El equipo de investigación del MIT logró rejuvenecer el sistema inmunológico de ratones utilizando ARN mensajero (ARNm). El tratamiento aumentó el número y la diversidad de los linfocitos T, esenciales para las defensas del organismo, y mejoró la respuesta a las vacunas y a la inmunoterapia contra el cáncer en animales de edad avanzada.

El estudio, publicado en Nature, muestra que los ratones más viejos tratados con ARNm respondieron mucho mejor a la vacunación y sobrevivieron más tiempo cuando se les administró inmunoterapia tumoral. Según los investigadores, si algún día esta estrategia se desarrolla para su uso en humanos, podría ayudar a mantener una mejor salud a medida que envejecemos.

«Si podemos restaurar algo tan esencial como el sistema inmunológico, podríamos ayudar a las personas a permanecer libres de enfermedades por más tiempo», afirma Feng Zhang, profesor del MIT y autor principal del estudio.

El trabajo se centra en la el timo, un pequeño órgano situado delante del corazón y esencial para la maduración de las células T. Con la edad, el timo se encoge y disminuye su actividad, provocando un deterioro progresivo del sistema inmunológico. Después de 70 años, su función es casi inexistente.

En lugar de intentar regenerar el timo, el equipo optó por una estrategia diferente: crear una «fábrica» ​​temporal dentro del cuerpo que imitaría las señales que normalmente produce este órgano. Para ello eligieron el hígadoun órgano capaz de producir grandes cantidades de proteínas incluso en la vejez y al que el ARNm puede acceder fácilmente.

El equipo diseñó nanopartículas lipídicas que contienen ARNm con instrucciones para producir tres factores clave (DLL1, FLT-3 e IL-7) esenciales para la maduración y supervivencia de las células T. Una vez inyectadas, estas partículas se acumulan en el hígado, donde las células comienzan a producir estas proteínas.

células T

En ratones, equivalente a humanos alrededor de 50 añosel tratamiento aumentó significativamente la cantidad y la funcionalidad de las células T. Cuando estos animales fueron vacunados, su respuesta inmune fue mucho más fuerte que la de los ratones no tratados.

Además, el tratamiento mejoró los efectos de la inmunoterapia contra el cáncer. Los ratones que recibieron ARNm junto con un fármaco de inmunoterapia mostraron una mejor supervivencia y vivieron más que aquellos que recibieron el fármaco solo.

Los investigadores encontraron que los tres factores eran necesarios para lograr estos beneficios; ninguno trabajó solo. Ahora, el equipo prevé seguir estudiando esta estrategia en otros modelos animales y analizar su impacto en otros componentes del sistema inmunológico, como las células B.