¿Cuántas personas trabajan en L’Hospitalet? ¿Cómo se comporta el paro con relación a Catalunya? La evolución económica de la ciudad, en gráficos

L’Hospitalet de Llobregat ha trabajado las últimas décadas para dejar de ser una ciudad dormitorio, una idea a la que parecía estar condenada desde mitades del siglo pasado. Sin embargo, sobre todo desde principios de los 2000, la economía de la ciudad se ha transformado y, pese al bache que supuso la crisis de 2008 para el empleo de todo el planeta, la segunda ciudad de Catalunya ha logrado crecer en número de trabajadores, convirtiéndose en un municipio cada vez más productivo. L’Hospitalet es también la segunda urbe que más aporta al Producto Interior Bruto (PIB) catalán. Aunque aún quedan retos pendientes, y, entre otras cuestiones, la cercanía con Barcelona todavía conlleva que muchos vecinos de la ciudad se desplacen a buscar trabajo a la capital.
En este camino para ser una localidad cada vez más fuerte económicamente, L’Hospitalet confía en el proyecto para desarrollar un polo biomédico al sur de la Granvia, que prevé la creación de otros 29.000 puestos de trabajo directos y, cuando funcione al 100%, contribuir en un 1,86% al PIB de toda Catalunya. No obstante, antes de que esta realidad llegue a materializarse se prevé que transcurran unas dos décadas. Además, las administraciones implicadas primero deberán superar los recursos judiciales interpuestos contra el plan.
L’Hospitalet de Llobregat cerró el 2024 con un total de 108.050 puestos de trabajo localizados, es decir, de personas que trabajan en la ciudad. Se trata del segundo dato más alto registrado en la localidad, solo por debajo de las cifras de junio del año pasado, cuando el municipio sumó algo más de 109.000 trabajadores, tal y como exponen los datos recogidos por la Cambra de Comerç de Barcelona. En 2001, la ciudad contaba apenas con 66.000 trabajadores. Una cifra que en las últimas dos décadas ha aumentado un 63,71%. Desde 2008, pese al bache de la crisis, el número de trabajadores en L’Hospitalet ha crecido un 19,56%. Según las cifras ofrecidas por la Cambra, el resultado supone tres puntos porcentuales más que la media del conjunto de Catalunya (16,13%).
Desde la Cambra destacan cómo el crecimiento del ‘sector salud’, con la presencia del Hospital de Bellvitge y el Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), ha impulsado la «creación de un ecosistema de ciencias de la salud e innovación muy importante en la ciudad». Asimismo, remarcan que la reestructuración de la Granvia, sobre todo, en las inmediaciones de la plaza Europa, «ha dinamizado la actividad económica, con un incremento de la oferta comercial, hotelera y de servicios, y el aumento de personas trabajadoras en esta zona». Además, recuerdan cómo a partir de 2010 se empezó a consolidar la zona de oficinas en la Granvia, con la construcción de torres empresariales como la Torre Inbisa y otros edificios destinados a sedes corporativas. «La llegada del Mobile Word Congress a la Fira Gran Via en 2013 ha reforzado el interés de la zona como centro de negocios«, añaden.
Con todo, los datos de la Cambra de Barcelona también permiten entrever que si se comparan las afiliaciones por sede social de la empresa con la residencia padronal de los trabajadores —en otras palabras, el número de afiliados residentes en L’Hospitalet—, la cifra es superior en el segundo caso (un 12% más). Entre las posibles causas, desde la entidad recuerdan que L’Hospitalet está enganchada a Barcelona y tiene buena conexión con ella tanto en coche como en trasporte público, lo que facilita que muchos hospitalenses opten por buscar trabajo en la capital catalana. «La disyunción entre el tipo de trabajadores que residen en L’Hospitalet y los puestos de trabajo disponibles en la ciudad no coincide con la formación o las expectativas salariales de los residentes y, por tanto, estos pueden preferir buscar trabajo fuera», apuntan desde la Cambra.
Otro motivo que señala la corporación es que, L’Hospitalet ha experimentado un crecimiento en oficinas —como la zona de Gran Via 2— y polígonos empresariales, pero «todavía no es un destino prioritario para grandes empresas que buscan localizaciones con servicios específicos». Además, la segunda ciudad de Catalunya tiene una estructura económica muy basada en sectores como el comercio y los servicios en general, la sanidad y la educación, pero «no tiene tanta presencia de industrias o sedes centrales de empresas, por lo que muchos trabajadores prefieren buscar trabajo fuera».
El paro en L’Hospitalet ha mantenido siempre tendencias muy similares a las del conjunto de la economía catalana. De hecho, ambos ámbitos cerraron el 2024 con el mismo porcentaje de población parada: 8,8%. Lejos quedan así los altos números de desempleo que se alcanzaron en los años posteriores a la crisis (18,5%). Pese a que el crecimiento del empleo ha sido casi continuado desde 2014, los datos reflejan un fuerte crecimiento interanual desde el 2022. Este aumento, dicen desde la Cambra, «podría explicarse por varios factores vinculados a la recuperación pospandemia y la dinamización económica en la ciudad». Recuerdan como en 2021-2022 con la progresiva reapertura de la economía, se produjo una recuperación acelerada de puestos de trabajo perdidos, especialmente el empleo en la restauración, turismo —de negocios y vocacional— y servicios empresariales. «El MWC en 2022 recuperó gran parte de la actividad y generó un notable impacto laboral», comentan también.
Pese a que el número de trabajos radicados en L’Hospitalet ha aumentado en los últimos 16 años, la cifra total de empresas ha disminuido. Así, si en diciembre de 2008 había un total de 5.916 compañías en la ciudad, en el mismo mes de 2024, los datos más actualizados, esta cifra bajó hasta las 5.601 cuentas de cotización. Eso sí, en el último año, el crecimiento de empresas en la ciudad presenta una evolución más intensa (+1,4%) a la registrada por el conjunto de Catalunya (0,3%). Las actividades que más han incrementado el número de puestos de trabajo desde diciembre 2011 -primer año con datos disponibles- en la ciudad han sido las administrativas (oficinas), sanitarias, científicas y TIC. En cambio, las que más se han reducido en este periodo han sido el comercio, suministro y administración pública.
Desde el estallido de la crisis de 2008, el perfil de las empresas también ha sufrido variaciones, sobre todo, por lo que respecta al número de trabajadores. Son las empresas de 250 trabajadores o más las que han ganado más peso en este periodo, mientras que las pequeñas empresas, de hasta 49 trabajadores, se han desinflado en el cómputo global. En diciembre de 2008, por ejemplo, había un total de 34.292 trabajadores en la localidad empleados en empresas de 250 o más trabajadoras. Estos representaban el 37,95% del total. A fecha de diciembre de 2024, ya hay 45.280 trabajadores en cuentas de cotización 250 o más empleados y suponen el 41,90% de empleados. En cambio, las empresas de menos de 50 empleados han pasado de tener 28.691 trabajadores en 2008 (el 31,75%) a 27.775 el año pasado (25,71%).
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