MADRID, 30 dic (EUROPA PRESS)-

El Gobierno de China ha llamado este martes a la calma y ha instado a reforzar el diálogo en respuesta al presunto ataque que las fuerzas ucranianas lanzaron la víspera contra la residencia del presidente ruso, Vladímir Putin, en Nóvgorod, una afirmación desmentida por Kiev y un motivo para que Moscú se replantee la negociación.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, ha pedido a las partes que eviten una mayor extensión del conflicto, la escalada de hostilidades y que se abstengan de realizar provocaciones para crear las condiciones necesarias para alcanzar «una solución política a la crisis», informa Global Times.

Por su parte, otros líderes de la región como el primer ministro indio, Narendra Modi, o su homólogo paquistaní, Shehbaz Sharif, también han expresado su preocupación y han pedido moderación a las partes para no arruinar las negociaciones.

«Los esfuerzos diplomáticos en curso ofrecen el camino más viable para poner fin a las hostilidades y lograr la paz. Instamos a todos los involucrados a permanecer centrados en estos esfuerzos y evitar cualquier acción que pueda socavarlos», dijo Modi en un mensaje en su cuenta X.

Por su parte, para Sharif, «este acto atroz constituye una grave amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad», especialmente en un momento en el que se desarrollan negociaciones. Pakistán condenó el presunto ataque y expresó su solidaridad con el presidente Putin y el pueblo de Rusia.

«Reiteramos nuestro firme rechazo a todas las formas de violencia y a todos los actos destinados a socavar la seguridad y amenazar la paz», escribió Sharif en X.

La víspera, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, denunció que fuerzas ucranianas lanzaron hasta 91 drones la noche del 28 al 29 de diciembre -aunque fueron interceptados- contra la residencia presidencial de Vladimir Putin en Novgorod, en el noroeste de Rusia.

Lavrov subrayó que estos acontecimientos no van a sacar a Rusia de la mesa de negociaciones con Estados Unidos, aunque sí pueden modificar las posiciones de Moscú allí.