así afecta la decisión a la industria eólica avilesina
El primer proyecto eólico marino a escala comercial en los Estados Unidos en el que ha participado Windar Renovables, el «Vineyard Wind I», ha sufrido un importante revés del gobierno estadounidense de Donald Trump, que ha suspendido el arrendamiento a un total de cinco proyectos de energía eólica marina en la costa este del país, incluido el citado «Vineyard Wind I», que encabeza Iberdrola –con participación de Windar – en Massachusetts. Esto supone un golpe devastador para el desarrollo de este tipo de energías renovables en Estados Unidos.
[–>[–>[–>El departamento de Interior ha suspendido, con efecto inmediato, los contratos de arrendamiento para esos proyectos eólicos marinos a gran escala debido a «los riesgos para la seguridad nacional identificados por el Departamento de Guerra en informes clasificados recientemente elaborados», según recoge en un comunicado público. Dicho texto no brinda más detalles sobre cuáles son esos «riesgos para la seguridad nacional».
[–> [–>[–>Además del «Vineyard Wind I», el parque que impulsa Iberdrola en la costa de Massachusetts y que ya funciona parcialmente, los otros cuatro desarrollos afectados son «Revolution Wind» y «Sunrise Wind», en Rhode Island, «CVOW–Commercial», cerca de Virginia, y «Empire Wind I», en el litoral neoyorquino y que ha contado con la participación de la empresa de ingeniería española Esteyco.
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«Vineyard Wind I» cuenta con aproximadamente 3.500 millones de dólares en financiación comprometida y capital recaudado hasta la fecha, estaba proyectado para tener una capacidad de generación combinada de más de 800 megavatios. La decisión, que revoca los arriendos concedidos por el Gobierno de Joe Biden (2021-2025), deja en el aire inversiones de miles de millones de dólares y el futuro de este tipo de energía en la costa este donde Windar Renovables había entrado a participar a escala comercial.
[–>[–>[–>Desde que regresó al poder Donald Trump, el presidente estadounidense ha expresado repetidamente sus críticas a la energía eólica, argumentando que estropea el paisaje o afecta negativamente a los ecosistemas de las aves. Windar tenía que empezar a fabricar a finales de este año para el parque offshore «New England Wind» –uno de los mayores parques eólicos marinos del estado de Massachusetts–, que la Casa Blanca también quiere frenar porque las torres son «caras y dañinas para las aves y las ballenas», argumentan.
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