En España sobran impuestos. Deberíamos dejar de mantener estructuras inútiles
En octubre de este año los ingresos tributarios en España alcanzaron un total de 52.823 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,9% respecto al mismo mes de 2024, según lo declarado por Hacienda. Este crecimiento se explica por un aumento del 6,1% en los ingresos brutos y un aumento del 7,6% en las devoluciones realizadas, reflejando una actividad fiscal más intensa y una mayor capacidad recaudatoria por parte del ente público. Los datos muestran la relevancia del organismo en la gestión de los recursos del Estado y su influencia directa en la economía del país, además de un aumento sostenido de la recaudación que supera los niveles prepandemia.
Pese a no conocerse las estadísticas definitivas para 2025, el informe anual del Tesoro confirma la tendencia de crecimiento a largo plazo, ya que el El año pasado el organismo público obtuvo 294.734 millones de euros de los hogares y empresas españolas. Esta cifra récord supone un incremento del 8,4% respecto a 2023, lo que supone casi 23.000 millones más en apenas doce meses. Además, el incremento acumulado desde 2018 alcanza los 86.000 millones de euros, un 41% más desde la llegada del actual Gobierno a la Moncloa, lo que evidencia el papel central del ente público en la financiación del Estado y en la capacidad del Gobierno para sostener las políticas públicas.
La creciente importancia de la Administración ha generado un intenso debate social sobre la recaudación de impuestos. Quienes apoyan este aumento argumentan que es necesario garantizar la financiación de servicios públicos esenciales como la sanidad, la educación y las pensiones, además de contribuir a una mayor redistribución de la riqueza. Por otro lado, quienes critican el incremento consideran que el aumento de la presión fiscal puede afectar la actividad económica y la inversión privaday plantear la necesidad de una gestión más eficiente. Por su parte, los últimos casos de corrupción no ayudan a cambiar de mentalidad.
José Elías opina sobre la situación actual de España
José Elías, empresario multimillonario conocido por ser propietario de empresas como Audax Renovables o La Sirena, expresó en la red social X sus principales opiniones sobre la situación actual del sistema español.En este país hay muchos impuestos. Deberíamos dejar de mantener estructuras inútiles.«, el empresario comienza explicando su descontento con el desarrollo político y social de España. Asimismo, el magnate dirige sus críticas hacia el despilfarro del dinero público. «En España sobra grasa en la administración, hay un buen hacer instalado que nos impide ver la realidad. Hay gente cobrando del público que no aporta absolutamente nada”, afirma.
«Si tuviéramos el coraje de limpiar la administración de parásitos y burócratas, las cifras cambiarían radicalmente», afirma. El empresario atribuye la mala gestión del ente administrativo a todos aquellos ya que, a su juicio, no aportan el valor que cobran. En este sentido, Elías expone una serie de medidas que tomaría si tuviera competencia para hacerlo: «Podríamos subir los sueldos de los médicos y profesores que sí tienen vocación. Tendríamos una servicio público mucho más eficiente y rápido, dejaríamos de freír a los ciudadanos con impuestos para mantener estructuras inútiles. Se acabaría la injusta diferencia entre trabajadores públicos de primera, intocables, y trabajadores privados de segunda, es una cuestión de gestión pura y dura», ejemplifica.
El motivo por el que España no es eficiente, según el empresario
Elías tiene claro los movimientos que habría que hacer para cambiar la situación, pero, al mismo tiempo, refleja las dificultades para llevarlos a cabo. «Pero para eso tendríamos que decirle a la gente la verdad, que Hemos pasado toda nuestra vida pagando por un sistema que no funciona y que nadie se atreva a reformar por miedo a perder votos. Mientras nos falte coraje seguiremos igual, pagando más y recibiendo menos», indica. Por tanto, el cambio que necesita el país debe basarse en la sinceridad. «Seguiremos apoyando una maquinaria que nunca fue diseñada para funcionar bien, España necesita directivos que no tengan miedo de hacer lo que tienen que hacer», concluye.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí