la avispa asiática y la sequía desploman a la mitad la producciónca y la sequía desploman a la mitad la producción
La agresividad de la avispa velutina y la deshidratación de un verano sin lluvias han dejado escuálidas las colmenas asturianas. Los siempre laboriosos apicultores de Aller estiman que este año la producción del dulce néctar ha caído aproximadamente a la mitad. Si en ejercicios anteriores la cosecha superó las 25 toneladas, los productores calculan que la actual campaña dejará entre 12 y 13.
[–>[–>[–>Los apicultores alleranos son un referente del sector en Asturias. Conforman una de las agrupaciones de productores más activas y numerosas de toda la región y llevan años enfrascados en una batalla contra la llamada avispa asiática (velutina). «Este año hemos eliminado 380 nidos y atrapado más de 13.000 ejemplares», explica Jesús Tejón, presidente del colectivo. Este esfuerzo no ha servido, al menos en esta ocasión, para proteger las colmenas. «La sequía ha castigado también al sector y, si a estos dos problemas unimos la proliferación de un ácaro (varroa) que también perjudica la producción, el resultado es una reducción a la mitad».
[–> [–>[–>El citado ácaro, que prolifera en los montes de la comarca del Caudal, daña a las abejas porque se alimenta de su tejido graso, un órgano esencial para la inmunidad y la energía, dejándolas débiles y sin defensas. Ataca sobre todo a las crías, que pueden nacer deformes o incapaces de volar, y además transmite virus, especialmente el de las alas deformes, que puede extenderse por toda la colmena. Su reproducción es muy rápida, de modo que la infestación crece enseguida y provoca un debilitamiento general que puede llevar al colapso de la colonia.
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Picaduras peligrosas
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Pero más aún que la varroa, lo que preocupa a los apicultores es la avispa velutina. «Asedian constantemente a las abejas y, pese a que en Aller estamos trabajando intensamente desde hace años para frenar su propagación, esta especie invasora está en todas partes». Jesús Tejón recuerda que la también conocida como avispa asiática es asimismo un peligro para el hombre. «Es muy agresiva cuando siente que su nido está amenazado y puede atacar en grupo», remarca. Sus picaduras son más dolorosas que las de la avispa común y pueden causar reacciones alérgicas graves, incluso anafilaxia en personas sensibles. Además, puede picar varias veces porque no pierde el aguijón. Aunque no suele atacar sin motivo, su presencia en zonas urbanas o rurales aumenta el riesgo de encuentros y accidentes.
[–>[–>[–>Los apicultores, en el actual contexto de crisis, demandan más apoyo del Principado. «Somos un sector un poco olvidado pese a que las abejas son esenciales para el sostenimiento del campo», apunta Tejón. «Necesitamos más atención institucional y que se valore el trabajo que realizamos por el sostenimiento del medio ambiente».
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Premio a la dedicación
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A falta de un mayor reconocimiento externo, los apicultores alleranos disfrutaron un afectivo encuentro anual. En la cita de este año, el premio de apicultor del año recayó en Jesús Tejón, a quien le habían ocultado la sorpresa. «Fue un emotivo gesto que agradezco enormemente». Tejón lleva siete años al frente de la asociación y casi 40 como miembro de la misma.
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