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así viven las gallinas de la granja avícola investigada en Mallorca

así viven las gallinas de la granja avícola investigada en Mallorca
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  • Publishedmayo 27, 2025



Tenía un certificado de bienestar animal, lo que significa que los pollos de Camperas deberían ser casi libres y, por lo tanto, sus huevos se vendieron más caros. Pero la realidad era muy diferente: abarrotados el uno con el otro, viviendo con cadáveres, Las telarañas en el techo y las paredes y una gran cantidad de ratas que atraviesan las instalaciones. Esas fueron las malas condiciones en las que los animales de la granja de Llucmajor, la compañía avícola más grande de las Islas Baleares.

Las entidades animales Arde y Satya Animal han denunciado el estado de una granja que este martes ha recibido la visita de los inspectores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente Natural y Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Sepona) de la Guardia Civil. El ministro de la sucursal, Joan Simonet, informó la inspección después de que los hechos se pusieron en su conocimiento, recopila la prensa de Europa.

«La primera medida que hemos tomado es que esta mañana ya hay algunos inspectores del Ministerio, acompañados por la Sepona, visitando las instalaciones para ver en qué medida se deben tomar las medidas pertinentes, ya sea o no un delito ambiental», dijo Simonet en los corredores del Parlamento. La última inspección, por el gobierno, se realizó el 27 de febrero. Dijeron los funcionarios del ministerio, dijeron Simonet, dijo No vieron la situación que ahora han denunciado Entidades animales.

Esta granja tiene siete barcos, 5,000 metros cuadrados, 136,000 pollos y un multa de 150,000 euros. Solo tenía permiso para 40,000 pollos, por lo que el Consell exige un «desenrollado» para no matar a 90,000 de repente.

De los grupos ambientalistas consideran que es un caso de abuso animal y también un peligro para la salud pública. «Al estar en contacto con ratas y con cadáveres de otros pollos, pueden transmitir enfermedades como la salmonella y la pletopeois», explica Julia Elizade, portavoz de Surge.

Según los ambientalistas, los vecinos circundantes también se quejan de sufrir problemas de salud debido a moscas y olores que generan esta granja. De afecciones respiratorias, migrañas o vómitos. También consideran que pueden estar haciendo una estafa, porque descubrieron que Las gallinas de Camperas no fueron al extranjero.

Simonet ha confirmado que la compañía informada es la misma que tenía la intención de abrir una nueva macrogranja en Sineu, cuya construcción estaba paralizada y cuyo caso se derivó en la aprobación de un decreto para regular estas granjas intensivas, incluye Europa Press.



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