Cada contribuyente ha pagado 725 euros más en el IRPF desde 2021 por la inflación acumulada

La no corrección en el impuesto sobre la renta de la inflación acumulada desde 2021 hasta 2024 (el 18%) ha provocado una mayor tributación en el IRPF de más de 16.700 millones de euros para el conjunto de los contribuyentes, con un promedio de 725 euros para cada uno de ellos. Así se desprende de los cálculos publicados este miércoles por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), en un artículo firmado por Desiderio Romero-Jordán, catedrático de Economía Aplicada.
Con datos hasta 2023, el citado informe calcula que la mitad del aumento recaudatorio de 33.400 millones producido en el impuesto sobre la renta desde 2021 fue debido a la inflación. Es decir, unos 16.700 millones de euros. En particular, se calcula que el 58% de esta mayor recaudación se debió a la no corrección de la inflación en los diferentes beneficios fiscales (9.700 millones), mientras que el 42% restante se debió a la no indexación de la tarifa del impuesto (7.000 millones). «Es decir, un promedio de incremento recaudatorio de 725 euros si se toman como referencia los 23 millones de declaraciones presentadas aproximadamente en 2023», explica el autor del informe.
La cuantía de la deducción mínima general por contribuyente -fijada en 5.550 euros- no se ha actualizado desde 2015. De haber corregido en esta deducción el efecto de la inflación, esta deducción no sería de 5.550 euros, sino de 6.715,5 euros, según los cálculos del informe. Ello permitiría una menor tributación a cada uno de los contribuyentes del IRPF.
En el caso de la tarifa del impuesto, el mayor impacto de la inflación se produce empujando a algunos contribuyentes a tributar en tramos superiores por la simple actualización de los salarios. Es lo que se conoce como ‘progresividad en frío’ del impuesto sobre la renta.
«La ausencia de indexación en el IRPF es equivalente a una reforma fiscal implícita que no exige aprobación parlamentaria», opina Romero-Jordán. «La inflación actúa como un impuesto silencioso cuyo efecto es heterogéneo y no completamente observable por los contribuyentes», añade. «Tal vez por ello, la subida de impuestos no está entre las principales preocupaciones de los hogares españoles», concluye.
Desde su punto de vista, los costes políticos de una subida de impuestos por la vía de la no corrección de la inflación, son, en general, «menores a los de una genuina reforma fiscal que conlleve un aumento explícito de impuestos». Sin embargo, su capacidad recaudatoria puede llegar a ser muy amplia.
El Gobierno ha rechazado en los últimos años la indexación del IRPF bajo el argumento de que beneficiaría también a las rentas altas. Sin embargo, sí que ha adoptado medidas para ampliar la reducción pro rentas del trabajo para beneficiar a salarios brutos de hasta 21.000 euros. También elevó el umbral que exime a los salarios de tributar en el IRPF desde 14.000 hasta 15.000 euros.
Tomando en cuenta todos estos elementos, «puede afirmarse, por tanto, que las rentas medias han sido las grandes perjudicadas por la ausencia de indexación», sostiene el informe. Esta circunstancia se agrava aún más si se añade el efecto del IVA. El estudio publicado por Funcas calcula que «el aumento acumulado de la factura fiscal de IVA junto a la falta de indexación de IRPF para un hogar de renta media ha sido, aproximadamente, de 1.100 euros en el periodo analizado», desde 2021 hasta 2024.
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