal, ni siquiera nos veríamos. Ahora entreno casi todos los días del año. Es otro nivel, pero sin obsesionarme.
P. ¿Aún vives en la ciudad?
R. Sí, con mi abuela. Soy una persona sencilla. Este estilo de vida es lo que me trajo aquí y no quiero cambiarlo.
P. ¿Cómo es vuestro grupo y vuestra vida diaria?
R. Con mis amigos de la ciudad. Luego salen de fiesta y yo me voy a casa. También tengo un grupo de chicos de 40-50 años, auténticos frikis del ciclismo. Me encanta montar con ellos.
P. ¿Cómo vive tu abuela este cambio?
R. Creo que el primer clic se produjo cuando me vio ganar en la Vuelta al Bidasoa. Nunca fui a las carreras porque estaba nervioso, pero ese día fui. Ahí empezó todo. Ahora ve que firmo por un equipo así y queda tan impresionado como yo. Lo asimilamos juntos.
P. ¿Duele la presión?
R. Si lo gestionas bien, no. Cuando se lesionó, era el mismo corredor que es hoy. Si trabajas duro y lo disfrutas, las cosas suceden. Lo que mata es dejar de disfrutar.
P. ¿Qué ciclista aspiras a ser?
R. Valverde es otro nivel. El verdadero espejo es Aranburu. Me gustaría algún día acercarme a lo que representa como corredor.
P. ¿Qué le han dicho otros ciclistas del WorldTour?
A. Disfruta y aprende inglés. Es fundamental comunicarse. Muchos me lo han repetido.
P. ¿Qué le dice Patxi Vila?
R. Disfrútalo. Nos conocemos desde hace años. Es sorprendente que dos ciclistas de la misma ciudad estén ahora en el mismo equipo. Insiste en que sigue igual.
P. ¿Con qué victoria soñaría con retirarse algún día?
R. Con una Lieja-Bastoña-Lieja en mi historial. Sería un sueño.
P. ¿Cuándo comprobaste que todo estaba cerrado?
R. Poco a poco, con conversaciones constantes. El momento en que dejé de hablar con mi entrenador a diario fue el verdadero punto de inflexión. Allí comprendí que ya no era corredor de Kern Pharma.
P. ¿Cómo es tu vida ahora entre viajes y concentraciones?
R. Gran Canaria, Salzburgo para las pruebas físicas, Mallorca para la primera concentración… Allí será oficial, estaré con todo el equipo.
P. ¿Qué haces fuera del ciclismo?
R. Café con amigos, pasear al perro, ver carreras, coches, motos, balón al alcance… Vida normal.
P. ¿El día más duro y más bonito?
R. La más dura fue la Copa de España en Vigo. La más bella, el reciente cuarto lugar ante el aplauso de toda mi familia.
P. ¿La primera bicicleta que recuerdas?
A. Una bicicleta blanca sin marca, con tres platos y seis piñones, cambia de cuadro.
P. ¿El corredor que abrió el camino?
R. Peter Sagan.
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