El Málaga no se ha quedado callado sobre lo ocurrido con el CSD y el caso de Dani Olmo y Pau Víctor. El club de Martiricos realizó un duro comunicado en el que afirmó que esta decisión adoptada en el caso del FC Barcelona supone un «precedente que pone en grave peligro la integridad de la competición».. El Málaga se muestra perplejo por la decisión adoptada y cree que Se trata de un agravio grave comparado con lo que le tocó vivir al club malacitano durante la campaña 2019-2020.. Este jueves, también fue Sergio Pellicer quien describió que “las reglas no son iguales para todos”.

Aquí tenéis el escrito oficial del Málaga CF sobre el “caso Dani Olmo”:

El Málaga CF quiere expresar su perplejidad ante la resolución adoptada por el Consejo Superior de Deportes en los casos de Pau Víctor y Dani Olmo, jugadores del FC Barcelona. En la temporada 19/20 el Málaga CF asumió la imposibilidad de inscribir a varios jugadores por superar el límite salarial. Las reglas son claras, la entidad ha incumplido y cumplido.

Las medidas correctoras no quedaron ahí, el MCF también se vio obligado a competir con un máximo de dieciocho jugadores profesionales durante dos temporadas y forzar una efectividad deportiva que ha pasado a formar parte de la historia de nuestro país, provocando graves perjuicios económicos y deportivos al Club. . Cabe recordar que la Entidad se encontraba en una situación financiera crítica, obligada a sufrir una profunda reestructuración y en grave peligro de desaparecer.

Sólo un esfuerzo titánico de su estructura y el apoyo incondicional -una vez más- del malaguismo mantuvieron a flote al Málaga CF en uno de los capítulos más difíciles de su historia reciente.

Sin embargo, no es comprensible la inscripción de dos jugadores que se han encontrado con una situación similar. Este precedente pone en grave peligro la integridad de la competencia. El rigor de la regla debe ser justo para todos los participantes.

LALIGA y la RFEF han mantenido una posición común, como en 2019, pero esta postura del CSD desautoriza a los órganos rectores al no tener en cuenta sus argumentos. Este contexto cuestiona el Control Económico –amparado en la Ley del Deporte y con gran prestigio internacional– que es garante de la sostenibilidad de nuestro fútbol.