David Lappartient no deja lugar a medias tintas. «No hay plan B», declaró el presidente de la UCI tras el seminario anual de la WorldTour y el WorldTour femenino organizado en Ginebra los días 10 y 11 de diciembre. El evento reunió a equipos, organizadores y ciclistas para hacer balance del presente y coordinar el rumbo hacia 2026.

El francés marcó la pauta desde el principio: la política se coló en el deporte. «La politización del deporte y el impacto de la geopolítica, como vimos en LaVuelta, fueron temas centrales. » señaló, refiriéndose a las protestas pro palestinas. «Nuestro mensaje es claro: somos políticamente neutrales. Somos una herramienta de unidad, no un instrumento de sanción», añadió en declaraciones recogidas por Cyclismatu.net.

La seguridad ha vuelto a convertirse en el punto central del debate. La UCI defendió el sistema de tarjetas amarillas por conductas peligrosas, la mejora de las barreras y zonas de meta, una mejor protección contra los obstáculos y la coordinación reforzada del programa SafeR.

No todos aplaudieron la evidencia reciente. Se han criticado las pruebas con máximas novedades y dispositivos GPS, diseñados para mejorar el control de carrera y el análisis de incidencias. También se habló de la salud del corredor. «Los atletas, tanto hombres como mujeres, tienden a ser demasiado delgados para escalar mejor. Esto plantea cuestiones importantes», advierte Lappartient, insinuando que se está trabajando en nuevos protocolos médicos y medidas contra el estrés por calor.

En cuanto a integridad, el francés fue directo. La UCI volvió a analizar 300 muestras en 2025 en colaboración con la Agencia de Pruebas Independiente. «Reafirmamos nuestra voluntad inquebrantable de luchar contra el dopaje y volver a analizar las muestras hasta diez años después», insistió. “Para nosotros no existe un plan B. Debemos luchar lo más eficazmente posible”.

Las perspectivas económicas son brillantes, aunque no exentas de grietas. “El ciclismo nunca había sido tan popular”, celebró. «Los presupuestos están aumentando, al igual que los salarios. En el ciclismo femenino, los salarios han aumentado un 30% anual durante tres años.» Sin embargo, dos equipos masculinos WorldTour han desaparecido esta temporada. “Esto demuestra que la economía de los equipos sigue siendo compleja”, reconoció, pidiendo estabilidad del calendario, control de costes y valor mediático sostenido.