El cirujano acusado de violar a una paciente en Murcia afirma que «el movimiento de vaivén lo hago en todas las liposucciones»
«Que no violó a la paciente. Que en ningún momento se sacó el miembro. Que sus manos estuvieron en todo momento al aire. Que el instrumental se lo daban las enfermeras. Que sí que tocaba a la paciente, pero era para poner sobre ellas gasas. Que no puede dejarse el instrumental para bajarse la ropa e introducir su miembro en la paciente, que las batas tenían muchos nudos». Es lo que consta en la declaración ante la jueza de Molina de Segura D. G. S., el cirujano que está en prisión provisional por, presuntamente, violar en Murcia a una paciente cuando estaba anestesiada.
[–>[–>[–>Cuando fue interrogado en dependencias policiales por los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), el médico, en compañía del abogado que había designado ya (Pablo Martínez, de un conocido despacho de Murcia) se acogió a su derecho a no declarar. El doctor ya contaba con los servicios de este letrado porque la propia víctima, en shock, llamó al facultativo después de ser informada de la investigación que había en marcha: entonces él, avisado, contrató a un penalista de prestigio.
[–> [–>[–>El facultativo pasa las fiestas en el penal de Sangonera, donde lo mandó la jueza en régimen de prisión provisional, comunicada y sin fianza, aunque la intención de su defensa es pedir su libertad y que aguarde en la calle el juicio.
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En su declaración, en la que solo se prestó a responder a preguntas de su letrado, el facultativo defiende su inocencia e insiste en que “no la violó», a lo que añade que en ningún momento se sacó el miembro, que sus manos estuvieron en todo momento al aire, que el instrumental se lo daban las enfermeras y que sí que tocaba a quien atendía “era para ponerle gasas” que iba a usar en la intervención estética.
[–>[–>[–>Durante su explicación llega a afirmar que en el vídeo hace movimiento de vaivén, que lo hace en todas las liposucciones, y que este “depende de cómo tengas los pies, si es de cara a la paciente o de lado, que a veces hay que coge posiciones extrañas, pero que ese movimiento es habitual”.
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Sobre la posición que tenía dentro del quirófano, en el que fue grabado por las propias enfermeras antes de la intervención, el cirujano insiste en que movió la camilla porque le gusta estar de perfil a la operada, ya que en cirugías de este tipo tiene mejor acceso “para que no vea la gente que entra al quirófano los genitales de las usuarias que se encuentren en posición ginecológica”, al tiempo que dice que “no le gusta que estén con las piernas así y que la gente pueda verlo”.
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[–>Medias de compresión, pijama quirúrgico y ropa interior
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El acusado explica que en la operación llevaba un pijama quirúrgico, que se compone de pantalón y camiseta, y debajo del pijama llevaba su ropa interior y las medias de compresión que utiliza por los problemas de circulación que le causan las largas horas que pasa de pie interviniendo.
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Además, llega a mostrar las medias que le cubren hasta la barriga, que no llevan bragueta.
[–>[–>[–>En la declaración a la que ha tenido acceso esta Redacción señala que cuando empieza la operación son las enfermas la que le ponen la bata y que el día de la citada operación se puso incluso un delantal, un paño quirúrgico, para que el agua de las infiltraciones no penetraran en la ropa, ya que la bata es como de papel, desechables.
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“El paño le llega desde el ombligo hasta el pecho, y la bata hasta las rodillas, y que debajo de eso llevaba las medias”, llega a indicar.
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Así, insiste en que no puede dejarse el instrumental “para bajarle la ropa e introducir su miembro porque las batas tenían muchos nudos” y que cuando terminó la liposucción, se quitó la bata rompiéndola.
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D.G.S. afirma que la operación “se desarrolló con normalidad” y que solo pararon para ponerle la faja a la usuaria. “Siempre estuvieron dentro la enfermera y la paciente”, aunque la auxiliar salía y entraba.
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Al explicar el modo de preparar a la persona para intervenirla, el cirujano reconoce que no le gusta sondarlas, que “decide no sondarla, aunque los anestesistas quieren que se sonden antes, porque es un dispositivo que estorba la zona de operación”, y recuerda que se ha sometido voluntariamente a las pruebas de ADN y que no tenía intención de huir porque tenía programadas más operaciones tras las navidades.
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