Estas dos bacterias se asocian con la gravedad de la esclerosis múltiple

La cantidad de dos bacterias presentes en nuestro cuerpo, Bifidobacterium y AkkermansiaEstá vinculado a la gravedad de Esclerosis de placas (Em). Un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) muestra que esta enfermedad inflamatoria y desmielinizante del sistema nervioso central tiene un vínculo creciente con el microbioma intestinal, aunque no se ha alcanzado un consenso sobre marcadores microbianos clave que podrían ayudar en su diagnóstico y su tratamiento.
El equipo, dirigido por Ashutosh Mangalam, utilizó la secuenciación de las heces metagenómicas para caracterizar la microbiota intestinal en 45 pacientes con esclerosis en placas recurrentes y 51 testigos sanos adornados por la edad y el sexo.
Los resultados, que también se han validado en un modelo de ratón, han demostrado que las bacterias de Blautia y Akkermansia juegan un papel fundamental en la enfermedad, mientras que Prévotella Copri dominó la microbiota de testigos sanos.
En el modelo animal, una pequeña proporción de bifidobacterium en Akkermansia se asoció con una mayor gravedad de la enfermedad.
El estudio, publicado en la revista «PNAS», proporciona nuevos datos que podrían mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento de la esclerosis múltiple, ya que la relación entre la microbiota intestinal y la enfermedad se reconoce cada vez más como un factor ambiental relevante.
Los investigadores sugieren que esta proporción de bacterias podría convertirse en un marcador clave para el pronóstico y el tratamiento de EM.
En las declaraciones de la ciencia del centro de medios, Pablo Villaslada, jefe del Departamento de Neurología del Hospital Del Mar (Barcelona), enfatiza que, aunque ya hay varios estudios que indican cambios en la microbiota intestinal en enfermedades autoinmunes como EMS, todavía no hay consenso en la modificación microbiana más relevante. «La participación grave es que, si las especies de bacterias que predisponen a la EM están definidas definitivamente, los tratamientos basados en antibióticos, una flora intestinal e incluso una dieta para prevenirla o la mejora de su curso clínico podría desarrollarse», dijo.
Por su parte, Toni Gabaldón, del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), aunque valora positivamente el estudio, sin embargo, advierte que los resultados en los humanos y el ratón indican relaciones complejas y, en algunos casos, diferentes, como la más mínima participación de Akkermansia en humanos. «El estudio se centra en el posible papel de algunas especies, que simplifica una realidad más compleja«, Dice.
A pesar de estos desafíos, el descubrimiento de la proporción crítica de Bifidobacterium y Akkermansia abre nuevas puertas para comprender los mecanismos de decapitidad intestinal en EM, lo que sugiere posibles medios para terapias y diagnósticos futuros de acuerdo con la microbiota intestinal.
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