China lanzó este lunes nuevas maniobras militares alrededor de Taiwán, desplegando tropas, aviones, buques de guerra y sistemas de artillería de largo alcance, con el fin de «disuadir» a las «fuerzas externas» que pretendan «interferir» en la cuestión taiwanesa, en una referencia velada a Estados Unidos y Japón.

Bajo el nombre en clave ‘Misión Justicia-2025’, estos ejercicios, que se prolongarán hasta las 18.00 horas (10.00 GMT) del martes, se centraron en siete zonas aéreas y marítimas cercanas a la isla, donde las fuerzas chinas realizaron entrenamientos con fuego real a lo largo de la jornada.

«Esta es una firme advertencia contra las fuerzas separatistas de la ‘independencia de Taiwán’ y la interferencia externa, y una acción legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China», dijo Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental del ejército chino.

La Guardia Costera china, por su parte, también anunció la realización, a partir del 29 de diciembre, de patrullas «amplias de aplicación de la ley» en aguas cercanas a Taiwán y alrededor de los archipiélagos de Matsu y Wuqiu, situados frente a las costas chinas pero controlados por Taipei.

En este primer día de maniobras, el Ejército chino simuló varios escenarios de conflicto, incluidos ataques a objetivos marítimos y terrestres, operaciones antisubmarinas y ejercicios para alcanzar la «superioridad aérea regional», en los que participaron destructores, fragatas, aviones de combate, bombarderos y drones.

En comparación con anteriores juicios de guerra, ‘Misión Justicia-2025’ cubre áreas más amplias del Estrecho y la costa oriental de Taiwán, lo que representa un «estrechamiento del cerco» alrededor de la isla que «permitiría a las fuerzas navales y aéreas chinas acercarse desde múltiples direcciones», dijo Zhang Chi, profesor de la Universidad de Defensa Nacional de China, al periódico oficial Global Times.

Los medios estatales chinos difundieron imágenes de bombarderos H-6 equipados con misiles despegando, de barcos militares realizando fuego de artillería en aguas cercanas a Taiwán y de tropas terrestres activando sistemas de lanzamiento de proyectiles de largo alcance.

«Estos ejercicios se centran principalmente en patrullas de preparación para el combate marítimo-aéreo, la toma del control integral, el bloqueo de puertos y áreas clave, y la disuasión externa tridimensional», detalló el Mando del Teatro de Operaciones Oriental en un comunicado.

Tras el anuncio de estas maniobras, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán declaró que había puesto en marcha un centro de respuesta y desplegado fuerzas «apropiadas» para «proteger la libertad y la democracia» y salvaguardar la soberanía taiwanesa.

Destacó que el personal militar permanecerá en «alerta máxima» durante estos ejercicios: «La capacidad (del adversario) no será subestimada, pero tampoco infravalorada», subrayó en un comunicado.

Hasta las 15.00 horas (07.00 GMT) de hoy, el Ministerio había detectado 89 aviones de guerra, 14 buques militares y 14 buques de la Guardia Costera china operando alrededor de la isla, así como una flota de cuatro buques de asalto anfibio en el Pacífico Occidental.

El presidente taiwanés, William Lai, tachado de «independentista» y «alborotador» por las autoridades de Pekín, reafirmó este lunes su intención de seguir reforzando las capacidades defensivas de Taiwán y de «aumentar constantemente el coste de la agresión» contra el territorio autónomo.

A diferencia de otras maniobras militares, la ‘Misión Justicia-2025’ tiene como objetivo expreso «disuadir» a las «fuerzas externas», en un contexto marcado por el aumento del apoyo militar estadounidense a Taipei y por las recientes visitas de destacados políticos japoneses a Taiwán.

«Las fuerzas externas que utilizan Taiwán para contener a China y armar a Taiwán sólo alimentarán la arrogancia de la ‘independencia taiwanesa’ y empujarán al Estrecho de Taiwán hacia una situación de grave peligro de guerra», advirtió el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, en una rueda de prensa.

«Cualquier comportamiento pernicioso que cruce líneas rojas y provoque la cuestión de Taiwán sin duda enfrentará una respuesta firme de China», dijo.