Tasadores denuncian que el modelo con el que trabajan las empresas se basa en trabajadores autónomos con tarifas más bajas y por debajo de los costos. Señalan que sus honorarios representan en algunos casos apenas el 20% de lo que paga el cliente final, permanecen prácticamente congelados desde 2008 y sitúan sus ingresos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, pese a la carga técnica y de gestión que deben asumir por la nueva normativa que afectar tu trabajo ha ido aumentando en los últimos 15 años. Además, subrayan que el objetivo no es encarecer injustificadamente las hipotecas, sino alinear los precios con los costes reales, eliminar comisiones indebidas y garantizar que quienes realizan las obras no sigan haciéndolo con pérdidas.

La huelga afectará prácticamente todas las tasaciones hipotecarias canalizado a través de empresas homologadas, especialmente aquellas de entidades financieras y grandes carteras. Una circunstancia que, indican, puede ralentizar la concesión de hipotecas, retrasar las operaciones relacionadas y generar importantes retrasos en la firma de préstamos, con un impacto directo en la planificación financiera de familias y empresas.

La AETH recuerda que las tasaciones hipotecarias son una derecho ciudadano, no de los bancos, y que cualquiera puede solicitar directamente una tasación y utilizar el informe con la entidad que elija. Precisamente, uno de los objetivos de la huelga es proteger que esa valoración se haga con independencia, tiempo suficiente y rigor técnicoevitando errores que puedan afectar el acceso al crédito y la seguridad del ahorro.

Además, explica que un ajuste razonable de tarifas no implica necesariamente un incremento significativo en el precio final, ya que la eliminación de comisiones comerciales que hoy no aportan valor al cliente podría neutralizar por completo ese coste.