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A la banca le cuesta 5.000 millones negociar con Carlos Cuerpo el ‘impuestazo’: manda Montero

A la banca le cuesta 5.000 millones negociar con Carlos Cuerpo el ‘impuestazo’: manda Montero
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  • Publishednoviembre 24, 2024



«Mamá, como ves, ella no era inocente.«le dijo el 29 de diciembre Carlos Cuerpo a su madre, cuyo móvil en mano grababa emocionada la primera intervención de su hijo como nueva Ministro de Economíaen el acto de traspaso de cartera celebrado en la sede del Ministerio en Madrid.

Era el día de Carlos Cuerpo, el Ministro de Economía más joven desde la época de Carlos Solchaganacido en 1985.

El que hasta entonces había sido el encargado de definir la estrategia de financiación de la deuda pública española con el Gobierno de Pedro Sánchez asumió el cargo, de manos de Nadia Calvinoque se dirigía a Luxemburgo para presidir el Banco Europeo de Inversiones.

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Carlos Body, un economista técnico del Estado, de buen carácter, con fama de trabajador, que a los nueve años se mudó con sus padres y su hermano a vivir a Suiza, ofreció un emotivo discurso aquel 29 de diciembre.

Pero el acto en el que todo el protagonismo debería haber recaído en el nuevo titular de Economía dio lugar a un aquelarre ministerial, algo más parecido a una gala de Goya en la que, sobre todo, se confirmaba quién iba a estar al frente a partir de ese momento. . momento en el Consejo de Ministros. No iba a ser Carlos Cuerpo.

María Jesús Montero.también nombrado ese mismo día vicepresidente primero del Gobiernoempoderada como siempre, vestida sobre una alfombra roja, tomó la palabra.

Teresa Ribera, María Jesús Montero y Nadia Calviño, el 29 de diciembre en el Ministerio de Economía. Alberto Ortega/Europa Press

«Teresa, ven aquí conmigo», pidió Montero, desde el mismo escenario en el que previamente había hablado Carlos Corpus, a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Riberaotra de las voces más influyentes del Gobierno, presente en el acto.

“Hemos trabajado muy intensamente en momentos tan complicados (…)”, comentó Montero junto a Ribera. «Trabajamos con la absoluta complicidad que hemos desarrollado mujeres en el área económica del Gobiernocon muchos otros compañeros en otras funciones (…)”, añadió.

«Cuando alguien en algún momento tuvo un momento de bajón, los demás hemos venido a darnos ánimos», recalcó el ministro de Hacienda, junto a Ribera y Calviño, y con Corpus ya relegado a un lado del escenario, en el oscuridad.

«Creo que hay algo que siempre está ahí en el ambiente, que tiene que ver con La empatía que las mujeres desarrollamos entre nosotras mismas.«Destruir lo que se dice de que las mujeres pelean entre ellas, eso es radicalmente falso, los hombres pelean entre ellas, las mujeres normalmente tratamos de ayudarnos y nos entendemos, lo cual en política es muy importante», aseveró.

Montero se refirió a la relación con Calviño como una «amistad que se forjó en las trincheras». Y afirmó que a todas las mujeres «que han dado un paso adelante y han dicho sí al presidente del Gobierno Creo que van a encontrar esa fuerza que tenemos que compartir entre nosotros para hacer posible este proyecto.

La nueva vicepresidenta del Gobierno finalizó su intervención abrazando a Teresa Ribera y Nada Calviño, ante los ministros, familiares, funcionarios y periodistas que habían asistido a la toma de posesión de Carlos Corpus, situada a un lado.

El nuevo ministro de Economía dio unos pasos hacia adelante, amagó con la intención de sumarse a Montero, Calviño y Ribera, que posaron ante los destellos y aplausos de los asistentes, pero finalmente dio dos pasos hacia atrás y, en el acto de tomar posesión del cargo. , no tuvo más remedio que empezar a aplaudirse a sí mismo.

Ribera, Montero y Calviño llamaron a Carlos Corps el 29 de diciembre en el Ministerio de Economía. Alberto Ortega/Europa Press

Un año después, con la Casos Koldo y Begoña Sánchez Apremiante, ha quedado claro que las pretensiones de Montero de aquel 29 de diciembre tenían su fundamento.

En la decisión de prorrogar el llamado impuesto bancario ha prevalecido la postura del ministro de Hacienda, pese a que las entidades financieras habían optado por Carlos Cuerpo como interlocutor.

De poco han servido las advertencias de los principales directivos de todos los bancos españoles sobre el nuevo impuesto. El trabajo realizado por la patronal bancaria, la AEB, no sirve de nada.

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«La patronal ha hecho un buen trabajo», afirman fuentes financieras. «Pero en un momento dado Montero tomó las riendas, cuando todo se estaba gestionando con Cuerpo.«, dicen. «El impuesto a los bancos lo ha cocinado el Ministerio de Hacienda directamente con la izquierda del PSOE evitando el Cuerpo», insisten.

Lo primero que hizo Carlos Body en enero de 2024, recién llegado al cargo, fue organizar reuniones y encuentros con los presidentes y primeros ejecutivos de los bancos españoles, alarmados estos últimos por la posibilidad de que el ‘impuesto’ a la banca volverse permanente.

Las reuniones y negociaciones se han mantenido a lo largo del año, pero al final el ‘impuesto bancario’ ha servido como moneda de cambio en la negociación para aprobar la reforma fiscal patrocinada por María Jesús Montero, que salió adelante en el Pleno del Congreso de el jueves pasado.

Montero abandonó el jueves el Congreso de los Diputados como se marchan los toreros de Las Ventas cuando le cortan dos orejas. Ni la declaración de Víctor de Aldama en el que afirma haber entregado 25.000 euros al jefe de gabinete de Montero a cambio de favores fiscales, desvirtuó el gesto del ministro.

El viernes, la apuesta del banco por Carlos Corpus como interlocutor para negociar el ‘impuesto bancario’ se tradujo en una pérdida en Bolsa de 5.000 millones de euros.






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