este fue el posible origen

Mieres intentó recuperar ayer la calma tras la terrible explosión de gas que el lunes dejó 18 heridos, cuatro de ellos graves, aunque sorprendentemente sin víctimas mortales. «Nos va a costar bastante recuperar la normalidad, pero los vamos a conseguir poco a poco y entre todos», señalaba a última de la mañana el alcalde, Manuel Ángel Álvarez. A esa hora, en el barrio de La Villa ya se había descartado el riesgo de nuevas detonaciones tras realizarse diferentes pruebas en el subsuelo.
El área delimitada por el incidente, con una gran pala trabajando | Dm
Sin la amenaza de nuevas deflagraciones, los 49 vecinos realojados pudieron entrar en sus casas para recuperar enseres de primera necesidad. No todos. Cuatro personas permanecen hospitalizadas. La más grave es una mujer de 64 años, propietaria de la vivienda que explotó . Sufrió importantes quemaduras. Fue trasladada la noche del lunes desde el HUCA a la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz, en Madrid. Su familia se trasladó ayer a la capital. En el HUCA permanecen ingresados dos hombres. Uno de ellos es uno de los operarios de la compañía eléctrica que estaba trabajando en la zona, de 47 años. Está en la UCI. Permanece consciente y estable dentro de la gravedad. También en la UCI está un chico de 22 años al que a lo largo del día de ayer empezaron a rebajarle la sedación. En el Hospital de Mieres está ingresado otro joven de 21 años, que será sometido a cirugía, ya que se rompió la clavícula. Todos sufren golpes y traumatismos varios. El joven de 21 años que estaba ingresado en el Hospital Valle del Nalón ya ha sido dado de alta.
En cuanto a los daños materiales, tres casas han quedado totalmente derruidas. Otras tres están pendientes de evaluación y se teme que tengan dañada la cimentación. También han sufrido daños considerables dos bloques de pisos anexos.
Y sobre lo sucedido, parece confirmarse la hipótesis adelantada ayer por este diario. La investigación de la Policía Nacional ha confirmado que durante la mañana del lunes un equipo de electricistas que estaba trabajando en la instalación del nuevo circuito led de la red de farolas dañó por error la tubería del gas. Al proceder a colocar una especie de toma tierra, clavaron un piqueta de gran tamaño en el conducto. Decidieron entonces retirar la piqueta, que inicialmente había contenido la fuga el ejercer como parche. Estos trabajadores avisaron a la Policía Local del incidente tras extenderse un fuerte olor a gas por todo el barrio. El tiempo que tardaron en hacerlo es una de las claves de la investigación. No es un tema menor.
Operarios de la empresa Elecnor y de Nortegas se desplazaron al lugar y cortaron el tramo de gas afectado para poder proceder a su arreglo. Cuando todo ya parecía controlado y los técnicos trabajaban en el conducto, fue cuando se produjo la explosión. Todo indica que el gas se filtró entre el hormigón y acabó embolsado en la casa anexa. Al encontrarse a una cota ligeramente superior, el gas, que por su poca densidad tiende a subir, se abrió paso hasta la vivienda. Por eso es importante precisar el tiempo que tardaron los electricista en dar el aviso. En este punto hay informaciones que no cuadran y declaraciones que requieren de confirmación.
Lo que deja poca duda es que el combustible se abrió camino hasta la casa, en ese momento vacía. Sobre las cuatro llegó la dueña, la citada mujer de 64 años trasladada a Madrid. Varios testigos la vieron entrar. «A los poco segundos todo saltó por los aires», destacan. Lo más plausible es que cuando la mujer tocó el interruptor de la luz, la bolsa estalló desatando un infierno. n
Suscríbete para continuar leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí