No es la primera vez que se producen ataques similares en este hospital, afirman el trabajador y el sindicato Comisiones Obreras, que ya ha anunciado una denuncia ante la Inspección de Trabajo por hechos que calificaron de muy graves.

El vigilante de seguridad se encontraba trabajando el pasado sábado en el Hospital Oza de A Coruña cuando se produjo el ataque. Un paciente de la unidad psiquiátrica lo mordió y le arrancó el lóbulo de la oreja, lesiones de las que aún se está recuperando física y psicológicamente, ya que la situación es difícil de olvidar. Esta no es la única lesión: también recibió golpes y patadas, aunque la mordida fue la parte más grave del ataque.

Según el sindicato, el ataque era predecible y evitable, ya que este mismo paciente había participado el día anterior en episodios violentos, durante los cuales incluso había lanzado sillas al aire, creando así una evidente situación de riesgo. Por tanto, ante el peligro que esto podría suponer, creen que se deberían haber adoptado medidas preventivas adicionales. Esto no se hizo. El sistema de seguridad no ha sido reforzado y no se han tomado medidas adicionales. El resultado fue un agente de seguridad ante una situación muy violenta sin los medios adecuados.

Es por ello que Comisiones Obreras acusa a la empresa de seguridad de graves fallos en la prevención de riesgos profesionales. De hecho, han decidido presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por hechos que consideran “previsibles y evitables”.

Concentración para exigir seguridad tras brutal ataque

“Cuando existe un riesgo conocido y manifestado, la empresa está obligada a actuar. Aquí no se hizo nada y el resultado fue una lesión muy grave. No es mala suerte, es mala prevención”, subraya el sindicato.

Aseguran que este es un problema estructural en la seguridad privada en los centros de salud, donde – informan – “los trabajadores asumen riesgos extremos sin la formación suficiente, protocolos operativos claros y recursos adecuados”.

El guardia de seguridad agredido lo confirmó, asegurando que no es la primera vez que esto sucede y que él y sus compañeros han vivido situaciones peligrosas, aunque ninguno llegó al punto de una mordida que literalmente le arrancó el lóbulo de la oreja.

CCOO y CIG han convocado una concentración para el próximo viernes 19 de diciembre. a las 11:00 horas, frente a la empresa, para exigir el cese de la violencia.

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