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el glifosato puede provocar bajo peso al nacer en los bebés

el glifosato puede provocar bajo peso al nacer en los bebés
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  • Publishedenero 23, 2025


La investigación muestra que la exposición al herbicida glifosato podría reducir el peso al nacer y provocar nacimientos prematuros

El glifosato es un herbicida ampliamente utilizado en cultivos genéticamente modificados (OGM). Aunque las autoridades reguladoras lo han declarado seguro, investigaciones recientes han comenzado a cuestionar su impacto en la salud humana, especialmente en los recién nacidos. Este compuesto químico mata plantas no modificadas genéticamente, pero el aumento masivo de su uso desde 1996 ha generado preocupación.

Un nuevo estudio realizado por economistas de la Universidad de Oregón ha encontrado una relación preocupante entre la exposición al herbicida glifosato y problemas de salud infantil, como bajo peso al nacer y parto prematuro, en condados agrícolas de Estados Unidos. El trabajo, publicado el 14 de enero en la revista Actas de la Academia Nacional de Cienciassugiere que el dramático aumento en el uso de glifosato en áreas aptas para cultivos genéticamente modificados está afectando negativamente el desarrollo de los bebés.

Los investigadores, Emmett Reynier y Edward Rubin, analizaron datos de más de 9 millones de nacimientos en condados rurales entre 1990 y 2013, utilizando información sobre el uso de pesticidas, registros de nacimiento y datos de suelo y clima para determinar la idoneidad de los condados. para cultivos transgénicos. Los resultados mostraron que en las áreas más adecuadas para este tipo de agricultura, donde el uso de glifosato aumentó significativamente después de 1996, los bebés tendían a nacer con menor peso y a tener embarazos más cortos en comparación con los condados menos expuestos al herbicida.

Antes de 1996, las tasas de peso al nacer y duración del embarazo eran similares en los condados más y menos adecuados para cultivos genéticamente modificados. Sin embargo, después de esa fecha, se hicieron evidentes diferencias que los investigadores atribuyen al mayor uso de glifosato tras la introducción de semillas transgénicas diseñadas para resistir este químico. En promedio, se encontró que la exposición al glifosato reducía la duración del embarazo en un día y el peso al nacer entre 23 y 32 gramos.

No todos los bebés se vieron afectados por igual. Los efectos fueron más pronunciados en los recién nacidos con pesos esperados más bajos, lo que indica que los más vulnerables son los más perjudicados. Rubin lo comparó con “estar enfermo y luego volver a recibir un golpe; «Eres más vulnerable».

Este hallazgo tiene importantes implicaciones económicas. Según los investigadores, los nacimientos prematuros y el bajo peso al nacer generan un costo promedio de 82.000 dólares en gastos médicos, educativos y de otro tipo, lo que podría representar un impacto anual de entre 750 millones y 1.100 millones de dólares en Estados Unidos. Estos costos no incluyen posibles complicaciones de salud a largo plazo.

El glifosato, aprobado por primera vez en 1974, ha sido objeto de controversia desde su uso generalizado en la agricultura moderna. Aunque la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) afirmó en 2020 que no representa ningún riesgo para la salud humana si se usa correctamente, un tribunal federal anuló esta conclusión en 2022 y la cuestión sigue bajo revisión.

Rubin y Reynier destacan que su estudio proporciona evidencia más sólida sobre los efectos del glifosato en la salud humana, algo que consideran necesario para contrarrestar afirmaciones basadas únicamente en correlaciones. Aunque el glifosato ha sido valorado como una herramienta eficaz para controlar las malas hierbas en cultivos transgénicos como el maíz, la soja y el algodón, sus efectos secundarios podrían ser más dañinos de lo que se pensaba anteriormente.

El equipo sugiere que se revisen las regulaciones y se implemente un monitoreo más riguroso del uso y presencia de glifosato, tanto en el agua como en los cultivos. «No estamos rastreando su aplicación ni sus niveles en el medio ambiente, y eso debería cambiar», dijo Rubin.

Este estudio, junto con investigaciones recientes, refuerza la necesidad de reconsiderar las políticas agrícolas y ambientales relacionadas con el glifosato y los cultivos genéticamente modificados. «Es hora de admitir que la exposición al glifosato presenta preocupaciones para la salud humana», concluyó Rubin.

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