Casi 1.000 palestinos asesinados en Cisjordania desde octubre de 2023, según la ONU
Aunque la hambruna, la ocupación y el desplazamiento forzoso en Gaza opaquen la situación de vulnerabilidad del resto de palestinos, el 7 de octubre también supuso un antes y un después para ellos. Desde el inicio de las hostilidades a gran escala en el enclave, en Cisjordania han muerto 982 palestinos por ataques de las fuerzas israelíes y de colonos. Así lo ha declarado la Oficina de Derechos Humanos de la ONU a través de X, que, además, ha asegurado que 42.000 personas han sido «desplazadas forzosamente por operaciones, demoliciones de hogares y ataques de colonos».
En la misma publicación, la organización multilateral ha querido recordar la «violencia» de la incursión israelí en la aldea de al-Mughayyir como «otro ejemplo de la continua opresión y coerción contra los palestinos». Y es que el fin de semana pasado el Ejército israelí destruyó alrededor de 3.000 olivos y detuvo a 14 personas en este pueblo cercano a Ramala, en la Cisjordania ocupada, según informó el Club de Presos Palestino.
Este martes, asimismo, al menos 27 personas resultaron heridas durante una operación militar israelí dirigida contra una oficina de cambio en el centro de Ramala, la capital de Cisjordania donde se encuentra —entre otras instituciones— la sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), según informó la Media Luna Roja Palestina. El Ejército israelí justificó en un comunicado la «redada» por la supuesta implicación de la empresa cambiaria en la transferencia de «fondos destinados a los terroristas de Hamás para financiar actividades terroristas contra el Estado de Israel y sus civiles«. Los asaltantes se retiraron por la tarde, pero con los bolsillos llenos: «Aproximadamente 1,5 millones de séqueles» (más de 385.000 euros), aseguró este miércoles haber confiscado la policía israelí.
Inestabilidad creciente
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la posterior ofensiva brutal de las fuerzas israelíes sobre el enclave gazatí, las ambiciones de Tel Aviv de ocupar y anexarse Cisjordania se han intensificado. Este mismo martes, la ministra de extrema derecha israelí de Asentamientos y Misiones Nacionales, Orit Strook, quien previamente ya negó la «existencia de un pueblo palestino«, pidió que Israel inicie la anexión de Cisjordania en el transcurso de este mes.
La voluntad política del Estado de Israel le da la razón. El telón de fondo es la aprobación de un nuevo proyecto de asentamiento en Cisjordania que puede destruir para siempre la solución de los Dos Estados. El plan prevé la construcción de unas 3.500 viviendas para ampliar el asentamiento de Maale Adumim, situado en la zona bautizada como E1, un área abierta al este de Jerusalén.
«Enterrar la idea de un Estado palestino«: ese fue el objetivo declarado delante de las cámaras por el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, en respuesta al inédito movimiento de diferentes países para reconocer un Estado palestino en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre. Como se intuye, el proyecto E1 dividiría Cisjordania en dos, de norte a sur, y pondría fin a la continuidad territorial entre Jerusalén Este y el resto de Cisjordania.
Además, el pasado 23 de julio, la Knéset (Parlamento israelí) aprobó una moción simbólica y sin efecto para anexionar Cisjordania. «Los judíos no pueden ser el ‘ocupante’ de una tierra que durante 3.000 años ha sido llamada Judea», aseguró en un discurso tras la votación el portavoz del Parlamento, Amir Ohana.
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