Hacia Grupo Ribera las quejas siguen acumulándose las ‘malas prácticas’ que habrían estado llevando a cabo en su gestión del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid). Ahora, laSexta ha accedido a la carta de dimisión en 2023 de un anestesista quien trabajaba en el hospital denunciando que se propuso a los anestesistas operar dos quirófanos al mismo tiempo cuando solo se puede operar una sala por persona.

En dicha carta, enviada el 27 de marzo de 2023, la exempleada anunció su salida voluntaria de su cargo como anestesista en el hospital luego de tres años en su cargo. Y, en él, contaba los motivos por los que había tomado esa «difícil decisión».

Para la trabajadora, el punto de inflexión en el Hospital de Torrejón fue el 11 de octubre de 2022, día en el que su jefe de servicio fue despedido con «engaño y premeditación»: «A día de hoy no sé el motivo concreto y concreto, pero he seguido trabajando cinco meses más para ver cómo iba a evolucionar la cosa. Observando las diferentes tomas de decisiones estos meses, Sólo puedo llegar a la conclusión de que todo son falsas promesas y más desmantelamiento del servicio.«.

De hecho, precisa que con su dimisión, ya eran 12 los anestesistas que habían abandonado el hospital en apenas cinco meses (de octubre de 2022 a marzo de 2023). «Nos dijeron que no querían que el hospital se quedara sin anestesista pero han traído personal comercial con nulo compromiso con el buen funcionamiento del servicio.«, añade.

Respecto a estos trabajadores, el exempleado explica que son personas que “ni siquiera se molestan en brindar analgesia intraoperatoria para que el paciente tenga una corta estadía en la UCPA y pueda ser dado de alta prontamente y en condiciones de calidad”. Además, denuncia que «existían protocolos de anestesia basados ​​en la evidencia para mejorar determinados resultados postoperatorios (como en cirugía bariátrica o artroplastias de rodilla) que ya no se aplican».

«Es más, Estos anestesistas externos tienen tan poco compromiso con el hospital que ninguno de ellos tiene intención de convertirse en personal fijo y prefieren seguir trabajando como trabajadores comerciales. (La gente no es ingenua y sabe lo que más les beneficia, cobran lo mismo que el personal fijo por las horas extras y no tienen el compromiso de 37,5 horas/semana ni las guardias obligatorias)», continúa en su carta. No sólo eso, sino que afirma que uno de estos nuevos anestesistas «permite realizar una intervención a un paciente pediátrico sin ningún tipo de anestesia porque dice que desconoce las dosis pediátricas».

Por otro lado, el ex anestesista también señaló que el personal que seguía en su puesto «en condiciones cada vez más hostiles» fue «despojado de los pocos beneficios no económicos que luchamos por conseguir para hacer más atractivo el hospital y el servicio para que la gente viniera a trabajar».

Condiciones que empeoraron con «la situación pospandemia y las elecciones autonómicas de mayo»: «El calendario quirúrgico ha sido cada vez más ambicioso (por no utilizar otro adjetivo), y en lugar de fomentar el trabajo extra, ha aumentado el número de pacientes en consulta con bonificaciones al mismo tiempo y clasificaciones muy malas».

«Y para colmo, en febrero (2023) implementaron quirófanos los fines de semana, informándonos con tres días de antelación y con anestesistas externos ya programados para los fines de semana de los dos meses siguientes. Y para colmo, Con la excusa de la falta de personal, utilizaron el todo vale y propusieron que los fines de semana un anestesista pudiera atender uno y medio o dos quirófanos al mismo tiempo. (hechos que sólo he visto en muy pocos casos privados) e incluso han utilizado personal no habitual del bloque quirúrgico. No sé si esto podría poner en duda la seguridad del paciente, el lema clave del hospital. Desde entonces no sé cuántos incidentes de seguridad han ocurrido pero ya no hacemos esas sesiones de revisión de seguridad en el servicio, me pregunto si alguien las está revisando”, se queja.

También advirtió que tras su dimisión, «los problemas para cubrir puestos de anestesia han ido en aumento», con «empresarios que desconocen cómo funciona el hospital, haciendo trabajos de guardia y mejor remunerados, ya que les pagan el doble/triple que el personal fijo».

Sin embargo, lejos de poder denunciar estas situaciones y ser escuchados, El ex anestesista fue castigado por hacer estas afirmaciones: “Mis constantes quejas por la situación actual han llevado a que en el cronograma del próximo mes de abril me sancionen y sin previo aviso ni discusión me hayan prohibido directamente realizar horas extras como complemento al salario base (aún a riesgo de quedar vacante o ser cubierto por personal comercial de dudosa capacidad).”

Por todo ello, la trabajadora presentó su dimisión porque “no se valora el esfuerzo que pongo en hacer bien mi trabajo además de penalizarme por mis quejas”. «Realmente espero y deseo que las cosas mejoren un poco y todos volvamos a encontrar nuestro sitio en esta nueva etapa del hospital de la Ribera», concluye su carta.

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