Para despedir el año, en muchos hogares españoles parece que siempre hay sitio para dos invitados más: Cristina Pedroche y Alberto Chicote, convertido ya en parte inseparable del ritual de Nochevieja frente al televisor. Mientras el chef afronta su décima emisión consecutiva, la presentadora se prepara para la duodécima, un número que tiene un significado especial para ella. «Se cierra un ciclo: son doce años, doce vestidos, doce uvas, doce campanadas. Rompe con todo lo del pasado y lo que voy a construir es algo diferente.«, explicó en ‘El Hormiguero’.

En Zapeando, Pedroche ha seguido dejando pistas –siempre enigmáticas– de lo que está por venir. Ha definido este momento como «su mascletà», aunque ha querido aclarar que no se refiere literalmente al fuego sobre el vestido. «Quiero decir que es mi mascletà porque, por si acaso estas son mis últimas campanadas, quiero despedirme por todo lo alto, con todo».«, aclaró.

Ante la dificultad de obtener más detalles, los zapadores recurrieron a la inteligencia artificial para imaginar posibles diseños. Uno de ellos, elaborado con brillantes bengalas, hizo sonreír a la presentadora. «Podrías acercarte un poco más«, admitió, aunque inmediatamente rebajó las expectativas: «Ya viene… un 4».

En otra versión, más centrada en la perecibilidad, la inteligencia artificial imaginó a Pedroche con un vestido elaborado con lonchas de jamón serrano. El presentador no tardó en desmentirlo: «Este año todo el mundo quiere que me vista de comida, pero no puedo comerla». Aun así, Nacho García no perdió la oportunidad de bromear y advirtió que con ropa así «no saldrás vivo de la Puerta del Sol».

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