CRISIS CUBA | Condenan a prisión perpetua al ex hombre fuerte de la economía cubana, Alejandro Gil Fernández
Alejandro Gil Fernández ya conoce el reverso de sus días de poder incuestionable en Cuba: la desgracia. El ex viceprimer ministro cubano y exministro de Economía, un estrecho colaborador del presidente, Miguel Díaz-Canel, fue condenado a cadena perpetua. El hombre que fue encargado de reordenar la economía y que no hizo más que contribuir a su desastre había sido acusado de numerosos delitos, entre ellos el de espionaje, cohecho, sustracción de documentos y el recurrente «traición a la patria».
[–>[–>[–>El dictamen se conoció este lunes por boca del Tribunal Supremo Popular de Cuba. La máxima autoridad judicial estampó la firma y puso punto final a una historia que comenzó en febrero de 2024, cuando Gil Fernández perdió todos sus cargos estratégicos. De acuerdo con la sentencia, el entonces timonel de la economía, padre del llamado «reordenamiento» monetario, no hizo más que engañar «a la dirección del país y al pueblo que representaba, generando, con ello, daños a la economía». El exministro, se sostiene, vulneró normas de protección de información clasificada y atentó contra la seguridad del Estado cubano. Gil Fernández se aprovechó de su posición en el Gobierno para obtener beneficios personales a través de sobornos y pagos de firmas extranjeras. Las sentencias pueden ser recurridas en un plazo de diez días. Sin embargo, hasta ahora no se ha hecho pública ninguna reacción de la defensa del funcionario defenestrado.
[–> [–>[–>El juicio tuvo lugar en La Habana. Comenzó a mediados de noviembre y prosiguió a fines del pasado mes cuando, sostuvo el Tribunal Supremo Popular, salieron a luz maniobras para cometer falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y evasión fiscal.
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Para el tribunal, la severidad del fallo no admite cuestionamientos debido a los «comportamientos altamente lesivos» atribuidos a Gil Fernández. «La traición a la Patria es el más grave de los crímenes».
[–>[–>[–>Durante los seis años que Gil Fernández manejó la economía, entre 2018 y 2024, Cuba no hizo más que agravar sus problemas estructurales. La unificación monetaria y la reestructuración del Estado no ofrecieron los resultados prometidos. La condena se conoce en medio de una crisis alimentaria, epidemiológica y energética a la que se suman los efectos del reciente huracán. La caída del ministro es observada en las redes sociales como una suerte de chivo expiatorio de un Gobierno que no encuentra el rumbo.
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El PIB cubano se contrajo 1,9 y 1,1 puntos en 2023 y 2024, respectivamente y apenas proyecta para este año un crecimiento del 1% por la recuperación parcial del turismo. La inflación interanual es de 15%, según cifras oficiales. La pobreza no tiene precedentes. Los efectos de la pandemia y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses desde la primera Administración de Donald Trump (2017-2021) agravaron la situación, pero todo empeoró por las fallidas políticas económicas y monetarias que tuvieron a Gil Fernández a la cabeza. El Gobierno ha prometido cubano corregir «las distorsiones» que ahogan a la mayor de las Antillas.
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