Biden saca pecho de una tregua «permanente» entre Israel y Hezbolá que convence al fin a Netanyahu
El presidente de los Estados Unidos, joe bidenHa comparecido desde la Casa Blanca para anunciar el éxito de su plan para el alto el fuego en el Líbano entre Israel y la organización terrorista Hezbolá.
La paz, ha destacado el presidente, está diseñada para ser «permanente». «A partir de mañana a las cuatro de la mañana», continuó, «la guerra habrá terminado».. Biden también confía en que el plan diseñado por su equipo y aceptado por todas las partes implicadas -Israel, Líbano, Hezbolá y presumiblemente Irán- no sólo restablecerá la situación anterior al 8 de octubre de 2023, cuando los islamistas libaneses se unieron a la guerra de Hamás contra Estado judío, sino que ofrece una nueva oportunidad de «seguridad y prosperidad» a un Líbano estrangulado por la influencia del partido-milicia en el país. Especialmente en la orilla sur del río Litani.
En los próximos sesenta días, explicó Biden, los 70.000 israelíes desplazados internamente y los 300.000 libaneses podrán regresar, poco a poco, a «sus hogares, sus escuelas, sus granjas, sus negocios, sus vidas», y las tropas israelíes retirar. gradualmente. Los próximos pasos los darán Estados Unidos y Francia. Ni uno ni otro desplegarán tropas sobre el terreno, ha prometido. Confían en que bastará con proporcionar los medios necesarios a las autoridades militares, políticas y policiales del país para que el acuerdo sea «implementado efectivamente» y así evitar que Hezbolá resurja.
La declaración del presidente de Estados Unidos, dos meses después de finalizar su mandato y entregar el relevo a los republicanos donald triunfoha tenido un aire de redención. Pero no trabajo terminado. Biden, con el impulso del acuerdo para el Líbano, ha instado a Hamás a liberar al centenar de rehenes que mantiene desde la matanza y secuestro masivo de judíos el 7 de octubre para cerrar un alto el fuego en Gaza.
Una tregua frágil
Durante meses, Biden ha enfrentado críticas de gran parte de la base demócrata por mantener el suministro de armas y municiones que Israel ha utilizado para luchar contra Hamás en los centros urbanos de Gaza. Muchos de sus antiguos partidarios lo han responsabilizado de la muerte de miles de civiles palestinos y de la devastación de una de las regiones más densamente pobladas del mundo. Al mismo tiempo, la diplomacia de Biden trabajaba en un alto el fuego que mitigaría el sufrimiento de los civiles y, al mismo tiempo, cumpliera con las exigencias de seguridad de Netanyahu. Hasta ahora no lo ha conseguido.
La tregua aceptada por el primer ministro israelí sólo se refiere al frente libanés y su solidez es cuestionable. Netanyahu ha sido contundente. «Sí [Hezbolá] intenta reconstruir la infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos», advirtió en un mensaje institucional previo al encuentro con sus ministros, mayoritariamente partidarios de esta pausa. «Si dispara un cohete, si cava un túnel, si trae un camión con misiles, atacaremos. «Cualquier violación del acuerdo será respondida con la fuerza».
La tregua, sin embargo, otorga una victoria al presidente saliente, preocupado por su legado y con una política exterior muy cuestionada a puerta cerrada. Biden espera que los compromisos de este martes sienten las bases para una paz duradera. Tel Aviv, al menos, ha reconocido su voluntad de cumplir.
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