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España es el sexto país de la UE en riesgo de pobreza y el séptimo en desigualdad pese al crecimiento económico

España es el sexto país de la UE en riesgo de pobreza y el séptimo en desigualdad pese al crecimiento económico
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  • Publishednoviembre 25, 2025



España se ha consolidado como una de las economías más dinámicas de Europa en 2024, pero una revisión atenta de los datos sociales revela que el avance del PIB y del empleo no se traduce en una reducción sustancial del riesgo de pobreza o desigualdad.

En ambos indicadores, que el Gobierno ha incorporado por primera vez en el cuadro macroeconómico, España está por encima de la media europea.

Exactamente, y según datos de Eurostat correspondientes a 2024, España es el sexto país de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de población en riesgo de pobreza y séptimo en desigualdad.

La tasa española de población en riesgo de pobreza –que refleja la proporción de personas cuya renta está por debajo del 60% de la mediana nacional– es del 19,7%.

En 2019, el último año completo Antes del Covid-19, la tasa era del 20,7%. Es decir, se ha reducido en un punto porcentual.

La media de la UE es del 16,2%o lo que es lo mismo, 3,5 puntos por debajo de la tasa española. La diferencia en 2019 fue de 4,2 puntos. Por tanto, la brecha con la media europea se ha reducido en los últimos años, pero no ha desaparecido.

Letonia (21,6%), Lituania (21,5%), Bulgaria (20,6%), Croacia (20,3%) y Estonia (20,2%) están por delante de España y encabezan el ranking de la Unión.

En el extremo opuesto, República Checa, Bélgica y Dinamarca Destacan por mantener esta ratio entre el 9,5% y el 11,6%, reflejando modelos sociales más equitativos y con menor exposición al riesgo de exclusión.

España, por su parte, permanece con Grecia (19,6%) y Rumania (19%) en lo más alto de la tabla, lejos de los puntos de referencia en reducción de la pobreza y muy cerca de los países bálticos y de Europa del Este.

Si se considera la eurozona, España sigue presentando niveles de riesgo de pobreza claramente superiores: la diferencia ronda los 3,1 puntos, consolidando al país en el grupo más vulnerable de Europa Occidental.

Eurostat también ofrece datos del índice de Gini, el indicador internacional que mide desigualdad en la distribución del ingreso. Su escala va de 0 (máxima igualdad) a 100 (desigualdad total).

La oficina europea de estadística sitúa a España en el séptimo lugar de Europa, con un índice de Gini de 31,2 puntos.

La media de la UE es de 29,4 puntos. Por tanto, la desigualdad española supera a la europea en alrededor de 1,8 puntos.

Aunque la evolución registrada en los últimos años en este aspecto también es positiva, España se mantiene entre los países del bloque con mayor desigualdad.

Bulgaria (38,4%), Lituania (35,3%) y letonia (34,2%) vuelve a liderar el ranking con mayores índices de desigualdad, seguido de Italia (32,2%), Portugal (31,9%) y Grecia (31,8%).

De lo contrario, República Checa (23,7%), Eslovenia (23,8%) y Eslovaquia (21,7%) muestran el Gini más bajo de la UE, señal de una mejor distribución de la renta nacional y una mayor cohesión social.

Nuestro país se mantiene alejado de los modelos nórdico y centroeuropeo y, aunque su índice ha disminuido desde 2020, apenas ha logrado mejorar su posición relativa en el contexto comunitario.

¿Por qué España mantiene altos cargos? a pesar del crecimiento económico?

La paradoja española se explica por la persistencia de problemas estructurales: la elevada desigualdad en el mercado laboral, la precariedad de los hogares de bajos ingresos y la aún baja capacidad redistributiva de las políticas fiscales y sociales.

La paradoja española

El fuerte crecimiento del PIB, con tasas superiores al 2,5% y una creación sostenida de empleo -superando los 22 millones de ocupados- No basta con cerrar la brecha social con Europa.

Por ello, el Gobierno ha decidido dar el salto: incluir en el marco macroeconómico objetivos explícitos de reducción de la pobreza y la desigualdad hasta 2028.

Durante su presentación, que tuvo lugar la semana pasada, el Ejecutivo destacó su compromiso con ambas cuestiones.

«La economía no se medirá sólo por el PIB, sino por indicadores de riesgo de pobreza y desigualdad», afirmó el ministro Carlos Cuerpo, quien anunció reformas metodológicas para que los datos macroeconómicos se traduzcan «en el día a día de los hogares».

La tabla proporciona Crecimiento sostenido del PIB superior al 2% anual hasta 2028. y propone reducir la tasa de desempleo al 9%.

Pero el objetivo también es reducir la intensidad y gravedad de la pobreza y acercar el índice de Gini español a la media de la eurozona, siguiendo la trayectoria de países más igualitarios.

Entre las novedades se encuentra la integración de tres nuevos microindicadores: el propio índice de Gini, el ratio 80/20 (diferencia de ingresos entre el 20% más rico y el 20% más pobre%) y el riesgo de pobreza por debajo del 60% de la mediana.

Por ahora, las cifras muestran que la pobreza y la desigualdad están cayendo, pero lentamente, y que España sigue entre las peores posicionadas de la UE a pesar del crecimiento económico.



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