Recuerdo que en mi época escolar nos ponían de deberes confeccionar nuestros propios paños de limpieza


La visión japonesa de la limpieza va mucho más allá de la higiene. Como explica Azumi Uchitani, experta en cultura japonesa y ex sacerdotisa sintoísta: La limpieza es una forma de educar la mente, organizar la energía y cultivar la serenidad interior.
Las declaraciones de Uchitani no se refieren a técnicas modernas ni a tendencias con fecha de caducidad, sino a una tradición muy arraigada en la vida diaria en Japón.
La limpieza como acción consciente
En la sociedad europea contemporánea, la limpieza se considera a menudo como una trabajo pesado o una tarea que, Si puedes, delegalo en otras personas.
Sin embargo, Azumi Uchitani, autora del libro Yoshiku, el arte japonés de la manifestación (Editorial Urano), recuerde que En Japón la visión es muy diferente. La limpieza no se considera un trabajo menor, sino más bien un Acto consciente que conecta a la persona con su entorno y consigo misma.
Desde este punto de vista, La limpieza transforma no sólo el espacio físico, sino también el mundo interior. Al ordenar, barrer o fregar, cultivas la atención plena como si estuvieras meditando en la posición de loto y generas un estado de ánimo más tranquilo. Esta idea aparece constantemente en la tradición japonesa, donde el cuerpo, la mente y el entorno no se entienden como elementos separados.
La educación japonesa y el valor de limpiar juntos
Uno de los recuerdos compartidos por Azumi Uchitani es particularmente revelador; Durante sus años escolares, los niños aprendieron a haz tus propios paños de limpieza como parte de tus tareas. No se trata de una anécdota aislada, sino de una práctica docente común.
Este gesto contiene un mensaje profundo. Fabricar tus propios utensilios de limpieza significa responsabilizarte del mantenimiento de los espacios que utilizas y comprender el valor del esfuerzo. Desde pequeños, los niños aprenden que el entorno común es responsabilidad de todos y que mantenerlo limpio es una prioridad. una forma de respeto hacia los demás.
Limpieza de templos y escuelas, una práctica de formación
En Japón, esta enseñanza no se limita al entorno escolar. En el templos budistasLos monjes limpian los pisos y las habitaciones todos los días con extrema atención, hasta el punto que el movimiento parece una coreografía. La limpieza se convierte así en una forma de formación espiritual.
En muchos templos, También se invita a los visitantes a participar en los esfuerzos de limpieza. No como un castigo, sino como un honor. Limpiar un espacio sagrado te permite sentir la energía que se genera cuando un lugar es atendido con respeto y presencia plena.
Purificación, energía y equilibrio interior
Azumi Uchitani explica que, tanto en el budismo como en el sintoísmo, La limpieza está ligada a la idea de purificación. En el sintoísmo existe el concepto de kegaréque se refiere a la impureza no sólo física, sino también espiritual, generada por pensamientos, emociones o experiencias negativas..
La práctica de la limpieza, o Kiyomeru (purificar), Ayuda a eliminar las impurezas acumuladas en el interior. No se trata sólo de eliminar la suciedad visible, sino de restablecer la armonía entre el interior y el exterior. Para ello también se utilizan pequeños rituales, como echar un poco de sal en un salero a la entrada de casa, un gesto en el que la actitud atenta, centrada en el presente, es tan importante como poner la propia sal.
La ceremonia del té y el ritual de limpieza.
Un claro ejemplo de esta visión es la ceremonia del té japonesa. Antes y después del ritual, Limpiar bien el recipiente y los utensilios. Es inconcebible que el proceso no incluya la limpieza de los instrumentos para que estén listos para la próxima ceremonia.
La limpieza marca el inicio y el final del ritual, Crea un espacio mental de calma y presencia. Así, cada gesto diario se convierte en una oportunidad para practicar la atención plena y la serenidad.
Aprecia que la limpieza transforme tu mirada.
Azumi Uchitani señala que cuando cambiamos nuestras creencias sobre la limpieza, también cambia la forma en que interactuamos con quienes la practican. En Japón, ser conscientes de los esfuerzos necesarios para mantener la limpieza de los espacios públicos Fomenta el respeto y la gratitud.
Reconocer el valor de la limpieza, Ya sea una calle, una escuela o un edificio, tiene un impacto directo en nuestro estado emocional. Incluso en días difíciles, estar atento a estos gestos puede transformar nuestra energía y generar una sensación de armonía.
Limpieza, serenidad y silencio interior.
La relación entre limpieza y serenidad también aparece ligada al concepto japonés de jakuque se refiere a un estado de profunda calma y quietud mental. Cuando el ambiente está limpio y ordenado, los ruidos internos se atenúan más fácilmente.
Para Uchitani, la serenidad no consiste en eliminar toda actividad, sino en permitir que el diálogo interno se calme.
Cómo aplicar esta filosofía en tu vida diaria
Adoptar la visión japonesa de la limpieza no significa copiar rituales complejos, sino cambiar la intención con la que limpiamos. Aquí hay algunas ideas prácticas que puede aplicar:
- Limpiar sin prisas, prestando atención a cada gesto.
- Utilice, siempre que sea posible, herramientas simples y naturales y reutilizable.
- Mentalmente gracias por el espacio. que te ocupas.
- Involucrar a todos los miembros del hogar. en entrevista conjunta.
Una práctica diaria con profundo impacto
Comience con algo simple, Elige un espacio pequeño de tu hogar y límpialo tranquilamente, con calma, sin música ni distracciones.
Observa cómo te sientes antes y después. Según la enseñanza transmitida por Azumi Uchitani, este ejercicio puede convertirse en un forma diaria de organizar no sólo tu hogar, sino también tu mente y energía.
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