El campsismo mueve ficha y pide que se celebre el congreso del PPCV en pleno debate sobre el futuro de Mazón

En pleno debate sobre el futuro del president Carlos Mazón, el exjefe del Consell Francisco Camps mueve ficha. El grupo de afines que le está acompañando en sus movimientos internos de los últimos meses ha lanzado un comunicado en el que pide la convocatoria del congreso que estaba previsto para este año y que ahora mismo está en el aire, sin fecha ni horizonte. «Es necesario que el congreso ordinario del PPCV previsto este año se realice tal y como marcan los Estatutos». Así lo señala el documento al que ha tenido acceso este diario y que los campsistas, reagrupados tras la última absolución del expresident han empezado a mover entre la militancia.
Este documento surge como respuesta al ruido de gestora que se movió la pasada semana, cuando las últimas revelaciones en torno a la agencia del president Mazón el 29 de octubre le pusieron contra las cuerdas. En el comunicado, se señala la necesidad de celebrar «un congreso que defina y decida la Nueva Línea Política para reunificar a todos los votantes que hasta el año 2011 confiaban en nosotros y así volver al PPCV de las mayorías absolutas». Y pide «que sean los militantes quienes elijan directamente su presidencia, dirección y equipos», para que «se reactive un partido que necesita de nuevo de toda su militancia activa y comprometida». Es decir, quiere espantar el fantasma de un relevo teledirigido desde la calle Génova de Madrid, como le sucedió al propio Camps en julio de 2011.
Este documento es la primera toma de posición formal y pública impulsada por Camps, fuera de los actos privados que ha ido celebrando hasta ahora, en que claramente reclama cambios en el partido. De alguna manera, este paso le convierte en lo más parecido a una corriente crítica, la única que se ha manifestado hasta ahora.
Encuentro a encuentro, Francisco Camps va dando forma y aterrizando su proyecto de ‘regreso’ dentro del PP valenciano. Y este se encamina a espolear la celebración de un proceso de renovación de liderazgos que coincidiría con las horas más bajas al frente de la formación conservadora de Carlos Mazón, asediado por su gestión de la dana del 29 de octubre.
Un congreso que según los estatutos toca para inicios de verano pero del que nada se sabe oficialmente. Y al que Camps podría presentarse como candidato para volver a comandar el partido en la C. Valenciana, casi 14 años después de su dimisión y tras quedar libre recientemente de sus causas judiciales. Es pronto todavía, dicen desde su entorno, pero la puerta está por fin abierta tras varios encuentros con la militancia en los que coqueteó con esta posibilidad.
El rún rún cada vez suena más fuerte y su círculo no descarta a estas alturas que pudiera dar el paso y presentarse. Dependerá de cómo se vea de fuerte a nivel interno llegado ese momento, insisten los suyos, que apuntan que no se trata de un «pulso» a Mazón ni al partido sino de un intento de retener la soberanía autonómica ante los ruidos de gestoras impuestas por Génova que se han llegado a escuchar estos días para relevar a Mazón. En su entorno trazan un paralelismo entre la situación actual del PP valenciano ante la dirección nacional de Madrid y la del Valencia CF. «En ambos casos, no se decide desde Valencia», resumen.
Que decida la militancia
Fue el propio Camps quien lo verbalizó en el último de los actos que viene organizando en ese sentido desde su exoneración judicial, celebrado este pasado sábado en Sueca. Allí volvió a reunir a un nutrido grupo de asistentes, algo menos de 200 personas, en su mayoría viejas glorias del partido que presidió.
Desde allí, y en clara alusión a una posible salida de Mazón, reivindicó: «Ante cualquier circunstancia que pueda suceder, yo creo que debemos pedir que seamos nosotros los que decidamos. Ante cualquier circunstancia que pueda venir en el corto o el medio plazo, la militancia del PP tiene que ser en su totalidad preguntada para ver qué es lo que quiere para el futuro».
Entre aplausos y grito de ‘presidente, presidente’, Camps dijo desconocer «si alguien está tomando en estos momentos algún tipo de decisión al respecto», pero reclamó que llegado ese escenario, el partido debería «tener la madurez y la altura suficiente» para que «seamos los militantes los que decidamos qué es lo que tiene que ocurrir en el futuro».
La dirección autonómica, en guardia
Para ir testando su tirón interno, que de momento sabe que se limita a la periferia del partido, Camps está aprovechando su gira para ir tejiendo una red orgánica. Fuentes conocedoras cifran en unas 200 personas (en su mayoría exalcaldes, exdiputados, ex altos cargos y similares) las que ya componen esta estructura, con históricos como Sonia Castedo en Alicante o Carlos Fabra en Castellón. En los próximos días tiene un acto en Burriana. Y el día 12 está programado un gran acto en Alicante, cuando presentará su libro, «Reenfocando España», en el Club Información. La idea es seguir una estrategia piramidal y que cada uno de estos afines construya grupos de otras 200-300 personas «activables» a golpe de WhatsApp.
Los movimientos orgánicos de Camps, que arrancaron en verano tras ser absuelto de su última causa penal, se veían como reuniones de viejos amigos y una forma del expresident de reivindicar un acomodo de vuelta en política, pero la dana lo ha cambiado todo y la dirección autonómica ya levanta las orejas ante estas citas. Según el entorno de Camps, antes del encuentro de Sueca, la dirección del PP habría levantado el teléfono para frenar la asistencia de algunos de ellos. Una treintena cancelaron, según estas fuentes.
Vuelta a 2006: la Comunitat «líder»
El comunicado emitido por la plataforma de apoyo a Camps recupera la vieja retórica del PP de los años del expresident: «el partido líder y ganador». Y reivindica el legado de aquellos años desde su punto de vista con un tono ciertamente grandilocuente: «Es inconcebible la existencia de la Comunidad Valenciana sin el Partido Popular. Forma parte de su historia fundacional y de su singular identidad. Fue el PPCV quien hizo posible el poder valenciano y la valencianía, haciendo compatibles sus intereses y su personalidad con España. Siempre que ha gobernado el PP en La Comunidad, hemos sido una nacionalidad histórica, leal y próspera».
En sentido, reivindica la política de grandes eventos y grandes proyectos: «Cuando el PPCV ha sido fuerte y ha estado unido, la Comunidad ha liderado proyectos que han dado a España proyección internacional como fueron, entre otros, la Formula 1, la America´s Cup, los palacios de la Opera y la Música, los contenidos del Instituto Valenciano de Arte Moderno, el Eje de Prosperidad Valencia-Madrid, la arquitectura de Santiago Calatrava, las ciudades de la Luz, de las Artes y las Ciencias; y la más amplia estructura de igualdad de oportunidades y bienestar, colegios, hospitales, equipamientos, infraestructuras de comunicación, modernización del uso del agua y mejora del medio ambiente, base de una sociedad avanzada e integradora».
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