DERECHOS LABORALES | ¿Puedo renunciar a mis vacaciones y cobrarlas en dinero? Esto es lo que dice la ley
Renunciar a las vacaciones para cobrarlas en dinero es una de las dudas más comunes entre los trabajadores. Ya sea por necesidad económica, falta de tiempo o simplemente por no tener intención de descansar, muchos empleados se preguntan si pueden prescindir de sus días de descanso a cambio de una compensación económica. Sin embargo, la respuesta, según afirma el abogado laboralista Miguel Benito Barrionuevo, responsable del canal de Instagram ‘Empleado Informado‘, es clara y contundente: no se puede.
Aunque la solicitud parta del propio trabajador de forma totalmente voluntaria, la empresa no puede legalmente aceptar esa renuncia. De hecho, hacerlo constituye una infracción grave de la legislación laboral. Si una empresa permite este tipo de acuerdo, puede enfrentarse a sanciones que alcanzan hasta los 7.500 euros, además de estar obligada a otorgar igualmente el período de vacaciones retribuidas al trabajador.
Este punto no es solo una interpretación personal o una cuestión de criterio. El Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo ya se han pronunciado con firmeza sobre este asunto: las vacaciones son un derecho fundamental e irrenunciable. Esto significa que ni el trabajador ni la empresa pueden acordar su sustitución por dinero, excepto en casos muy específicos que la ley contempla.
Casos excepcionales
Uno de esos casos excepcionales se da cuando finaliza la relación laboral y el trabajador no ha podido disfrutar de sus vacaciones. En esa situación, sí es legal y obligatorio que la empresa compense económicamente los días pendientes. Es la única vía en la que se permite una compensación económica por las vacaciones no disfrutadas.
¿Por qué es tan estricta la normativa en este aspecto? Porque las vacaciones no son solo un beneficio del contrato laboral, sino un derecho protegido por la Constitución Española. Su finalidad es preservar la salud física y mental del trabajador, garantizando un período de descanso anual retribuido. Renunciar a este descanso podría tener efectos negativos sobre el bienestar del trabajador y, por tanto, también sobre la productividad general.
Miguel Benito recuerda también que incluso si un trabajador firma un documento renunciando a sus vacaciones, ese documento no tiene validez legal alguna. La empresa no puede escudarse en ese acuerdo para evitar conceder el descanso obligatorio. En este sentido, el ordenamiento jurídico protege al trabajador incluso frente a su propia voluntad, entendiendo que este derecho no puede ser objeto de renuncia.
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