Barcelona será nuestra primera parada

La eurodiputada Irene Tinagli (Empoli, 1974), del Partido Democrático de Italia, preside la Comisión Especial sobre la Crisis de la Vivienda en la Unión Europea, puesta en marcha en el Parlamento Europeo el pasado mes de febrero. Economista de formación y miembro de la Eurocámara desde 2019, dirigió la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios durante la pasada legislatura.
En una visita a Barcelona esta semana, Tinagli atiende a EL PERIÓDICO para hablar sobre los nuevos retos en materia de vivienda y la necesidad de atajar un problema que se extiende entre los Veintisiete.
La Comisión Especial sobre Vivienda en Europa empezó a trabajar hace apenas un mes, ¿qué se ha hecho hasta ahora?
Estamos en una fase inicial, así que aún es pronto para sacar conclusiones, pero estamos analizando diferentes experiencias y distintos problemas. Creo que lo más importante es reconocer que esto es una emergencia, es una crisis, y la Unión Europea debe abordarla y ayudar a ciudades y regiones a encontrar respuestas y soluciones. Ya me he reunido con muchos alcaldes, incluido el alcalde de Barcelona, pero también voy a reunirme con personas del Eurostat, de la Comisión y con otros actores clave. Estamos intentando crear un mapa de todas las necesidades de vivienda en la UE. No será fácil, porque es la primera vez que intentamos abordar el problema de la vivienda a nivel europeo. Tenemos algunos datos agregados sobre los precios de la vivienda y los alquileres que son muy preocupantes y problemáticos, y esa es la razón por la que decidimos lanzar esta comisión.
El problema es que la vivienda se ha convertido en un negocio
¿Existe un problema común entre los países europeos?
Sí, hay varios factores que están afectando este mercado y que han impulsado el aumento de los precios. Por un lado, ha habido un cambio en la demanda. Cada vez hay más personas que viven solas o familias más pequeñas, esto genera una mayor necesidad de viviendas, pero de menor tamaño. Es un cambio en la sociedad. Por otro lado, hay diferentes mercados que están utilizando la infraestructura de la vivienda. El turismo ha entrado en el mercado residencial, y en muchas ciudades, un gran número de viviendas no están disponibles para alquiler o venta residencial porque ahora se destinan al turismo y a alquileres de corta duración. El problema es que la vivienda se ha convertido en un negocio.
En este análisis de las diferentes situaciones, ¿la comisión planea visitar alguna región?
Sí, estamos organizando audiencias y misiones. De hecho, nuestra primera parada será en Barcelona en mayo. Esta decisión fue tomada por la mayoría de los grupos políticos de la comisión, ya que consideran que Barcelona es un caso interesante para analizar, porque lleva años abordando este problema. También queremos conocer los planes del actual gobierno local.
Barcelona es un caso interesante para analizar, porque lleva años abordando este problema
Para atajar la situación, Catalunya ha utilizado la ley de vivienda aprobada en el Congreso de los Diputados para limitar los precios del alquiler en zonas tensionadas. ¿Qué le parece esta ley?
De momento, Catalunya es una de las pocas regiones donde los precios están bajando, lo que la convierte en un fenómeno relevante. Los datos que he visto y las personas con las que he hablado indican que ha habido una disminución en el precio medio del alquiler. Sin embargo, algunos señalan que podría haber un impacto en la oferta. Por eso es importante también el plan reciente del Gobierno para apoyar la construcción y la renovación de viviendas asequibles.
Irene Tinagli, Eurodiputada y presidenta de la Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre la Crisis de Vivienda en la Unión Europea. / Marc Asensio
En Países Bajos, Austria, Alemania y Suecia existen regulaciones similares. ¿Hay alguna política concreta que pueda servir como referencia de buenas prácticas?
Hay diferentes enfoques. En Italia, por ejemplo, se ha usado un sistema de incentivos en lugar de una regulación obligatoria. Si un propietario alquila su vivienda por debajo de un umbral determinado según la zona y las características del inmueble, recibe beneficios fiscales. Paga menos impuestos, pero a cambio el contrato debe ser a largo plazo y la renta no puede cambiar durante ese período. El análisis de su efectividad aún está en curso, pero es un enfoque diferente que incentiva a los propietarios en lugar de imponer una norma obligatoria.
Todas estas medidas son bastante recientes.
Exacto. También hay ciudades que están comenzando a regular los alquileres a corto plazo, especialmente aquellas con mucha presión turística. Sin embargo, si cada ciudad actúa por su cuenta, puede volverse impopular o generar competencia con otras ciudades. Sería útil establecer algunas directrices generales a nivel europeo para evitar que haya 50 soluciones distintas en distintos países. Esto ayudaría a alcaldes y gobernadores a abordar el problema sin sentirse aislados.
Sabemos que hay un problema con el uso de la vivienda, tenemos cientos de miles de unidades que están vacías
Ha hablado en otras ocasiones sobre la necesidad de «hacer nuestras ciudades habitables de nuevo para los ciudadanos europeos». Uno de los grandes desafíos en los centros históricos de las ciudades europeas son las viviendas vacías. ¿Cómo debería abordarse este problema?
Sabemos que hay un problema con el uso de la vivienda, tenemos cientos de miles de unidades que están vacías. Hay algunos lugares donde las unidades vacías provienen de antiguos proyectos de vivienda social o viviendas públicas que no han sido renovadas por falta de fondos. Y en esos casos, creo que es importante tener proyectos públicos que puedan financiarlos. Pero también hay muchas unidades privadas que están vacías, sobre todo en el caso de grandes fondos propietarios. En este caso, es un poco más complicado, porque no se puede obligar a nada, pero se pueden utilizar medidas fiscales. No obstante, la tributación es una competencia exclusivamente nacional. Así que, a nivel europeo, no podemos intervenir.
En cuanto a financiación europea, los fondos Next Generation EU se destinaron en parte a la rehabilitación de viviendas y a la vivienda sostenible. ¿Cómo ha sido el proceso?
Los fondos Next Generation EU han sido una herramienta increíble. Sé que España es uno de los países que ha utilizado estos fondos para ese propósito. Desafortunadamente, no ha sido así en todas partes, porque en algunas regiones y países temían no poder utilizarlos dentro del plazo establecido. Ahora el problema es que, después de los fondos Next Generation EU, no tenemos tanto dinero en un verdadero programa europeo. Así que necesitamos encontrar otras vías, otras fuentes de financiación para estos proyectos.
La vivienda es una necesidad tan primaria para la vida de las personas como lo son la educación y la atención médica
¿Cuál cree que es el futuro de la crisis de la vivienda?
Eso depende de nosotros. Mi temor es que, en tiempos de grandes incertidumbres geopolíticas, en tiempos de miedo, de guerra, de amenazas a las que nos enfrentamos, esto se convierta en una prioridad menor. Puedo entender que para los primeros ministros o para los principales políticos europeos esto pueda parecer menos urgente en comparación con proteger el continente de la guerra. Pero para la gente, esto es una gran fuente de seguridad o inseguridad. Tener un techo seguro sobre su cabeza, poder planificar su futuro y poder hacer un proyecto de vida es la prioridad para millones de europeos. A lo largo del tiempo, a lo largo de las décadas, Europa se ha caracterizado, y esta es la gran diferencia entre la UE y, por ejemplo, Estados Unidos, por una gran atención al bienestar de las personas. Hemos construido y protegido este bienestar. La vivienda es una necesidad tan primaria para la vida de las personas como lo son la educación y la atención médica. Así que no podemos simplemente decir «el mercado lo arreglará», porque el mercado no lo está arreglando, lo está complicando.
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