CRISIS MAZÓN | Feijóo evita precipitarse con Mazón y no acelera su salida a pesar del desgaste para el PP

En los últimos días la presión ha sido muy fuerte. Voces dentro del PP y también fuera de la política -como empresarios y otros sectores que influyen a las filas conservadoras- insistían en que algo había que hacer. Porque la continuidad de Carlos Mazón al frente de la Generalitat, mientras avanza la investigación penal y el propio ‘president’ cambia de versión con giros comunicativos inexplicables para muchos, está poniendo en jaque la propia recuperación de Valencia. Entienden que es muy complicado reconstruir mientras la sangría continúa. Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo tiene claro que no se precipitará y que no va acelerar el proceso de relevo, a pesar de la advertencia de dirigentes nacionales sobre que la situación terminará erosionando mucho las siglas.
La respuesta a estas presiones internas, políticas y mediáticas llegó este lunes del propio Feijóo. A su salida de la asamblea general de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Madrid y ante una fuerte expectación, lo puso negro sobre blanco: “La postura del PP es una postura clara desde el primer instante y no vamos a cambiar cada diez días. El señor Mazón ha unido su futuro a la reconstrucción de Valencia”. A pesar de enviar algún recado inequívoco -“la administración autonómica no estuvo a la altura”- la interpretación en las filas del partido fue unánime: no cederá y, por ahora, mantiene la hoja de ruta diseñada.
En Génova consideran que los liderazgos también se miden con la gestión de los tiempos y con “aguantar” el rumbo que vean más conveniente a pesar de las dificultades. En este momento pareciera que Feijóo nada a contracorriente, pero en su núcleo duro afirman que lo importante es “acertar” con las decisiones y evitar errores fruto de la precipitación y las ansiedades.
Que Mazón vinculara su futuro político a la reconstrucción valenciana -lo anunció él en Les Corts- fue una imposición de Feijóo días después de la dana. Esa sigue siendo la idea del líder nacional, que entiende que es el propio ‘president’ el que debe analizar el estado de la situación en su comunidad. Al proceso, consideran personas cercanas a Feijóo, le queda mucho tiempo. Pero, en todo caso, no será en Génova donde decidan cómo va la recuperación de la provincia arrasada por la riada, tal y como explican a este diario. “No vamos a acelerar esta auditoría”, zanjan.
Entienden que debe ser la conclusión a la que llegue el propio Mazón. “Lo que no vamos a hacer es ir cambiando de opinión y adecuarnos cada semana”, defienden en el entorno más cercano al líder conservador, en referencia a todas las novedades del día de la dana que se han conocido recientemente, como la hora de la llegada del ‘president’ al Cecopi -a las 20:28 finalmente- o las imágenes que circuló la propia Generalitat para confirmar esta última versión.
Además, existe la reflexión dentro del partido sobre que si Feijóo precipitara una decisión forzando la salida de Mazón, el líder nacional estaría también haciéndose cargo de la crisis, todo lo ocurrido y lo que está aún por suceder. Lo que siempre defendió el dirigente gallego -y lo sigue haciendo- es que la Generalitat debió solicitar el nivel 3 de emergencia y que fuera Interior el que asumiera el mando. Dado que el Gobierno central no movió ficha, Mazón tendría que haberlo solicitado. Pero, en lo que respecta al PP, la dirección nacional siempre tuvo claro que debía encapsular la crisis y que fuera el presidente autonómico el que asumiera lo ocurrido. Después llegarían las decisiones.
No hay nadie en el PP que piense que Mazón tiene continuidad después de esta legislatura, pero no está claro si habrá motivos de peso para que la decisión llegue en el corto plazo. En Génova no dan esas señales. Y como publicó este periódico, la realidad es que tampoco hay soluciones con garantías para el PP.
Si Mazón fuera relevado los populares necesitarían el apoyo de Vox para encumbrar a alguien a la presidencia. Algo que en este momento no está nada claro. Lo que ha dicho el partido ultra es que no respaldarán una moción de censura impulsada por la izquierda. Además, se siguen ultimando los Presupuestos que la Generalitat confía en aprobar pronto. Y la otra opción pasaría por una convocatoria electoral anticipada, escenario que nadie valora porque el PP autonómico atraviesa un momento muy difícil en las encuestas: «Sería una locura», zanjan todos los consultados por este diario.
La conclusión es que todos los escenarios son malos: “Esto es elegir entre susto y muerte”, reconocen en el entorno más cercano de Feijóo. El problema, continúan los conservadores, es que el remedio que todo el mundo exige sea peor que la enfermedad. En este momento es justo lo que piensa el líder nacional, que por eso, aguantará.
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