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Irene Montero, Bob Pop y la invasión de los especuladores avariciosos – Domingo Soriano

Irene Montero, Bob Pop y la invasión de los especuladores avariciosos – Domingo Soriano
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  • Publisheddiciembre 20, 2025




Una de las características de la izquierda española que más me fascina es su capacidad para refutarse a sí misma en una sola frase. Esta semana, los protagonistas han sido Irene Montero y Bob Popdos de sus referentes en la última década (y sí, aunque me sorprende, la verdad es que lo son para un número llamativo de conciudadanos nuestros).

Primero fue Montero quien calentó en un mitin de la campaña extremeña contra uno de sus enemigos más hostiles. queridosJuan Roig y Mercadona:

Entonces, ¿fue el turno del novelista? y colaborador de medios, lo que explicó en su espacio en hoySu visión de la crisis inmobiliaria:

Me parece increíble que ellos mismos no lo vean. Por ejemplo, cuando Montero se pregunta “cómo puede ser que los huevos hayan pasado de 2,15 a 3 euros” en 10 meses. Centra su discurso en los 3 euros que pagamos en diciembre. Y ella misma se responde que lo que explica ese precio es por la avaricia («nos están robando», dice) de los dueños de Mercadona, Carrefour o El Corte Inglés. Lo que sucede es que esta línea argumental deja abierta una pregunta obvia. Tan evidente que cuando vi el video por primera vez estaba esperando que uno de sus compañeros en el estrado le tocara el hombro para interrogarlo. [Y no, no lo hacen]: «Entonces, ¿por qué estaban a las 2.15 en febrero?»

No estamos hablando de principios económicos complejos. Es bastante obvio. (1) Si la culpa de los altos precios es la maldad de unos pocos empresarios y especuladores. (2) Y si en los últimos meses han aparecido precios elevados; (3) Sólo hay dos conclusiones posibles: o hace seis meses esas personas malas no vivían entre nosotros o eran personas buenas entonces.

Porque lo llamativo no es que un tipo miserable y codicioso te cobre 3 euros la docena (aquí podríamos preguntarnos por qué se quedan en 3 y no suben a 4, 6 o 15 euros; si, en teoría, podían hacer lo que quisieran con sus consumidores). Lo llamativo es que estos pequeños empresarios llevan años cobrando la mitad (y sí, no hace mucho se podía encontrar una docena de huevos por 1,5€).

Lo mismo con la vivienda. Bob Pop pide a los ricos (en este caso, los dueños de Inditex, Mercadona o Netflix) que hablen con otros ricos (los dueños de los fondos buitre) de modo que reducir los precios de alquiler. De nuevo, lo obvio: ¿no había fondos buitres en España el 20-19-2018? [Nota al margen: si el problema es que ahora hay muchos más que entonces, a los primeros a los que deberían mirar es a su querido Gobierno de coalición]. ¿No hay fondos buitres en otros países donde la vivienda ha subido menos? ¿Son nuestros fondos buitre más malvados que los de esos otros lugares?

los argumentos

Nada de esto terminaría el debate sobre los precios. Seguramente hay buenos argumentos para defender las políticas intervencionistas de izquierda con las que no estoy de acuerdo: desde la construcción de más viviendas públicas hasta un cambio en los impuestos sobre el patrimonio. O analizar si la estructura del mercado en España nos lleva a tener precios de bienes de consumo estructuralmente superiores a los de los países de nuestro entorno. [Otra sorpresa: no sólo no es así, sino que es más bien al contrario; la cesta de la compra en España es más barata, de mejor calidad y más variada que en el resto de los países ricos europeos].

También podríamos preguntarnos por qué el consumidor sigue acudiendo cada día a aquellos establecimientos donde le roban. O cómo encaja esta denuncia con otras denuncias, también muy contundentes, de Podemos contra las grandes superficiespero en el sentido contrario: que hundan los precios a costa de la calidad para (1) acabar con el pequeño comercio; y (2) aprovechar la desproporción de fuerzas en la negociación con los productores. Puede que a los recién llegados les suene extraño, pero en los programas electorales de los morados de hace unos años lo que teníamos eran propuestas para fijar precios mínimos; porque la queja entonces era que Mercadona y Carrefour nos vendían demasiado barato.

Eso sí, en las redes las respuestas fueron de todo tipo. De los que se preguntan si los pequeños comerciantes (ya sabemos que, para la izquierda, los únicos buenos empresarios son los que no crecen) tienen precios más bajos que las grandes superficies. O si los propietarios privados ofrecen mejores condiciones que los fondos. O los que recuerdan los cambios en estos mercados (desde la crisis avícola por el huevo hasta el aumento de la población y la falta de construcción de viviendas). O incluso aquellos que Animan a Montero a unirse a su pareja Belarra abrir una cooperativa de distribución en la que ofrezcan a precio justo esos alimentos que Roig mantiene secuestrados a precios de locura.

Pero todo ello implicaría entrar en un debate más complejo. Me obsesioné con lo de los 2,15 huevos hace apenas unos meses. Estaba tratando de recordar cómo era ese país feliz donde te cobraban un 30-40-50% menos por una docena. Si en tan poco tiempo hemos pasado a los 3 euros será porque empresarios codiciosos y especuladores han empezado a salir de sus guaridas; Me los imagino, como en una película B, uno de esos zombis o extraterrestres que invaden un pueblo sin que nadie pueda detenerlos. Terrible y aterrador. Por supuesto, a estos ultracuerpos millonarios Se han olvidado del petróleo, que es un 50% más barato eso hace un año. Debe haber algo en el pasillo de los condimentos que los paralice; Ya veo a Montero, como los cazadores de vampiros de las novelas góticas, buscando el ingrediente secreto contra los malvados que les impida alcanzar las etiquetas de virgen extra. ¿Podría ser el vinagre? ¿La mostaza? Porque si baja el precio de un bien tan básico como el petróleo debe haber una explicación casi mágica. Con lo malos que están… no puede haber otra razón.

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