El humorista Nacho García, aprovechando la celebración de Halloween, ha pedido inteligencia artificial cómo serían las tumbas y epitafios de los colaboradores de Zapeando: Quique Peinado, Maya Pixelskaya, Mónica Cruz y el presentador, Dani Mateo, y lo cierto es que no han quedado descontentos con el resultado.

La primera en ver su tumba fue Maya Pixelskaya. En su epitafio se puede leer: «MAYA PIXELSKAYA. He cambiado el WIFI por la Ouija». La tumba estaba ubicada en un panteón con una gran lápida y puertas en la entrada. La colaboradora ha indicado que le consuela que «Mi gato me sobrevivirá»algo que le hace «muy feliz». Por su parte, Dani Mateo respondió que «para qué tener un gato si te comen los ojos cuando mueres».

En el caso de Quique Peinado, su tumba parece estar situada en un cementerio militar americano. Asimismo, según la inteligencia artificial, su tumba estaría acompañada de un banderín en homenaje a su equipo de fútbol, ​​el Rayo Vallecano, una camiseta de colores y gafas, además de la inscripción: «QUIQUE PEINADO. No respirando, pero moviéndome me muevo igual». «Sigue tan activo como antes de morir, ¿verdad?» comentó Nacho García. Por su parte, Peinado se ha mostrado «a favor» de que sus restos mortales reposen en «un cementerio de Wisconsin».

A quien no le gustó tanto ver su nicho fue a Mónica Cruz. «Me da muy mal presentimiento. Me encanta Halloween, pero la verdad es que ver mi tumba… Que me creman», reaccionó. Según ha representado la IA, su lugar de descanso sería más humilde y estaría adornado por un epitafio en el que se podría ver un guiño a UPA Dance: «MÓNICA CRUZ. UPA Un Paso Abajo».

El siguiente fue el turno del presentador, Dani Mateo. Su tumba de aspecto aterrador tendría una inscripción que dice: «DANI MATEO. Si me muero Zaping… igual facturaré al Intermedio, ¿no?». Mateo no ha dudado y ha señalado que a un catalán «no le importa morirse, sino dejar de cobrar… A favor».

El último en ver su lugar de descanso fue el propio Nacho García, al que calificó como “el hortera del cementerio”, ya que se trata de una cruz de madera sobre un montón de tierra rodeada de latas de cerveza en la que se lee: «NACHO GARCÍA. Claro… no se puede caer más bajo.» Sin embargo, ha afirmado que le «gustó mucho la tumba», y ha afirmado que se ha «despertado de fiesta en peores sitios».

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