Dejar la calefacción puesta al mínimo todo el día no es la mejor forma de reducir la factura del gas




La idea de que es mejor dejar la calefacción “baja” para evitar que la casa pase frío se ha generalizado en los últimos años. Sin embargo, los expertos en climatización, eficiencia y consumo doméstico desmantelar esta creencia. La realidad es que hacer funcionar un sistema durante horas, incluso con baja potencia, tiene un impacto gran impacto en el consumo Debes encenderlo sólo cuando lo necesites.
Este enfoque se convierte particularmente relevante en Españadonde el coste de la electricidad del gas sigue siendo elevado y la mayoría de los hogares utilizan calderas convencionales o de condensación. La clave, según los técnicos, está en aprovechar los sistemas de planificación y ajustar la temperatura sólo durante los períodos en que la casa esté ocupada.
Por qué no deberías dejar la calefacción encendida todo el día
La física y las matemáticas no fallan. Es el propio gobierno español, a través de las hojas informativas del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM)el que decide: “la opinión de los expertos es unánime: gastamos menos energía apagando la calefacción” por la noche o al salir de casa que conservarlo.
El ingeniero industrial y experto en energías renovables Jorge Morales de Labra califica de «engaño» y de «aberración» la idea de que dejar la calefacción encendida de forma permanente sirva para ahorrar dinero.
De hecho, manteniéndolo encendido, el sistema de calefacción trabaja constantemente para compensar pequeñas pérdidas de calor, lo que aumenta la factura sin aportar mayor comodidad. Además, se calientan las zonas de la casa que no se utilizan.
La recomendación general es encender la calefacción sólo cuando sea necesario, especialmente en horarios predecibles como por la mañana antes de partir o por la tarde al regresar a casa.
el uso de programadores o termostatos inteligentes Esto permite que la casa esté a la temperatura adecuada sin tener que gastar energía durante horas en una casa vacía.
Cuándo puede resultar útil programar preencendidos


cuando se usan Sistemas de calefacción, como calderas, calentadores de agua y estufas.es importante comprobar su funcionamiento y configuración en invierno, porque pueden convertirse en fuentes de contaminantes.
Todo este equipamiento deberá estar dotado de salida al exterior. para expulsar los residuos de la combustión, como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2).
monóxido de carbono Es un gas inodoro e incoloro que En caso de exposición aguda, puede provocar la muerte por asfixia o infarto.. En una intoxicación leve, los síntomas incluyen fatiga, dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, dificultad para concentrarse y taquicardia.
Dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre. Actúan principalmente como irritantes. Afectan el revestimiento de los ojos, la nariz, la garganta y el tracto respiratorio y pueden contribuir al desarrollo de bronquitis.
Las principales fuentes de dióxido de nitrógeno son los aparatos que funcionan con gas natural o queroseno. Se eliminan las emisiones obligar a los dispositivos a expulsar gases al exterior.
La suma de un poco de cada uno de los problemas mencionados anteriormente contribuye a crear un ambiente irrespirable. Juntos forman una especie de “sopa tóxica” de la que es difícil escapar. La buena noticia es que Las medidas para evitarlo son muy sencillas y los efectos se notan con cada bocanada de aire limpio.
Los expertos coinciden en que programar el calentador para que encienda algunos 20 a 30 minutos antes de levantarse o regresar a casa Ayuda a conseguir una temperatura confortable sin desperdiciar energía.
Este margen es suficiente para que la casa alcance entre 18°C y 21°C, la gama más eficiente en términos de confort térmico. En este rango, cuanto menor sea la temperatura, mayor será el ahorro. Si puedes, mantén los espacios a 18ºC, especialmente de noche: cada grado por encima te puede salir caro. entre 80 y 100 euros al año.
En viviendas donde los residentes pasan largas temporadas al aire libre, ya sea por trabajo, estudio o horarios irregulares, es aún más recomendable encender sólo cuando hay presencia. Esto evita calentar habitaciones que permanecerán vacías durante horas.
Ajustar el termostato, una acción con impacto real
Organizaciones dedicadas al consumo energético señalan que el termostato es la herramienta más subestimada y, sin embargo, uno de los más eficaces.
Manteniéndolo dentro del rango recomendado –entre 18°C y 21°C– se mantiene el confort sin aumentar los costos. Muchos especialistas señalan que las temperaturas más altas No proporcionan un aumento proporcional del confort, pero un consumo mucho mayor.
Un ajuste pequeño, consistente y reflexivo suele ser más efectivo que cambios repentinos o encender el sistema a temperaturas muy altas para calentar la casa rápidamente.
Otras formas de reducir gastos sin trabajo ni inversiones


Purgar los radiadores cada año es una buena forma de ahorrar dinero en calefacción.
Además del uso adecuado de la calefacción, existen prácticas adicionales que ayudan a ahorrar dinero sin tener que gastar dinero. Entre ellos se encuentran:
- Revise las ventanas y puertas en busca de corrientes de aire y fugas de calor. Pegar burletes de goma en los marcos de puertas y ventanas que dan al exterior es una medida muy eficaz y sencilla.
- Calor solo las piezas utilizadas, Cierra las puertas para mantenerte caliente.
- Purgar los radiadores al inicio del invierno para garantizar un funcionamiento óptimo.
- Disfruta del sol durante el día. y cerrar cortinas o persianas por la noche para retener el calor
- Cubre un poco más en lugar de calentar la casa por encima de los 21°C.
Estas medidas simples pero efectivas ayudan a reducir la pérdida de calor y permiten que la calefacción funcione durante menos tiempo y con mayor eficiencia.
CONSEJOS PRÁCTICOS FINALES
La estrategia más eficaz para reducir tu factura de gas combina tres acciones clave:
- Programar la calefacción para que solo se encienda cuando sea necesario.
- Mantenga el termostato encendido valores moderados (18°C–21°C).
- Reduce la pérdida de calor con pequeños gestos cotidianos como cerrar puertas, revisar marcos y aprovechar la luz natural.
Con este planteamiento la casa se mantiene cómoda sin recurrir a una iluminación continua que, lejos de ahorrar dinero, incrementa los gastos mes tras mes.
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