Cada vez que llegan estas fechas formamos una especie de familia
El encanto navideño se adueñó de Gijón desde el pasado 28 de noviembre, cuando la iluminación se prendió desde una plaza Mayor a rebosar. La apuesta local por los adornos aumentó para llegar en esta ocasión a 265 ubicaciones, con 220 motivos y más de cinco millones de puntos de luz. A esas imponentes cifras del despliegue decorativo del Ayuntamiento hay que sumarle todas las luces y adornos con las que los vecinos están llenando de magia las fachadas y los balcones de sus viviendas y las calles y plazas de sus barrios o parroquias. «Cada vez se anima más gente a participar. Esto le da alegría a la zona», comenta Inmaculada Yenes, una vecina del número 2 de la calle Avelino González Mallada que ha conseguido que su bloque sea de los más navediños de la ciudad.
[–>[–>[–>A la izquierda, Lucía López, Pedro Suárez, David Pérez, Saúl Pérez, Deborah Farías, Leonor Suárez y Ainhoa Barquín, en el número 35 de la calle Guipúzcoa. / Ángel González
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Pancartas en las que se puede leer «Feliz Navidad» o «Yo soy de Melchor», figuras de Papá Noel y luces en cada uno de los balcones llaman la atención de todo aquel que se topa con este edificio. «Empecé hace muchos años poniendo a Papá Noel, después a los Reyes Magos y ahora, finalmente, todos nos hemos volcado», señala Inmaculada Yenes, encantada con la espontaneidad y la originalidad de sus vecinos. «Hay muchas formas de vivir la Navidad y la nuestra es disfrutándola en nuestro propio edificio. A base de constancia hemos formado una especie de familia cada vez que llegan estas fechas», celebra Yenes, en cuya vivienda e incluso en el pasillo para acceder a ella cuenta con diferentes belenes, árboles y otros muchos adornos.
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Ani Martínez y David García Angones, con los renos y el trineo que han colocado junto al mercado de La Camocha. / Ángel González
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Diana Velasco, mientras observa la parte exterior de sus viviendas, resume que «en este edificio somos unos frikis de la Navidad». Velasco se mudó al número 2 de Avelino González Mallada hace cinco años en pleno mes de diciembre. Al encontrarse con tanta iluminación, lo primero que hizo fue colocar un árbol en la terraza. «Ahora ya me he animado a poner todas las luces, un cartel y muñecos hinchables», cuenta Velasco, madre de Javier Pandiello, un niño de apenas 16 meses. «Todavía no se entera, pero cuando vaya creciendo va a ser muy especial para él poder vivir así la Navidad. Cuando pasa por abajo la Cabalgata es un momento precioso», desarrolla esta gijonesa.
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En esa misma línea se pronuncian Chema Crespo y Nubia Cristina de Jesús, una pareja que se estableció en este bloque hace dos años. «Mi madre vive a tres calles y siempre me llamó la atención cómo adornaban el edificio», explica Crespo, que agrega que «es un privilegio vivir en el edificio de la Navidad».
[–>[–>[–>Otra de las comunidades de vecinos que se ha volcado con la iluminación de su fachada se sitúa en el número 35 de la calle Guipúzcoa, en el barrio de Pumarín. La puerta de acceso al bloque se ha convertido desde hace unas jornadas en «la casa de los elfos y de las galletas de jengibre». Los encargados de animar al resto de los residentes a participar han sido Pedro Suárez y Ainhoa Barquín, padres de Leonor, de tres años. «Aquí tenemos mucho espíritu navideño y es bonito, sobre todo para que los niños celebren las fiestas al máximo», expresan los vecinos de esta comunidad, en la que también han instalado un muñeco de nieve hinchable de grandes dimensiones y una pancarta de «Feliz Navidad».
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Renos y estrellas de madera en La Camocha
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[–>Tanto en el caso del edificio de Avelino González Mallada como el de la calle Guipúzcoa, la idea de festejar la Navidad de esta forma está calando en los bloques contiguos, cuyos residentes también están animándose a colocar luces. En La Camocha, la Navidad se expande este año por todos los rincones. Los componentes de la junta directiva que lidera Jesús Alonso ya han instalado por las calles y parques del barrio distintas estrellas de madera y árboles repletos de luz. Además, como novedad, junto al mercado municipal ya hay un trineo y varios renos de madera en los que cualquiera puede aprovechar para tomarse una fotografía de lo más navideña. n
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