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cómo cuidar tu piel según tu tipo

cómo cuidar tu piel según tu tipo
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  • Publisheddiciembre 26, 2025



Protección de la piel. Fuente: Pixabay

Tener una piel sana y luminosa no depende de utilizar productos costosos, sino de conocer tu tipo de piel y seguir una rutina adecuada. Cada tipo de piel requiere cuidados específicos para mantener el equilibrio, prevenir problemas y potenciar su aspecto natural. A continuación, te explicamos cómo adaptar tu cuidado de la piel de día y de noche según tu tipo de piel, destacando los ingredientes y texturas recomendados.

piel seca

La piel seca a menudo se siente tirante y muestra descamación o zonas ásperas. La clave es hidratar y nutrir profundamente. Por la mañana, limpia tu rostro con un gel o leche limpiador suave que no elimine los aceites naturales. Aplicar un sérum con ácido hialurónico para aportar hidratación, seguido de una crema rica en lípidos que forme una barrera protectora. No olvides el protector solar, incluso en días nublados, para evitar el envejecimiento prematuro. Por la noche, repite la limpieza y opta por un tratamiento más intensivo, como un sérum o cremas densas de noche. Los activos recomendados incluyen ceramidas, manteca de karité y aloe vera para calmar la piel.

Piel mixta

La piel mixta combina zonas secas y zonas grasas, generalmente con frente, nariz y mentón más grasos. La limpieza debe ser equilibrante: un gel o espuma ligero por la mañana ayuda a controlar el exceso de grasa sin resecar las zonas secas. Utiliza un sérum hidratante ligero y un gel o crema fluida, aplicando más producto en las zonas secas. La protección solar es fundamental y es recomendable elegir texturas no comedogénicas. Por la noche, puedes utilizar un exfoliante suave una o dos veces por semana para regular la grasa y mantener los poros limpios, seguido de un ligero tratamiento reparador o hidratante.

piel grasa

La piel grasa produce un exceso de sebo, que puede provocar brillos y poros dilatados. La rutina debe centrarse en una limpieza profunda y regulación del sebo. Por la mañana, utiliza un gel o espuma limpiadora específica para pieles grasas, evitando jabones agresivos que aumenten la producción de grasa. Aplicar un sérum con niacinamida o ácido salicílico para equilibrar y una crema ligera o gel matificante. El protector solar también es fundamental; Opte por fórmulas sin aceite. Por la noche, repite la limpieza y añade tratamientos con activos como el retinol o el ácido glicólico, que ayudan a renovar la piel y prevenir imperfecciones. Evite productos demasiado densos que puedan obstruir los poros.

Piel sensible

La piel sensible reacciona fácilmente a los cambios ambientales, a los productos o a la fricción. La rutina debe centrarse en calmar y proteger. Lo ideal es una limpieza suave con agua o leche micelar sin perfume, tanto por la mañana como por la noche. Los sueros y cremas deben contener ingredientes calmantes como aloe vera, centella asiática o avena coloidal. La protección solar es fundamental y conviene elegir fórmulas físicas o minerales que minimicen la irritación. Evite exfoliantes fuertes y productos con alcohol o fragancias. Para tratamientos específicos, busca texturas ligeras que se absorban rápidamente y aporten confort sin sensación grasa.

Conocer tu piel y adaptar la rutina a sus necesidades es la mejor inversión para un rostro sano y radiante. Siguiendo estos pasos podrás mantener un equilibrio adecuado y tener una piel confortable y luminosa todos los días.



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