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Cuáles son las claves de la movilidad del futuro

Cuáles son las claves de la movilidad del futuro
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  • Publisheddiciembre 22, 2025



En vísperas de la entrada en vigor de las nuevas limitaciones en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que entrarán en vigor el primer día del próximo 2026; Es decir, en apenas unas semanas, la movilidad urbana y los nuevos modos de transporte vinculados a la sostenibilidad son sin duda uno de los mayores desafíos para las ciudades, sus gobiernos y los ciudadanos que viven y trabajan en ellas.

Este es el principal motivo por el que tuvo lugar en la sede principal del diario La Razón, en Madrid, una mesa redonda moderada por el periodista de Ondacero Ignacio Rodríguez Burgos, donde varios expertos del sector pudieron debatir y explicar cuál es la realidad actual y hacia dónde deben ir las políticas de movilidad en el futuro próximo.

Entre los participantes estuvieron Cristina Martínez, CFO de Silence de Acciona; Liliana Marsán, jefa del departamento de Investigación de Mercados de BNP Paribas Personal Finance y responsable del Observatorio Cetelem; May López, directora de desarrollo de Empresas para la Movilidad Sostenible; María José Aparicio, coordinadora general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid; María Eugenia López Lambas, catedrática de Transportes en la ETSI de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid; y Alfonso Sánchez Vicente, director general de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid).

Colaboración público-privada

La concentración de actividades en las áreas metropolitanas, el aumento de los viajes y la presión sobre los espacios públicos han puesto de relieve la necesidad de transformar sistemas de transporte que ya no responden a las demandas actuales. La congestión, las emisiones, la desigualdad territorial y las nuevas expectativas ciudadanas conviven con la urgencia de avanzar hacia modelos más sostenibles y centrados en las personas.

«La movilidad en las ciudades es un desafío porque casi todas se dan allí, por lo que la colaboración entre todos los actores del sector es fundamental», explicó Cristina Martínez, quien fue apoyada por Liliana Marsán: «hay políticas muy exigentes para alcanzar objetivos concretos. Eso es muy importante en relación a la información y comunicación transparente que debe recibir la ciudadanía para que conozca y pueda adaptarse a los cambios en la movilidad. También hay un componente generacional, ya que son las nuevas generaciones las que utilizan el transporte público y las nuevas formas de movilidad, por lo que esta transición se notará más con el tiempo».

En este escenario, ningún actor puede abordar por sí solo una transformación de tal magnitud. La coordinación entre administraciones, operadores públicos y privados, empresas tecnológicas, universidades y ciudadanía es fundamental para diseñar soluciones que integren elementos como el urbanismo, la innovación y la visión social.

May López inició su intervención en este sentido asegurando que “la transparencia y la colaboración público-privada entre organizaciones serán las claves”. Por su parte, Mª Eugenia López, aseguró que «para mí hay dos palabras cruciales: interrelación y coordinación. El transporte público debe ser el eje vertebrador del sistema, pero debe haber espacio para todos de forma integrada y coordinada. La cuestión es ponerse de acuerdo por el bien común. Y del espacio público se habla poco, que es lo que es»; idea que fue secundada por Mª José Aparicio, quien destacó que «el reto de movilidad que tenemos es enorme y en la estrategia de sostenibilidad vamos por buen camino, pero tenemos un problema de espacio público, porque cada vez hay más vehículos eléctricos; hay que cambiar la mentalidad respecto a la movilidad». En este sentido, Alfonso Sánchez ha querido poner en el centro del debate «la movilidad del transporte público, que cada vez está aumentando, aunque de forma gradual porque no se ha podido absorber a todos los usuarios del transporte privado, pero así es, aunque hay que mantener la colaboración público-privada en el tema de infraestructuras, transporte compartido, etc».

Maneras de seguir

A pesar de los avances que en esta materia ha experimentado el conjunto de España, lo cierto es que debido, sobre todo, a la localización de competencias en la materia, los pasos que han seguido las distintas ciudades y regiones no son los mismos, ya que cada una atiende y prioriza en función de sus realidades y necesidades. Lo mismo ocurre a nivel europeo e internacional, de donde se pueden extraer ideas y planificaciones aplicables a España o, al menos, adaptables.

En cualquier caso, la experiencia de numerosas ciudades de España y Europa demuestra que las alianzas intersectoriales pueden acelerar cambios reales, desde la gestión inteligente de datos hasta el fomento de la movilidad activa.

«Uno de los ejemplos que siempre se pone es Ámsterdam», explica Mª José Aparicio, «pero se configura como un territorio exclusivamente para bicicletas y, en mi opinión, no queremos ese modelo; es decir, no está hecho para peatones ni para personas con movilidad reducida. Pero sí creo que Francia y otros países son modelos a seguir en materia de movilidad compartida, por ejemplo. En Francia tienen ayudas para compartir coche que incluso se están incorporando a las tarjetas de transporte, aunque en España, debido al perfil de usuario del vehículo privado, cuesta mucho más introducirlas. En cualquier caso, son modelos con los que no hay que rivalizar.»

En la misma línea, May López explicó que “Francia recibió el premio internacional de movilidad por la compartir cochepero también por toda la digitalización que rodea a esto, como por ejemplo en el transporte escolar también, que da más seguridad a padres e hijos para ver hacia dónde van, quién va en el autobús, etc. Por otro lado, hay que tener en cuenta que Madrid es ahora un caso de éxito en todos los sentidos y desde hace años se llevan bien los temas de sostenibilidad, cumpliendo con los índices de contaminación. Y vienen a ver cómo lo estamos haciendo”. Destacando esta idea, Alfonso Sánchez añadió que “Madrid es la primera capital europea que hace tiempo que no cuenta con autobuses diésel, lo que también ayuda a cumplir con los registros relacionados con la contaminación”.

tiempo de viaje

Como explicó el moderador Ignacio Rodríguez, uno de los temas que incide directamente en la movilidad es precisamente la vivienda y los desplazamientos que implica. Desde hace años, pero actualmente con mayor urgencia, el hecho de tener que vivir cada vez más lejos de las principales ciudades ha supuesto un reto para la movilidad de los ciudadanos, que cada vez experimentan desplazamientos diarios más largos y la necesidad de acceder a mejores y más interconectados servicios de transporte público; A lo que hay que sumar que el espacio en las ciudades es limitado en cuanto a transporte.

Sobre el tema, Cristina Martínez ha destacado que «no siempre hace falta ir en coche, hay vehículos ligeros como las motos o nanocoches como el S04 que son más sostenibles, ocupan menos espacio, son más baratos y dejan espacio a otros modos de transporte o incluso a los peatones. También estamos viendo que crece la multimodalidad, es decir, la gente llega a un punto en coche -intercambiadores, estaciones park-and-ride, estaciones de cercanías- y luego utiliza otros medios como el transporte público o el vehículo compartido, por ejemplo, el nuestro compartido». motocicletas”.

Por su parte, Liliana Marsán señaló que «el consumidor tiene muchos canales para consumir y este modelo hay que trasladarlo a la movilidad. Los ciudadanos deben poder elegir, en cada una de las situaciones que atraviesan, el medio de transporte que más les convenga. Todo lo que podamos ahorrar en tiempo para ir a trabajar es positivo. En Madrid hay casos de personas que vienen de Guadalajara y tardan menos que otras que viven dentro de la comunidad».

Siguiendo el hilo, May López destacó que «el tiempo en materia de movilidad laboral es muy importante, pero no debemos olvidarnos del coste. Hay que impulsar ayudas o a través de empresas para que la ciudadanía tenga al alcance las diferentes formas de movilidad que existen, ya que no todo el mundo tiene algún modo de transporte al alcance ni como una posibilidad real».

Finalmente, Mª Eugenia López aseveró que «el principal problema es cuando hay un desequilibrio entre el lugar de trabajo y el lugar donde vivimos; es decir, en una ciudad como Madrid no hay problemas de movilidad, el problema está fuera y ahí es donde la colaboración público-privada es crucial. No hay una solución única».



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