La polémica se resolvió, pero tardíamente. El Valencia salió perjudicado en el derbi comunitario ante el Villarreal. Con el marcador a cero, el árbitro pitó penalti, tras la llamada desde la sala VOR, y se equivocó al revertir su decisión. Esta es al menos la conclusión del Comité Técnico de Árbitros en su programa’Tiempo de revisión”. En este espacio, donde se repasan algunas de las acciones polémicas de la jornada, el comité considera que no se dieron las condiciones para que el árbitro cambiara su decisión tras consultar al VAR.

Alberola Rojas indicó la pena máxima en el minuto 44 de la primera parte y pese a las protestas del Valencia, no se produjeron correcciones. Tras consultar al monitor, decidió escuchar a su asistente del VAR y señalarle el penalti que él mismo convirtió. Gerardo Moreno. La conclusión del CTA deja al equipo arbitral del derbi en el punto de mira. «El jugador del Villarreal juega el balón dentro del área rival. El defensa del Valencia presiona ligeramente el pie del atacante con el interior, el árbitro deja continuar la jugada y finalmente señala saque de meta. Para que la acción sea considerada penalti debe cumplirse una de estas dos condiciones. En primer lugar, que el contacto impida al atacante continuar la jugada. Esto no sucede ya que el balón pasa mucho después del toque. En segundo lugar, el pisotón es imprudente o utiliza fuerza excesiva. Esto tampoco sucede, el contacto es ligero y sin riesgo», argumenta la CTA.

«Por tanto, no se cumplen los criterios para imponer una sanción. El contacto no es imprudente y no afecta decisivamente al curso de la acción. La CTA considera que “La decisión inicial de no sancionar penalti fue correcta y la intervención del VAR en este partido fue incorrecta”.concluyen.