2005. Túnez. En España El balonmano ni siquiera era conocido como «hispanos» cuando alcanzó su mayor gloria, proclamándose por primera vez campeona del mundo. “¡Ahora sí!”, gritó tras el pitido final. David Barrufet tiene Mateo Garraldados de los veteranos de este equipo. El 6 de febrero se cumplirá el vigésimo aniversario de este día histórico.

Otro Barrufet en el Mundial. Coincidiendo con un aniversario tan especial, España volverá a intentar conquistar por tercera vez el campeonato -la segunda estrella llegó en 2013, el verdadero debut de los «hispanos»-, con el regreso a sus filas de tal nombre ilustrado. El culpable: Ian Barrufet (Teià, 2004), primogénito del mítico portero del “Dream Team” de Barça y una de las novedades del equipo Jordán Banco.

parte del generación dorada Procedente de las categorías inferiores del balonmano español -medallista de oro en Copa de Europa, Mundial júnior y Copa de Europa júnior-, Ian afronta su primera gran cita con la absoluta a pocos días de debutar y con tres compañeros de este brillante grupo de 2004. /2005: los gemelos Cikusa Y Ganador Romero. El futuro de los “hispanos” y del heredero del apellido Barrufet habla con ESPAÑOL un día antes del inicio del Mundial (contra PimientaJueves 16 a las 18:00 horas (hora española).

P.- Lo primero es que me cuente cómo han ido estos últimos días. ¿Qué significa ser hispano y saber que estás en el Mundial?

R.- La verdad es que es una experiencia increíble. Sueñas toda tu vida con poder algún día formar parte de la selección, pero una vez que te ves aquí, con lo rápido que pasó todo, es un poco impactante. Pero vamos, muy feliz y muy feliz de estar aquí.

P.- ¿Cómo se sintió durante su debut contra Argentina? ¿Fue difícil contener los nervios?

R.- Estaba bastante nervioso, la verdad. Especialmente a la hora de la siesta, al no poder dormir mucho. Esas horas antes estaba bastante nervioso. Pero una vez que el árbitro pitó y empezamos a jugar, se fueron poco a poco. Fue un buen partido y terminé contento con mi debut.

P.- ¿Le sorprendió la llamada del entrenador Jordi Ribera?

R.- Estaba entrenando. Tuvimos una sesión de video en mi computadora, la Melsungen, y cuando me fui, rápidamente tomé mi teléfono para ver los mensajes que llegaban. Llegó un mensaje de Jordi, preguntando si podía llamarme. No tuve tiempo, fui a entrenar y cuando terminé lo llamé. Estaba hablando con él y me dijo que iría a la preparación, llamaría al 19 y dejaría uno fuera.

P.- ¿Fue su padre la primera persona a la que le dio la noticia cuando colgó con el entrenador?

R.- Primero me lo puse para el grupo [de WhatsApp] familia, entonces llamé a mi padre. Le conté todo lo que Jordi me había contado. Estaba muy orgulloso de mí y me dijo que trabajara ahora para intentar ganar minutos.

P.- Aunque esta temporada os separan tantos kilómetros, ¿tu padre y tú habláis mucho de balonmano?

R.- Sí, sí. Aunque estemos muy lejos, siempre hay tiempo para hacer una llamada o videollamada y hablar de balonmano, y no sólo de balonmano.

P.- ¿Cómo ha sido toda tu carrera teniendo como padre a una leyenda de este deporte?

R.- Siempre veo cosas positivas. Para mí es un placer tener como padre a una leyenda del balonmano, y no sólo una leyenda, sino por quien es. Me da muchos consejos, está muy feliz por mí y por todos los éxitos. A veces podemos pensar que son sólo ventajas, pero es cierto que cuando somos más jóvenes la gente habla y nos puede afectar un poco. Al final aprendí que cada uno puede dar su opinión, que es su derecho y que a mí no me afecta, sea buena o mala. Me concentro en mí y sigo mejorando.

“Mi padre me decía que la diferencia entre un buen jugador y un gran jugador es que el gran jugador siempre da el 100% de esfuerzo en cada práctica”

P.- ¿Hay algún consejo que te di que te resuena más que otro?

R.- Un día me dijo que la diferencia entre un buen jugador y un gran jugador es que el gran jugador siempre se esfuerza al cien por cien en todos los entrenamientos. Porque cuando estás contento y quieres entrenar todo es muy sencillo, pero hay días que estás más cansado o que no quieres entrenar nada, eso nos puede pasar a todos, y aquí es donde necesitamos para hacerlo. da el cien por cien.

P.- ¿Desde pequeño sabías que el balonmano iba a ser lo tuyo?

R.- La verdad es que practicaba muchos deportes: fútbol de portero, baloncesto, natación… Pero sí, siempre iba a ver jugar a mi padre y fuimos juntos a Palau cuando se retiró. El balonmano fue y es mi vida.

P.- Dice que jugaba al fútbol como portero. En el balonmano no fue así, no seguiste los pasos de tu padre en ese sentido.

R.- Cuando era niño, cuando veía los partidos, nunca me fijaba en el portero y sí en el resto de jugadores. En el fútbol me gustaban mucho los porteros. Yo estaba allí aún más joven y quería ser portero como mi padre, pero una vez que pasé al balonmano ya dije que quería ser jugador.

P.- Te ganaste un lugar en la selección gracias a tu buen año en Alemania, tras dejar el Barça cedido. ¿Cómo analiza este enfoque adoptado y qué le permite mejorar?