el Barça aceptó la «liberalidad» de los pagos a Negreira pero rechazó el pacto en el caso de los agentes
Juan Laportapresidente de FC Barcelonaaseguró ante el juez del caso Negreira que el club había firmado un «Acuerdo fiscal global con Hacienda» y él nunca aceptó eso los pagos a las empresas de José María Enríquez Negreira, exvicepresidente de la CTA, fueron sólo liberalidad.
Pero nuevamente en este caso Negreira las pruebas relatan hechos muy diferentes a los relatados por el club. EL actas de la Agencia Tributaria de este asunto al que tuvo acceso ESPAÑOL Desmienten ambas afirmaciones.
El presidente del Barça declaró el pasado viernes durante aproximadamente una hora ante el juez que investiga el caso Negreira, ese mismo día. luis enrique Y ErnestoValverde.
Cuando apareció, Juan Laporta Intentó desligar de cualquier irregularidad los pagos realizados a José María Enríquez Negreira y a su hijo, defendió su utilidad deportiva y negó que el club asumiera que se trataba de simples donaciones sin contraprestación real.
También dijo que en julio de 2021 el Barça llegó a un acuerdo «integral» con la Agencia Tributaria para poner fin a todas las inspecciones abiertas, incluida la que afectaba a los pagos a los agentes de jugadores, uno de los puntos que, según dijo, tenía mayor impacto económico para la entidad en ese momento.
Declaraciones de Joan Laporta en el caso Negreira
El acuerdo con Hacienda
La documentación oficial de Inspección del Tesoro del Estadofirmado este mismo mes de julio de 2021, al que pudo acceder EL ESPAÑOL, pinta un escenario muy diferente.
Los minutos (en el Impuesto sobre sociedades e IVA) firmado por el club revelan que el Barcelona no aceptó un acuerdo global para todas las causas abiertas, pero rechazó expresamente la regularización ligada a los pagos a los agentes de jugadores.
Al mismo tiempo, aceptó -por escrito y con firma- que el Los pagos a las empresas de Negreira fueron clasificados a efectos fiscales como donaciones.con todas las consecuencias fiscales que ello implica.
Joan Laporta, con uno de los informes elaborados por Enríquez Romero
Reuters
Durante el interrogatorio del fiscal, Laporta explicó que cuando convertirse en presidente en marzo de 2021conoció a un Situación económica “límite” y con varias inspecciones de Hacienda abiertas, iniciadas en julio de 2019.
Según su versión, la prioridad era evitar un impacto aún mayor en las cuentas del club y, para ello, Aceptaron una propuesta de las autoridades fiscales que les permitió cerrar “todas estas cuestiones” por acuerdo máximo.
«Firmamos el acuerdo», dijo Laporta. insistiendo en que se trata de un pacto integral que incluye, entre otras cuestiones, el histórico conflicto por la contabilización de los pagos a los agentes de los futbolistas, una fachada que calificó de potencialmente perjudicial para las finanzas del Barça.
Los documentos oficiales contradicen esta afirmación. En el documento de cumplimiento del impuesto de sociedades, de 21 de julio de 2021, la propia Inspección detalla que el Barça expresó su disconformidad con varios artículos clave de la regularización.
En concreto, la ley distingue diferentes bloques: el Regularización de cuotas de IVA correspondientes a las facturas de agentes de los diferentes actores.servicios recibidos de determinadas entidades sanitarias y gastos relacionados con viajes chárter.
Todos estos puntos fueron rechazado por el club y quedaron registrados en actas separadas de desacuerdo que firmaron en julio de 2021.
En otras palabras, lejos de aceptar un cierre global, la Barcelona se negó a aprobar específicamente el artículo relativo a los agentes de futbolistas, el mismo que Laporta presentado ante el juez como uno de los grandes problemas de legado que se resolvió gracias al pacto con Hacienda.
La única parte aceptada conforme fue la relativa a las facturas de las empresas Nilsad SCP y Dasnil 95 SL, vinculadas a Enriquez Negreira y sus alrededores.
En el acto de cumplimiento del IVA la historia se repite. Se rechaza el acuerdo sobre regularización del pago del IVA correspondiente a las facturas de los agentes de futbolistas.
Por otra parte, el acuerdo sobre las facturas de Nilsad Y Dasnil 95así como los ingresos por la primera inscripción como jugadores profesionales de los futbolistas que pertenecieron a la cantera del club.
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona
¿Qué es la “liberalidad”?
Otro aspecto clave de la declaración de Laporta tiene que ver con la clasificación fiscal de los pagos corporativos. José María Enríquez Negreira.
Cuestionado por el fiscal, el presidente negó categóricamente que el club hubiera admitido que estos pagos constituyeran un regalo, es decir, un regalo. un gasto sin causa económica real o sin compensación efectiva.
Según su versión, aceptar el acta no implicó reconocer que no existieron servicios de asesoría arbitral o que no hubo informes.
En términos fiscales, la liberalidad tiene un significado muy especial. La legislación relativa al Impuesto sobre Sociedades considera como donaciones los gastos que Representan una provisión gratuita de fondos, sin compensación directa y necesaria para obtener ingresos..
Se trata esencialmente de pagos que no tienen una correlación demostrable con la actividad empresarial y, por tanto, no son deducibles.
EL Inspección de Hacienda fue explícito para justificar esta calificación. El informe señala que el FC Barcelona no ha acreditado la realidad ni la eficacia de los servicios facturados por Nilsad SCP Y Dasnil 95 SL.
A pesar de las reiteradas solicitudes, el club no ha facilitado contratos, misiones precisas, identificación de los profesionales que habrían prestado los servicios ni informes, vídeos o documentos que justifiquen el asesoramiento arbitral facturado desde hace varios años.
Durante un procedimiento en febrero de 2020, el propio representante del club admitió ante la Inspección que había sido «imposible» encontrar estos documentos porque los responsables de este trabajo ya no se encontraban en el club.
El hijo del ex vicepresidente del Comité Técnico de Arbitraje (CTA) José María Enríquez Negreira, Javier Enríquez, a su salida de la Ciudad de la Justicia de Barcelona
La posición del Tesoro
Para el Tesoro, esta brecha de evidencia fue decisiva para terminar calificando los pagos como donaciones.
La ley incluye una amplia base legal basada en la doctrina consolidada del Tribunal Supremo.
Según esta jurisprudencia, para que un gasto sea fiscalmente deducible no basta con que exista factura o que se haya realizado el pago. Es imprescindible acreditar la realidad del servicio.su realización y su vinculación directa con la generación de ingresos.
La Inspección concluyó que, en En el caso de las empresas de Negreira estos requisitos no se cumplieron. No se ha acreditado la prestación real de los servicios ni su incidencia directa en la actividad comercial del club.
Por tanto, los pagos se consideraron donaciones y, como tales, no eran deducibles ni del Impuesto sobre Sociedades ni del IVA soportado.
Además, la ley enumera las circunstancias que, según la jurisprudencia, definen un regalo: la entrega gratuita aceptada por el destinatario, la ausencia de una función retributiva y la ausencia de contraprestación real.
Desde este punto de vista, Hacienda descartó que los pagos puedan calificarse como “gastos necesarios” para obtener rendimiento deportivo o económico.
Aceptación expresa del club.
A pesar de la defensa verbal de Laporta Ante el juez, el documento firmado en julio de 2021 no deja lugar a ambigüedades.
En el último artículo de la ley, el contribuyente -el FC Barcelona– acepta la propuesta de liquidación y extiende su aceptación “a los hechos que constan en el acta y a todos los demás elementos que determinan dicha liquidación”.
Esta aceptación incluye expresamente la calificación de pagos a Nilsad Y dasnil así como las donaciones y la consiguiente regularización fiscal.
El club no recurrió esta parte del informe y procedió al pago de la deuda resultante, que asciende a 456.574,26 euros entre honorarios e intereses vencidos. Impuesto sobre sociedades (16/2015) y 558.041,65 € a partir de TINA (2015/16/17/18).
En total, el El FC Barcelona pagó 1.014.615,91 € entre los dos minutos de cumplimiento y en ninguno de ellos cerró el que Joan Laporta consideraba el expediente más importante de las cuentas del club.
Laporta posa junto a los palcos del “caso Negreira” durante una rueda de prensa
Otra contradicción
La distancia entre el contenido literal del acta de Hacienda y el relato contado por Joan Laporta ante el juez introduce una contradicción relevante en el caso Negreira.
Por un lado, el presidente sostuvo que nunca se ha reconocido la inexistencia de los servicios ni su inutilidad deportiva.
Por otro lado, la documentación oficial demuestra que el club aceptó la regularización basándose precisamente en la falta de acreditación de estos servicios.
También se rebate la idea de un acuerdo fiscal global que ponga fin a todas las investigaciones abiertas.
El Barça rechazó la regularización de los pagos a los agentes, una cuestión que Laporta calificó de crucial, y sólo aceptó la parte vinculada a Negreira.
Aunque Laporta comparece como testigo y su acusación fue interpuesta por prescripción, estas discrepancias documentales añaden presión a la historia institucional del club.
En un caso que ya ha escrutado dos décadas de pagos opacos y ha generado un fuerte impacto reputacional, las actas de Hacienda se han convertido en un elemento incómodo: un documento firmado que contradice, punto por punto, la versión defendida ante el fiscal.
Las actuaciones judiciales siguen su curso, centradas en los pasos de Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu al frente del club, debido a los plazos de prescripción de años anteriores.
Pero el documental pasado parece ir en contra de la historia del Barça, al menos fiscalmente. El Barça aceptó que los pagos a Negreira serían liberales y no firmó ningún acuerdo global que borrara todas sus diferencias con Hacienda.
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