En una de las noches más esperadas del año, la Nochebuena, el El Rey Felipe VI ha pronunciado su tradicional discurso navideñoque ya es el duodécimo desde que es rey. En este caso ha puesto especial atención en los problemas sociales, entre los que ha destacado el aumento del coste de la vida y de la vivienda como «un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes».

Previamente, el rey ha señalado que «nuestra sociedad está forjada por generaciones que recuerdan la Transición y por otras que no la vivieron y que nacieron y crecieron en democracia y libertad». “Generaciones de personas mayores que han visto cambiar a España como nunca antes en nuestra historia; generaciones de adultos que concilian, con mucho esfuerzo, responsabilidades laborales, familiares y personales; y generaciones de jóvenes que ahora afrontan nuevas dificultades con iniciativa y compromiso«, remarcó.

En concreto, el rey afirmó este miércoles por la noche -con la novedad de que lo hizo de pie y en el Palacio de Oriente- que «Vivimos tiempos ciertamente exigentes». «Muchos ciudadanos sienten que el aumento del costo de vida limita sus opciones de progreso; que el acceso a la vivienda es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes; que la velocidad de los avances tecnológicos genera incertidumbre laboral; o que los fenómenos climáticos son una condición creciente y a veces trágica», afirmó.

«Tenemos muchos desafíos…Y los ciudadanos también perciben que la tensión en el debate público provoca aburrimiento, desencanto y desafección. Realidades, todas ellas, que no se pueden resolver ni con retórica ni con voluntarismo», ha apuntado en un discurso en el que ha recordado en varias ocasiones que se cumplen 50 años del inicio de la Transición democrática.

A lo largo de estos años, destacó, el país «ha demostrado reiteradamente que sabe responder a los desafíos internos y externos cuando hay voluntad, perseverancia y visión de país». «Lo vimos en las crisis económicas, en las emergencias sanitarias, ante los desastres naturales, y también lo vemos todos los días en el trabajo silencioso y responsable de millones de personas», afirmó.

«España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia. Ya me he referido a ello en ocasiones anteriores, pero es la base de nuestra vida democrática. Quienes nos precedieron fueron capaces de construirla incluso en circunstancias difíciles», aseguró.

Posteriormente, sin embargo, subrayó que esta convivencia «no es un legado eterno». «No basta con haberlo recibido: es una construcción frágil. Por eso, todos debemos hacer del cuidado de la convivencia nuestro trabajo diario. Y para ello necesitamos confianza», aseguró.

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