Carlos Santosel técnico que entrenó Carlos Alcaraz entre cinco y doce años, se pronunció tras la ruptura entre el tenista murciano y Juan Carlos Ferrerotrazando un inquietante paralelo con su propia experiencia.

En las declaraciones a eurodeporte, Santos no dudó en nombrar al padre del número uno del mundo como denominador común de las dos separaciones, revelando un patrón que se repite en la gestión del entorno del seis veces campeón. gran slam.

«A mí también me pasó: yo quería una serie de condiciones, el padre no las veía así. Y Juan Carlos tuvo que pedir otras condiciones que el padre tampoco quería y no cedió», dijo sobre Carlos Alcaraz Gonzálezpadre del tenista, quien ejercería un control decisivo sobre las decisiones del equipo.

El exentrenador, autor del libro «Alcaraz: La forja de un campeón», trabajó con el murciano durante ocho años antes de que su relación terminara en 2016 por desavenencias que ahora cobran nueva importancia.

Según su análisis, Ferrero encontró el mismo obstáculo: la imposibilidad de conciliar sus múltiples compromisos -su familia con tres hijos, su academia villena y diversos proyectos empresariales- con las exigencias de dedicación exclusiva que exigía el entorno de Alcaraz.

«Juan Carlos, ya hemos visto que no ha participado en muchos torneos. Tiene familia, tiene academia y tiene muchas cosas que hacer», explicó Santos, añadiendo que el tenista poco a poco se fue alejando de las instalaciones del valenciano para establecer su base de entrenamiento en Murcia.

Pero más allá de la cuestión temporal, Santos no evitó el factor económico como elemento clave de la ruptura. «Los acuerdos económicos han sido fundamentales. Y ahí el que gestiona todo para Carlitos no lo ha visto claro o lo que ya pide Juan Carlos Ferrero le ha parecido demasiado dinero, porcentajes de precios, etc. Creo que por ahí van los tiros», reveló el técnico murciano.

Sus palabras fueron aún más contundentes al generalizar sobre este tipo de conflictos: «Es triste, pero cuando la gente gana mucho dinero, quiere ganar mucho dinero, y el resto del equipo tiene que ganar dinero también, porque así es. Los porcentajes hay que repartirlos y cuando uno sólo quiere ganar dinero y los demás no ganan más, la relación se rompe».

Santos fue directo al identificar quién fue el responsable final de la decisión: «El que maneja todo es el papá de Carlos. Carlitos no tiene nada que ver, para él hubiera seguido con Juan Carlos. Pero si no hay entendimiento con la familia, se rompen las relaciones. A mí me pasó lo mismo».

El ex técnico, sin embargo, reconoció que el parón era previsible ya que se produjo la incorporación de Samuel López como segundo entrenador. «El cambio fue visible. Una vez que llegó Samuel como segundo entrenador valoramos que podía haber un cambio. Finalmente con Carlitos siempre se hicieron las cosas así, muy poco a poco para que no hubiera nada radical de un día para otro», explicó.

Aunque trazó el paralelo con su propia experiencia, Santos admitió una dolorosa diferencia: Ferrero recibió una declaración pública con «muy lindas palabras» de Alcaraz, que él no tuvo.

«Juan Carlos tuvo unas palabras muy bonitas de Alcaraz. Yo no las tuve en ese momento, aunque también viví una etapa muy importante con él», lamentó.

De cara al futuro, Santos se muestra optimista sobre el rendimiento del murciano. «Carlitos trabaja solo. Ha absorbido todo lo que le enseñó Juan Carlos y actualmente tiene todo lo que aprendió. Ha leído el libro de Juan Carlos, lo sabe todo», afirmó.

Las declaraciones de Santos agregaron una nueva dimensión al culebrón Alcaraz-Ferrero, revelando tensiones históricas en el entorno del tenista y planteando interrogantes sobre el papel de la familia en la gestión de su carrera.