DETENIDO MARTIÑO RAMOS EN LA HABANA
El halo de impunidad que Martiño Ramos construyó a su alrededor, desde que se fugó de Ourense y el pasado mes de julio recaló en La Habana, se quebró este lunes. En la noche de ayer, trascendía la noticia de que la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) había detenido al profesor ourensano, condenado en España a 13 años de prisión por haber agredido sexualmente de forma reiterada y a través de prácticas sádicas de una exalumna durante cuatro años, desde los 12 años hasta los 16. Una pena que había llevado a las autoridades policiales españolas a situarlo entre los diez fugitivos españoles más buscados.
[–>[–>[–>La PNR era consciente de la presencia de Ramos Soto en Cuba desde hacía meses y desde entonces, sabiendo de su condena, estaba bajo observación, pero no había sido detenido, según fuentes citadas ayer por la agencia EFE. Así las cosas, la Audiencia Provincial de Ourense ya había emitido un auto de solicitud de extradición, datado del pasado 31 de octubre. Ahora, con Ramos Soto ya detenido «parece que hay disposición de ambos países para facilitar su traslado a España, aunque no existe un acuerdo de extradición vigente», según apuntan las mismas fuentes.
[–> [–>[–>En Cuba, más allá de su intensa actividad cultural, Ramos Soto empleó un perfil de Instagram, que se creó a los pocos días de llegar a La Habana para contactar con «jóvenes modelos» y darse a conocer, entre ellos, como un fotógrafo español «de vacaciones en Cuba y con la intención de quedarse unos meses en la isla».
[–>[–>[–>
Diferentes medios han confirmado que el exprofesor ourensano se dejaba ver en exposiciones, funciones de teatro, conciertos y demás actos culturales rodeado de «mujeres jóvenes». Sin embargo, según ha podido confirmar EL CORREO GALLEGO a través de diferentes fuentes que mantuvieron contacto con el fotógrafo —y que piden el anonimato—, los tentáculos de Ramos Soto se extendieron también en La Habana hacia menores de edad con los que mantenía contacto.
[–>[–>[–>Lo veía muy raro. Él era un hombre extranjero de 50 años, tan considerado, que prácticamente iba regalando dinero a muchachas y muchachos muy jóvenes
[–>[–>[–>
Regalos y compras
[–>[–>[–>
«Me contactó por Instagram, del mismo modo que contactó con muchas otras personas, no solo mujeres, también hombres jóvenes menores de edad«, apunta una de estas jóvenes que se encontró entre los mensajes privados de su perfil en esta red social uno de ‘Martín Soto’, el alias que el pederasta ourensano empleaba en La Habana. «Al inicio el pretendía tener un círculo pequeño de amigos porque aseguraba irse pronto pero luego cuando se introdujo en el mundo de la moda y vio que habían muchas personas jóvenes con sueños y deseos de crecer se aprovechó de eso ofreciendo fotografías gratis», explica la joven, que reseña que Ramos Soto «complacía» a sus modelos con todo tipo de «regalos y compras».
[–>[–>[–>
Fue precisamente esa actitud agasajadora lo que alejó a esta joven del prófugo ourensano: «Lo veía muy raro. Él era un hombre extranjero de 50 años, tan considerado, que prácticamente iba regalando dinero a muchachas y muchachos muy jóvenes. No me parecía normal, al contrario, me parecía un comportamiento ‘enfermo’. Fue ahí cuando decidí alejarme de él y no continuar con los supuestos trabajos de fotografía y modelo de agencia que él me prometía».
[–>[–>
[–>Esta joven, en su caso mayor de edad, confirma las relaciones del que en su día fue miembro de En Marea en Ourense con menores de edad en la isla que lo cobijó de la justicia durante cinco meses. Ramos Soto empleaba como engañifa las aspiraciones artísticas de estos jóvenes y su ‘profesión’ en La Habana como fotógrafo. Más allá de esta confirmación, EL CORREO GALLEGO ha logrado dar con el testimonio de uno de estos menores que mantuvo contacto con Ramos Soto durante su estancia en Cuba.
[–>[–>[–>
«Me ofreció ir a su apartamento»
[–>[–>[–>
Su caso es diferente al de la mayoría de jóvenes que han revelado sus contactos con el profesor ourensano en la capital cubana. «A diferencia de otras personas, yo fui quien contacté con ‘Martín Soto’ ya que él le había tomado unas fotos a un amigo mío y a raíz de eso le escribí por su cuenta de Instagram. Yo soy creador de contenido y necesitaba ampliar mi catálogo fotográfico y sabía por mi amigo que él no me iba a cobrar», explica este joven, que cuando contactó con Ramos Soto tenía únicamente 16 años.
[–>[–>[–>Ese mensaje se envió el pasado 4 de septiembre y el fugitivo ourensano accedió de inmediato. No obstante, las dificultades para cuadrar una fecha, ya que el joven no residía en La Habana, dilataron la toma de estas imágenes hasta dos semanas, concretamente hasta el 19 de septiembre.
[–>[–>[–>
«Nos conocimos por la mañana. Yo no sabía que él era ciudadano español, pensé que era cubano, pero por su acento me di cuenta rápidamente. Nunca me hizo referencia a que era profesor, ni a que era de Galicia ni nada. Me dijo que había llegado a Cuba para unas vacaciones en agosto y que tenía pensado quedarse un tiempo allí», explica.
[–>[–>[–>
Nunca me hizo referencia a que era profesor, ni a que era de Galicia ni nada
[–>[–>[–>
Durante la mañana de ese viernes, Ramos Soto sacó fotografías a este joven en diferentes puntos del barrio de El Vedado, lugar en el que el prófugo ourensano tuvo su base de operaciones en Cuba durante su estancia en la isla, tal y como avanzó ‘El Español’ el pasado domingo.
[–>[–>[–>
«Al mediodía, él se reunió con otra muchacha, muy joven, para ir a un museo. Yo había quedado con un amigo mío, pero quedamos en volver a encontrarnos para comer en un restaurante», sostiene.
[–>[–>[–>
Así, en torno a las 14:30 de la tarde, se encontraron en el restaurante Ramos Soto, la joven con la que acudió al museo y el menor al que le había realizado una sesión fotográfica. «Él pagó todo», asegura este joven, que confirma la actitud agasajadora del exprofesor ourensano.
[–>[–>[–>
Esa misma noche, en la escalinata de la Universidad de La Habana, había programada una actuación del cantautor Silvio Rodríguez. «Yo quería asistir al concierto pero me hacía falta un lugar donde poder cambiarme de ropa, ya que yo no soy de La Habana», apunta el joven. Ahí, Ramos no dudó en ofrecerle al menor el apartamento en el que se hospedaba en El Vedado.
[–>[–>[–>
Confiado, el joven acudió. «Al llegar él me enseñó las fotos que me había tirado, me las envió algunas por WhatsApp y luego se acostó un rato a dormir. Mientras yo me di un baño y me cambié de ropa. Ya después, sobre la 17.00 horas salimos para el concierto».
[–>[–>[–>
Al finalizar el recital, cada uno se encontró con sus amistades. «Él estaba con tres personas. Dos de ellos eran españoles: un hombre y una mujer. Luego había también otra muchacha que sí era cubana», relata el joven. Una breve estancia en un billar del barrio de El Vedado y un posterior paseo por el malecón de La Habana vieja dieron por finalizada la noche.
[–>[–>[–>
«Yo me fui con los amigos con los que me quedaba y no volví a tener contacto con él. Le escribí varios días después para que me pasara las fotos que faltaban y, así, el 22 de octubre —el día que Ramos Soto le envió esas imágenes— se terminó nuestro contacto».
[–>[–>[–>
El relato de este joven no describe ningún tipo de agresión por parte del profesor fugado de Ourense, pero sí confirma el interés de un varón de más de 50 años de edad por rodearse de personas jóvenes, incluso, aunque estas no superasen los 18 años.
[–>[–>[–>
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí