CABEZA NEGRA DE LANGOSTINO | Un pescadero da por fin la solución: así evitarás que las gambas se pongan negras
Es habitual que las gambas o los langostinos frescos empiecen a teñirse de negro en la parte de su cabeza a medida que pasa algún día. Un hecho que no pocas veces genera reticencias en el consumidor y que puede hacer parecer que el marisco ha perdido tanta frescura que ya no es apto para el consumo. Pero hay mucho que aclarar al respecto.
[–>[–>[–>[–>En primer lugar, ese proceso que se debe a la oxidación se da con especial intensidad en las gambas y langostinos frescos. Por lo que si avanza con rapidez, suele significar que se trata de producto fresco y no congelado. Es decir, es una forma de probar que estamos ante un material de calidad.
[–>En segundo lugar, que la cabeza empiece a tener un color negro no invalida para nada el consumo. Es decir, se pueden consumir perfectamente y sin ningún problema langostinos o gambas que hayan empezado a ennegrecerse en la parte de la cabeza. Evidentemente, con cuidado, pues si el negro ha avanzado mucho quiere decir que el producto ya tiene más tiempo.
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Pero, sea como fuere, lo mejor es evitar que las gambas y langostinos adopten esos tonos en su cabeza. ¿Cómo hacerlo con material que viene fresco y no ha sufrido un proceso de ultracongelación? Pues hay maneras para retrasar ese proceso de oxidación y que el marisco permanezca durante más tiempo cien por cien apetitoso.
[–>[–>[–>[–>[–>[–>[–>El Pescadero Tiktokero, que acumula miles de seguidores en TikTok, ha dado las claves para solucionar este problema. «¿Cómo podemos evitar el proceso oxidativo? Por ejemplo, guardándola con agua y sal porque de esta manera bajamos la temperatura y cortamos la reacción enzimática. O con un cambio ácido base: podemos poner limones en el agua y ese aumento de acidez también va a hacer que se pare», señala este pescadero de Málaga ya reconvertido a influencer
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Prácticas seguras al consumir gambas y langostinos
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Otro debate en torno a la cabeza de la gamba es si es seguro chuparla. Se puede hacer, pero siendo conscientes de algunas cuestiones. Para minimizar los riesgos asociados con chupar la cabeza de gambas y langostinos, los expertos recomiendan seguir ciertas prácticas. En primer lugar, limitar el consumo de la cabeza y centrarse principalmente en el cuerpo del crustáceo, que contiene menos toxinas. Si se chupan las cabezas, hacerlo con moderación. Además, es crucial asegurarse de que los mariscos provengan de fuentes confiables y estén adecuadamente cocidos para reducir el riesgo de contaminación por bacterias o virus.
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Igualmente, siempre es mejor chupar cabezas de mariscos frescos que de congelados, pues a estos últimos les echan más productos conservantes que a los primeros. Otra recomendación es alternar el consumo de gambas y langostinos con otros tipos de pescados y mariscos, lo que puede ayudar a diversificar la dieta y prevenir la acumulación de metales pesados en el organismo.
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