Economia

Estamos cambiando talento por mano de obra y nadie en España parece preocupado

Estamos cambiando talento por mano de obra y nadie en España parece preocupado
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  • Publisheddiciembre 27, 2025




El crecimiento demográfico de España coexiste con una paradoja cada vez más evidente en el mercado laboral. La población aumentó en 105.488 personas. durante el tercer trimestre de 2025 hasta alcanzar los 49.442.844 habitantes a partir del 1 de octubre, un aumento impulsado en gran medida por la inmigración. Este fenómeno contrasta con un escenario laboral marcado por la precariedad, donde los contratos temporales, los bajos salarios y la dificultad de progreso profesional siguen siendo una constante, especialmente entre los jóvenes.

A medida que crece la población, también crece la salida de ciudadanos españoles al extranjero. A principios de 2025, 3.045.966 españoles residían fuera del país, según el Registro de Españoles Residentes En el extranjero del INE. La cifra supone un aumento del 4,7% respecto a 2024, y en los últimos cinco años la emigración ha crecido cerca del 15%. En este contexto, el grupo más afectado son los jóvenes en edad de trabajar, quienes representan casi el 70% de las nuevas salidas, evidenciando una tendencia que se consolida en el tiempo.

Este contexto ha reavivado el debate sobre la llamada fuga de cerebros, un fenómeno que no es nuevo pero que se ha intensificado en la última década. Muchos jóvenes se forman en las universidades españolas, cursan titulaciones superiores o acceden a cursos y titulaciones docentes de alta cualificación, pero acaban abandonando el país en busca de salarios acordes a su formación. y mejores condiciones laborales. La evolución de este proceso refleja una pérdida continua de talento que se ha ido normalizando año tras año, mientras España asume el coste de la formación y otros países se benefician de profesionales ya preparados.

El problema de la inmigración según José Elías

José Elías, empresario multimillonario conocido por ser propietario de empresas como Audax Renovables o La Sirena, expresó en la red social X sus principales opiniones sobre la situación actual de la inmigración que llega a España y los inmigrantes españoles. «Estamos intercambiando talento por mano de obra y nadie en este país parece preocupado«, comienza explicando el profesional del sector empresarial. Aunque la entrada de extranjeros en España tiene grandes ventajas, el deterioro del nivel medio de los profesionales es uno de los perjuicios de su llegada, máxime si esta estadística implica la salida de españoles cualificados del país.

«He estado mirando los datos de gente que entra y sale del país y la verdad es que es preocupante. Es cierto que entra más gente que sale», confirma. Sin embargo, el problema antes mencionado conlleva la precariedad laboral y el conjunto de datos que hacen que nuestro país sea cada vez más dependiente de la inmigración. «El problema está en el tipo de cambio que estamos haciendo: Salen perfiles con titulaciones universitarias formadas por nosotros y entran personas sin formación para cubrir puestos laborales», afirma.

«No digo que unos valgan más que otros, pero el intercambio no cuadra. Si vaciamos el país de talento y generamos una sociedad basada sólo en el trabajo, Está claro en qué nos convertiremos: una sociedad de subcontratistas y en los que ejecutan lo que otros piensan”, afirma. Esta mentalidad podría generar problemas en el futuro en relación a las expectativas y ambiciones de los jóvenes en el mercado laboral.

La «fuga de cerebros» de españoles en el exterior

Este fenómeno es cuanto menos preocupante, no sólo por la salida de profesionales, sino también por el despilfarro de la inversión en educación y formación realizada en España. «Y lo peor es que nadie hace nada, invertimos años y dinero en formar gente, en universidades, másteres, idiomas, y cuando están preparados se van a producir valor a otro país», afirma. Finalmente, Elías entona una reflexión final sobre el futuro de esta tendencia. «Deberíamos hacer que lo revisen porque si no cambiamos esto, Dentro de 20 años no seremos un país competitivo«Sólo haremos lo que el resto nos diga», concluye.



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