Salud

El confinamiento puede alterar cómo olemos y sentimos la comida

El confinamiento puede alterar cómo olemos y sentimos la comida
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  • Publishednoviembre 18, 2024


Una investigación de la Universidad RMIT (Australia) descubrió que los entornos confinados e inmersivos pueden cambiar la forma en que las personas perciben y responden emocionalmente a los aromas de los alimentos. El estudio, publicado en Food Research International, ofrece claves para comprender por qué los astronautas perciben los alimentos de manera diferente en el espacio y podría influir en futuras estrategias dietéticas en entornos de aislamiento.

El equipo examinó a 44 participantes, que calificaron ocho sabores de alimentos (vainilla, almendra, limón, mirto limón, eucalipto, menta, vinagre y hierba de limón) en dos escenarios diferentes: sentados en una posición que simula la microgravedad y en un entorno confinado simulado por la realidad. virtual.

La simulación de realidad virtual, diseñada para replicar el entorno de la Estación Espacial Internacional (ISS), generó una percepción más intensa de la mayoría de los aromas, a excepción del de limoncillo, que los investigadores atribuyen a sus notas florales y terrosas. Por el contrario, los demás aromas, más especiados o dulces, se intensificaban significativamente en este ambiente inmersivo.

Los resultados también mostraron que las emociones influyen en cómo percibimos ciertos aromas. Por ejemplo, los participantes felices percibieron con mayor intensidad aromas como el de almendra y vinagre. Sin embargo, las personas estresadas percibieron el aroma del vinagre como menos intenso. Esta relación podría explicar por qué los astronautas prefieren en el espacio ciertos alimentos que normalmente no disfrutan en la Tierra.

Julia Low, codirectora del estudio, explicó que el confinamiento inducido por la realidad virtual puede influir significativamente en el sentido del olfato. Además, los resultados destacan el impacto de entornos remotos y confinados, como la EEI, en la percepción de olores más allá de la microgravedad.

Esta investigación podría tener aplicaciones importantes tanto en el diseño de dietas para astronautas en misiones largas como en el apoyo nutricional a personas aisladas, como los residentes de residencias de ancianos. La realidad virtual podría utilizarse para personalizar las experiencias gastronómicas, mejorando así el bienestar físico y psicológico en estos contextos.

Según, futuros estudios combinarán la posición de microgravedad con simulación de realidad virtual para diseñar estrategias energéticas adecuadas para misiones espaciales largas, como viajes a Marte. Además, los investigadores esperan profundizar en las respuestas individuales a los alimentos en entornos estresantes.

Este estudio destaca la compleja interacción entre el medio ambiente, las emociones y la percepción sensorial, destacando el papel fundamental de los factores externos en cómo olemos y saboreamos los alimentos. Los resultados abren nuevas posibilidades para personalizar los planes dietéticos en condiciones de confinamiento, tanto en la Tierra como en el espacio.



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